martes, 23 de agosto de 2016

No me pidas a mi que sea como tú...

Hoy me duele todo. Me duele que un equipo recién ascendido nos maltrate de esa manera y, que después de cinco ocasiones de gol, nos meta cuatro. Me duele el no poder con rivales asequibles en tu campo y me duele más ver como esto no tiene salida aparente. Pero me duele algo mucho más que los resultados y la imagen que pueda tener el club y los jugadores. Al fin y al cabo, ellos pasan y los que nos quedamos para siempre somos los que llenamos estadios y sabemos el significado de la camiseta que vestimos.

No quiero crear polémica ni siquiera me meteré en los motivos que llevan a unos cuantos a reivindicar en un campo de fútbol, aspectos personales en los que no están de acuerdo con el club. Ante todo, hemos de recordar que nadie está por encima del escudo: ni el presidente, ni los jugadores, ni los que animan ni los que comen pipas. Tú puedes venir al fútbol a descargar tu ira o la tensión de toda tu jornada, pero, por favor, no me pidas a mí que sea como tú.

No me pidas que vaya al fútbol a insultar al rival ni a pedir la cabeza de nadie, porque eso para mí no es fútbol. No me exijas que haga lo que, una figura ensalzada y puesta como estandarte por unos cuantos, me ordene. Lo siento, yo solo sigo a mi himno, a mi señera y a mi escudo, lo demás es completamente secundario y prescindible. Sí, con esto quiero decir que sois secundarios e prescindibles, porque os habéis puesto como principales de algo que solo sois protagonistas como todos los demás.

No sois más que el que come pipas, ni el que está callado todo el partido. No sois más que el niño que pisa Mestalla por primera vez ni que el señor que ha venido a ver el fútbol desde que se jugaba en Alguirós. No sois más que nadie, ni siquiera menos, sois igual y hasta que eso no lo aceptéis, no seréis más que obstáculos en un camino en el que debemos ayudar todos. Todos compartimos una pasión y eso es lo único claro.

Olvidaos de reivindicar cosas en partidos y dedicaros a animar, que es para lo que formáis parte de esa grada. Si no os gustan las normas, no ordenéis que a quien le gustan, las incumplan porque vosotros lo ordenéis. Me da igual si pensáis que quien anima cuando no queréis, deshonra al club; más lo mancháis vosotros dejando callada una grada, insultando al club que os da alegrías y a la pasión que, en muchas ocasiones, dudo que corra por vuestras venas.

Si realmente sabéis y comprendéis mi pasión, dejaros de individualismos y dedicaros a empujar por salir hacia delante; dejaros de peleas individuales por vuestros derechos y apoyad al equipo que sufre por una victoria sobre el campo y que pierde partidos. Dejad de estar callados minutos y disfrutad del privilegio de entrar en un teatro digno del mejor de los equipos, ese privilegio que tiráis por el suelo cuando no animáis.

Me da igual lo que penséis, es la imagen que me llevo de vosotros del partido lamentable que os marcasteis ayer. Me da igual si os quieren separar, no sois más que un grano de arena en una playa enorme. Os creéis más grandes que el escudo y no sabéis, que sin él, no estaríais reivindicando nada de lo que ahora pedís. Animad y dejaros de tonterías, de edades y de perder el tiempo mágico, de 90 minutos para vibrar. No he visto en campo alguno en que una grada de animación esté callada cuando su equipo está perdiendo. Reivindicad lo que queráis pero, si entráis en Mestalla que sea para remar no para poner piedras. Y si venís para eso, mejor quedaros en casa, que para rellenar huecos, mejor les dejáis vuestros valiosísimo pases a gente que tenga ganas de ayudar al equipo 90 minutos y no ponerle más trabas de las que ya tiene sobre el campo.

Es todo por hoy, a quien no le guste que no lo lea; a quien le desagrade lo que digo, que se dedique a mejorar la imagen dada. No he dicho nada más allá de lo que trasmitisteis ayer en un partido en que esperaba algo más de vosotros. Porque si tenéis edad para reivindicar derechos, también deberíais aplicaros vuestros deberes innatos como zona de animación, que son, principalmente, los de no dejar solo al Valencia pase lo que pase. Ayer lo dejasteis solo, eso pesara sobre vuestras cabezas, pero la imagen que disteis es más lamentable que el juego y eso es terriblemente vergonzoso.