martes, 28 de abril de 2015

Un murciélago de Champions....

Dijeron que no llegaríamos a nada y ahora estamos mirando a muchos desde arriba. Dijeron que soñábamos cosas imposibles y ahora estamos donde algunos criticaban que no llegaríamos. Hemos sido tachados de muchas cosas, de muchas mentiras y de muchos rumores pero solo a base de hechos, hemos demostrado que cuanto más se habla de algo, más se envidia lo que se está a punto de lograr. Ellos hablaban que estábamos acabados y demostramos que nunca nos van a callar por mucho que lo deseen. Dijeron que este equipo jamás sería grande y ya estamos dando paso al frente para volver a ser lo que fuimos. Las plantillas son solo la base de algo que cobra perfección cuando el estadio se llena de gente. Sin la grada el fútbol no es nada y sin Mestalla el Valencia pierde sentido.

Ayer demostramos lo que es la fiesta del fútbol, que ni la presión de los rivales que te siguen en la clasificación ni los malos augurios sobre nuestro juego, pueden acabar con un sueño que empezamos a principio de temporada y que queremos lograr ahora. Mestalla empieza a ver el final en esa meta que se planteó un día y ve que la luz está cada vez más cerca. Estamos a punto de rozar con los dedos ese objetivo que durante esta temporada hemos hecho tanto por lograr.

Somos solo el principio de algo que no tiene final, porque cuando André Gomes coge un balón, Mestalla empieza a soñar. Porque cuando Alves está bajo malos, todo respiramos tranquilos. Porque cuando Otamendi defiende, nadie piensa en la derrota. Porque cuando Gayá surca la banda o Fegholi hace maravillas, todo Mestalla sueña con esos viejos tiempos. Porque cuando Alcácer cuela un gol, la magia cobra vida en el teatro de los sueños. No somos nadie decían… y tal vez sea porque hay palabras para describir lo que somos.

Este objetivos Champions anoche empezó a hacerse material. La victoria de anoche hizo que el valencianista se creyera que este año sí, la Champions no se nos iba a escapar. Nos quedan cinco finales y dos de ellas en nuestro estadio. Es el último empujón para una aventura mágica con un grandísimo y merecido premio. Ahora no podemos fallar y no podemos dejar de ser uno para que, esos que no creían separados y derrotados, vean nuestra victoria con sus propios ojos.


No somos nadie decía… lo somos todo para aquellos que confían que los buenos momentos se saborean mejor cuando has luchado duro por ellos. Que las mejores victorias se dan en las ocasiones en las que te has esforzado al máximo por lograrlas. Ahora es el momento de poner al valencianismo en ese lugar que otros se han empeñado en borrarlo. Porque si tú y yo vivimos esto como nuestro, nadie podrá acabar nunca con la ilusión que nace en el corazón de un murciélago. 

martes, 14 de abril de 2015

El blanquinegre manda en Valencia...

Ayer quedó bien claro quién manda en la capital del Turia. Realmente el blanco y el negro es el color que gobierna Valencia y el fútbol que vimos ayer lo demuestra claramente. Quien me diga que este equipo no se merece estar en Champions, se equivoca pero muy mucho.

Dicen que los árbitros van en nuestra contra… pues toma tres goles para ganarle al Levante. Dicen que Otamendi se merecía la tarjeta… pues la victoria dedicada para ese incompetente que decidió no quitársela. El Sevilla le empata al Barça… nosotros le ganamos al Levante y fuera el sueño sevillista de adelantarnos. Nuestra plantilla es corta, dicen… toma partidazo de Cancelo y Soso. No tenemos centro del campo, decía… André Gomes demuestra la clase de jugador que es con un partidazo de los suyos. Los demás equipos tienen jugadores mejores, decían… Javi Fuego no se puede llamar jugador, porque está por encima de ese nombre.

Negredo no sabe meter goles más que de cabeza… toma golazo. Alcácer está en mala racha… Del Bosque, observa lo que te pierdes. Parejo no merece la selección… si fuera del Madrid o del Barça sería titular. Sin Gayá el Valencia no tiene desborde por las bandas… que se lo digan a la defensa del Levante anoche. Este equipo empieza a decaer… toma golpe sobre la mesa. Siempre quejándose de los árbitros y no ganan los partidos en el césped… los tres goles de ayer creo que nos los regalaron. Valencia no tiene equipo de Champions… pues los puntos no demuestran lo mismo. Somos un equipo dentro y fuera del vestuario y ayer en gol de Álvaro Negredo se pudo ver claramente, todos sufrimos cuando uno de los nuestros lo pasa mal.

Si alguien pretende hundir este barco valencianista que coja armas más potentes porque nada puede destrozar este equipo. Ni las críticas, ni los que venga de fuera ni los que metan broncas desde dentro, podrán hacer que este sueño no se cumpla. Ayer íbamos a pinchar, decían… pues nada, 3 goles y a casa. Venga, ahora que me digan que no somos de Champions cuando esta liga nos han robado más veces la cartera que en el metro de Madrid en hora punta. Este equipo se ha ganado estar donde está a golpe de superar grandes dificultades y a grandes corruptos e incompetentes por el camino.

No ganaremos la Liga, pero hemos ganado a miles de inútiles que por el camino nos han ido poniendo piedras. Esta temporada podríamos haber hecho mucho pero también mucho menos si nos hubiéramos hundido con cada robo. Así que el mérito de este equipo es doblemente importante. Este equipo representa a una afición y a una ciudad que pese a que muchos quieran negarlo, ha sufrido mucho para llegar donde está. Esto es solo el principio de algo todavía más grande… Ahora este equipo no tiene límite por mucho que algunos hayan querido trazar una ralla para que no pasemos.

Contra más límites nos pongan, más barreras romperemos. Contra más nos critiquen, más golpes de autoridad daremos sobre la mesa. Contra más nos roben, más demostraremos que sabemos resurgir de los problemas. Contra peor hablen de ti, más orgullosa me sentiré de haberte elegido. Porque solo criticamos aquello que envidiamos, aquello que nos gustaría tener. Yo te elegí y nunca me fallaste, ahora que me necesitas y algunos se olvidan de ti, yo estaré aquí para dejar tu nombre en el lugar donde solo los grandes llegan.

Este artículo es para ti, seguramente no vas a leer esto o quién sabe tal vez te topes con esto y te dé por leerlo. Para ese que ahora lo está pasando mal y no ve la luz en ese oscuro túnel. Crack, algún día volverás a ser el gigante que fuiste. Resurgirás de tus cenizas porque los grandes nunca se hacen pequeños aunque la vida le de palos demasiado grandes. Lo de ayer es obra tuya también y aunque no nos veas todos estamos a tu lado. Eres enorme y estamos contigo A.N 7


AMUNT!

viernes, 10 de abril de 2015

Nos quieren quitar del medio...

Ayer se puedo ver claramente como no somos un equipo que quieran verlo arriba de las tablas de clasificación y como por nuestro juego no lo pueden conseguir, pues recurren a errores arbitrales inexplicables para robarnos. Sí, sí señores, he dicho robar, porque no hay otra manera de calificar el increíble error que tuvo ayer el colectivo arbitral. Me parece de una vergüenza inexplicable que un linier perfectamente colocado en su posición “no vea” el fuera de juego en el que mete Adúriz el gol del empate. Vamos, lo vio Valverde y estaba en el banquillo, lo vio hasta el que no estaba viendo el partido, menos el tío que estaba con una bandera en la banda. Ese, que casualidad, pero no lo ve. Venga hombre, que a equipos humildes les robéis y a otros les regaléis partidos es de juzgado de guardia. Y por los menos, si lo hacéis, hacedlo más disimulado, porque lo de ayer, clama al cielo.

Ahora solo nos queda quejarnos, porque qué vamos a hacer, si todo juega en nuestra contra. A Otamendi le sacan la roja y predigo que le caerán de dos a tres partidos, pero si vistiera otra camiseta, por esa misma acción no le hubiera caído ni la amarilla y quieras que no esas cosas cabrean. Si dijeras que es la primera vez que nos pasa, pues la dejarías correr, pero es que esta liga parece que nos han tocado todos los árbitros de pandereta. Cuando no es un penalti inexistente, es una falta con roja que no era. Cuando no es un fuera de juego, es un gol mal anulado. Y qué casualidad que siempre pasa cuando estamos escalando posiciones. 

Me parece de vergüenza que estas cosas no salgan a la luz si no le pasa a un Madrid o a un Barcelona. Si estas cosas llegan a pasar en coliseos como los madridistas o los culés, hoy nos hubiéramos despertado con todas las portadas repletas de imágenes desde distintos ángulos comprobado que verdaderamente el gol no debió subir al marcador. Pero como somos el Valencia, a nosotros nos pueden robar que no pasa nada, si total, los grandes ya nos pasan, que más dará un robo más.

Esta liga es corrupta y quien me niegue esto es que realmente no ha visto los partidos de esta temporada. Está repleta de sinvergüenzas que solamente dejan su mano torcer hacia equipos superiores y a los inferiores les pueden robar cualquier partido porque sus quejas jamás serán oídas. Ya puedes poner la repetición doscientas veces que no hay manera de comprender como puñetas ese tío no lo ve. Y esto ya es de escándalo. Que me digan que es casualidad que te piten semejante robo cuando te vas a poner por delante del Atlético, porque no me lo creo.

Pero que estos mangantes se piensan que por estas cosas nos vamos a venir abajo… Pues están muy equivocados. Ayer ganaron una batalla pero la guerra todavía no ha terminado. Hoy estamos muy cabreados, pero no nos hemos dado por vencidos. Si nos ponen dificultades, es porque nos ven tan fuertes como para vencerlos. Si quieren quitarnos del medio, les daremos razones para que se traguen sus palabras y sepan que plantamos cara a todo y a todos. Hoy quizá crean que han ganado pero los que luchan con las armas correctas nunca pierden, mientras que los que roban constantemente, al final, acaban perdiendo las grandes batallas.

Porque ya nos pueden pitar penaltis, fueras de juego, rojas que no son o anularnos goles legales, seguiremos luchando por lograr los objetivos propuestos. Porque no somos el Madrid y el Barcelona pero quitarnos del medio va a costar más de lo que se piensan. Porque la historia que hemos cosechado y los sueños que nos hemos propuesto ni doscientos sinvergüenzas en sus despachos ni una panda de árbitros va a poder destruir.

Y ahora si quiere, que venga el señor de las multas y me diga que lo que estoy haciendo no es legal. Que ese señor venga ahora a decir que en las gradas hay insultos y cánticos insultantes… Si la Liga fuera más justa, esos gritos se reducirían a la mitad. No nos centremos tanto en las gradas y centrémonos más en que errores como los que ayer se produjeron no se vuelvan a producir porque de las misma manera que la violencia y el insulto rompe el espíritu del fútbol, errores y robos como los de ayer rompen la verdadera esencia del deporte que amamos.

martes, 7 de abril de 2015

Un futuro por conquistar...

En peores momentos nos hacemos fuertes y en las peores guerras sacamos nuestras mejores armas. No sé si ahora muchos creerán que es posible o si ya estarán preparando los discursos agoreros de “las cosas no están saliendo bien”, “este equipo aspira a mucho más” o “nos creíamos invencibles y aun así nos vencieron”. Puede que el sueño se encuentre cada vez más lejos pero eso no nos impedirá seguir soñando, seguir luchando por conseguir cada punto y poder seguir escalando en estos últimos partidos.

Partimos de la nada y ahora nos encontramos cerca de la cima. Cuando nadie daba nada por nosotros, nos colamos entre los grandes y demostramos que la humildad es la mejor arma para lograr conseguir los objetivos. Me dieron a elegir entre esperar y cambiar mis colores… Era fácil elegir hacerme de uno de los grandes pero decidí sentarme y mirar cómo los años pasaban y las críticas aumentaban. He estado años pensando que la historia era demasiado cruel con nosotros e incluso han flaqueado los ánimos pero nunca me he planteado desistir de algo que correr por mis venas desde que empezó a latir el corazón. Ser valencianista significa sufrir, aprender a que todo no siempre sale bien y que por mucho que algunos se bajen del tren en el camino, muchos más subirán en las siguientes paradas para volver al camino que emprendimos.

El futuro es nuestro, el presente simplemente son pasos para que ese futuro no tal lejano sea tan glorioso como lo fue nuestro pasado. No hemos sido nunca de los equipos más respetados por la Liga, pero sí tenemos algo que muchos les gustaría tener: la mejor afición del mundo. Y eso ni títulos, ni jugadores que valgan millones ni si quiera el reconocimiento de los medios pueden pagarlo. Porque si un padre puede decirle a su hijo que ser valencianista merece la pena porque un día Benítez levantó una copa que nadie esperaba, entonces sufrir mereció la pena. Si un niño puede elegir lucir la camiseta con orgullo y seguir soñando con ver ganar la Liga algún día, todos los tropiezos del camino merecieron la pena. Porque si un niño puede entrar en Mestalla y puede sonreír e iluminársele los ojos, entonces todos ganamos.

Porque una ilusión no es solo títulos, es también la alegría de una fiesta cada vez que el balón rueda por el teatro de los sueños llamado Mestalla. Es ser una infinita parte en esa grada que cada partido llena el mejor estadio, formar parte de algo tan grande siempre merece la pena. Hoy tal vez no ganamos títulos pero seguimos creyendo que algún día seremos el gigante que pasaba por encima de los que ahora están arriba. Porque sabemos que este equipo vivió la era de Kempes, el gol de Mendieta al Atlético, la velocidad del Kily González, la magia del Guaje con el balón, vio correr las piernas del canario Silva sobre su césped, supo lo que era ver rodar lágrimas de orgullo por la cara de un gran Cañizares al despedirse de su grada. Esa afición supo lo que significaba cada pase del Pipo y cada defensa del Ratón Ayala. Y sabe que si el pasado fue glorioso, el futuro solo podrá igualarlos.

Porque puede que las leyendas se fueran, pero la gloria que cosecharon alumbra el camino de los jóvenes prodigios que se cosechan en nuestro campo. Porque la defensa de Otamendi da ganas de soñar, porque la magia de André Gomes te da motivos para creer, la velocidad de Gayá es como volver atrás y los goles de Alcácer son como rememorar las mejores noches en Mestalla. Que el pasado no quede en el olvido porque solo es un preámbulo de lo que nos espera. Ahora más que nunca, a tu lado en las buenas en las malas, en las mejores y en las peores, en el pasado, el presente y en el futuro. Porque si jugarás en el cielo, moriría por verte...