viernes, 23 de diciembre de 2016

Aderlan Santos: Tuercebotas de Oro

Después de una semana de gintonic, cachimba y casalla por parte de algunos, había que ir a Mestalla para pasar el trámite de ver la vuelta del partido de la Copa del Rey contra el Leganés. Después del 1-3 en el partido de ida, parecía que podía plantearse como un partido para reconciliar, al menos en cuanto a goles e imagen, a los jugadores con la afición... pero como siempre, nada de eso pasó.

Un estadio casi vacío, con más entradas regalas que compradas, con mucho frío en las gradas y en el espíritu valencianista, el equipo saltaba al terreno de juego también con pocas ganas de jugar. Había que salir a por la Copa, pero había alguno que otro que ya había hecho eso noches anteriores y ahora no ocupaba ni un sitio en el banquillo. Un partido soso como cualquier otro y, aun siendo uno de los pocos equipos contra los que el Valencia ha podido sacar los tres puntos, no se vio un partido donde los locales fueran superiores

El partido pasó sin pena ni gloria para la afición, que estaba más atenta esperando el descanso para ver el típico espectáculo detrás de la portería por parte de algunos y para poder escuchar, al menos quince minutos, a los suyos animar. Porque sí señores, en Mestalla no se anima. El resto del partido, Mestalla podía considerarse más un velatorio que un partido de fútbol. Parece ser que las fiestas de Parejo tienen más encanto que los partidos de clasificatoria para los octavos de la Copa del Rey, aunque claro... Para eso no hace falta mucho. 

El partido dejó pocos detalles que resaltar. Lo mejor del partido para los ches fue el resultado, un 2-1 que les ponía en la siguiente fase de la Copa, conservando la esperanza de poder lavar la mala racha en Liga con una buena imagen en esta competición. Pero sin embargo, no quiero acabar sin poner de relevancia la calidad de un jugador. Un jugador capaz de hacer una rabona en medio del área y que segundos después le rompan la cintura en una clara ocasión de gol. Es de mérito sacar el balón con una filigrana cuando el rival te está presionando; sacarse una rabona de la manga para dejar a Mestalla con la boca abierta. Sí señores, Aderlan Santos no es solo una cara bonita, este tío saber hacer rabonas, démosle el Balón de Oro que a otros se lo dan por mucho menos

Cuando medio Mestalla buscaba ya el bonito regate de Santos, él mismo se encargó de bajarse del Olimpo. ¿Cómo? Pues haciendo lo que a todo mortal nos puede pasar, dejándose romper la cintura por un quiebro perfecto de Machis dentro del área valencianista. Porque sí señores, Santos también es persona, también se equivoca y se deja humillar para ver que no todo en él es rabonas y cuerpo atlético correctamente trabajado. Sí señores, Santo es mortal y no la reencarnación del mismísimo Pelé

Me quedo con su mano al aire pidiendo perdón. ¿Perdón por qué Santos? ¿Por qué pides perdón si solamente eres malo? Ay Dios mio, cuántos sufrimientos nos va a traer este hombre. Capaz de lo mejor y lo peor... Después de Senderos, este hombre ha heredado un don, el don de romper dorsales. Pobre Ayala cuando vea en lo que ha quedado su número 4. Feliz navidad a todos y que la suerte nos acompañe en 2017. 

sábado, 10 de diciembre de 2016

No somos un equipo, esto es una banda

Calificarnos de equipo es faltar a la verdad y menospreciar la labor de otros jugadores que sí que lo forman. Nosotros somos una banda, un grupo de gente que se une para jugar, o al menos intentarlo, al fútbol sin mayor resultado que hacer el ridículo allí por donde pisa. Vayamos al campo del líder o del colista, el resultado es el mismo: vergüenza e incredulidad por la imagen dada por los nuestros. Vergüenza porque esta panda de vagos no den pie con bola ni suden la camiseta como es debido. Tenemos a tíos que dicen llamarse jugadores y no dan señales de ello en 90 minutos de partido pero luego son capaces de mostrarse dolidos por la imagen dada. 

El dolor se expresa en el campo. Dejándose la piel cuando las cosas salen mal. Pidiendo perdón a la afición que les apoyan aunque solo merezcan pitos. Afición que llena Metalla pese a llevar 12 puntos de 30 posibles. No le hace la cama al equipo ni con la pésima imagen que va dando encuentro tras encuentros, sea visitante o local. Esa afición que le duele cuando los suyos pisan la camiseta que ellos tanto aman y dejan de respetar la imagen de un club con historia, andando por el campo y sin garra en todo el partido. Vergüenza me daría a mi cobrar lo que cobráis y hacer lo que hacéis. No os mostréis dolidos al final de los partidos, demostradme que os duele mientras aún se puede arreglar las situación. 

He visto partidos de ligas de empresa donde le ponen más ganas en cada jugada. Donde van perdiendo y se dejan el alma en cada jugada, no caminan como si fueran ganando. No nos sobran los puntos, por si no os habéis dado cuenta. Estamos con cifras de descenso, con pocas ideas, con cero ganas y con mucha rabia acumulada. No sé si vosotros sentís lo mismo que yo, no sé si os duele ver al equipo tan abajo, pero a muchos sí. Si realmente no os duele, no pasa nada, coged vuestras caras botas y vuestras cosas y largaros de aquí, dejad el sitio a un chaval del filial, que cobrará una parte de lo que vosotros, pero por lo menos le pondrá ganas. 

Basta ya de buscar culpables en la directiva y en el banquillo, que los habrá. Pero los que saltan al campo a jugar los partidos son estos tíos y no demuestran nada. Ya esta bien de quitar entrenadores y de prometer cosas que nunca se van a cumplir. Dejémonos de ideas utópicas, de creer que tenemos estrellas cuando solo tenemos gente sin cojones ni ganas por cambiar la situación. Si me equivoco, demostrádmelo en los partidos. Enfadaos, que las cosas no nos salen bien. No celebréis los goles cuando vais perdiendo, pedid perdón; no deis el partido por ganado hasta que no haya pitado el final el árbitro; no bajéis los brazos antes de tiempo. No piséis mi escudo. 

Dejaros de palabritas en rueda de prensa y de caras largas al final de los partidos. Esas caras no solucionan nada, ni nos dan puntos. No sois estrellas, estáis donde estáis porque sois una panda de vagos y que no dais nada a esa afición que os sigue apoyando cuando ni os lo merecéis. No os pitan, os aplauden para que levantéis el ánimo pero vosotros solo hacéis que tentar su paciencia. Pero la paciencia se acaba y pronto pedirán vuestras cabezas. La del capitán que va andando por el campo, la del defensa que hace penaltis de querubín o la del centrocampista ni en el último equipo que se me pasa por la cabeza jugaría. 

Vosotros nos habéis llevado a mirar de cerca el descenso, si realmente os duele, sacadnos de aquí. Y si no os duele o no os veis capaces, apartaos, dejad que otros lo hagan, pero no entorpezcáis el camino. No manchéis la historia de un club grande que ahora esta bajo mínimos porque vosotros lo habéis llevado allí. Hoy os señalo a vosotros, a todos los que os calzáis las botas cada partido para no hacer nada. A todos los que os ponéis nuestra camiseta sin orgullo ni ganas y la paseáis por la Liga manchándola y deshonrrándola. Cuando me demostréis que os importa algo lo que representáis, entonces seré la primera que os darás gracias, pero hasta entonces solo me dais vergüenza y pena porque no sabéis lo que tenéis entre manos y lo que rompéis cada partido que jugáis. 

Lleváis algo más que una camiseta sobre vuestro cuerpo, lleváis algo más que un escudo sobre vosotros; jugáis a algo más que a fútbol. Lleváis encima el sentimiento de mucha gente que ha pasado mucho junto a este equipo y que no puede tolerar que algunos manchen la historia por falta de ganas y por no ponerle cojones a la situación. Lleváis algo que pesa mucho y que es más importante que vuestro nombre, porque no hay nada ni nadie por encima de equipo que representáis. 

Cuando dejéis de creeros figuras y estrellas que no sois, entonces seréis considerados jugadores de mi equipo, hasta entonces no sois nada. Nada para esta historia ni nada de mi equipo. Lo dicho, si no podéis mejorar la situación, fuera. Deja paso a los que vengan detrás y deja de pisar mi camiseta. 



martes, 6 de diciembre de 2016

Tocados y hundidos...

Sinceramente, el partido del domingo era tan previsible que creo que todos sabíamos cómo acabaría aunque no quisiéramos asumirlo. La segunda parte demostró que el Valencia no sabe apenas defender un resultado a favor y por eso hemos perdido tantos puntos en los minutos finales, bien sea de la primera parte o del partido. No hemos aprendido a defender un resultado y por eso estamos donde estamos, marcando puntos en la zona de descenso y con pocas opciones de que esta situación mejore.

La verdad es que el problema no es solo querer defender un resultado corto con un rival atacando constantemente, sino querer hacerlo desde el minuto uno de la segunda parte, donde ni siquiera llegarte al área del Málaga creando peligro, sino que te encerraste en tu campo a verlas venir. Los jugadores no se daban cuenta de que cada vez las ocasiones se acercaban más al área y que cada vez las oportunidades de empatar estaban más cerca.

Me quedaba sin voz en la grada de Mestalla en la jugada del empate chillando que alguien fuera a presionar al del Málaga que centra solo, sin que nadie le haga la presión, a placer para ponerla donde quiere, en el jugador que está esperándola en el área sin que nadie le cubra como es debido. La actitud en la primera parte es mejorable pero aun así decente, pero no se mantiene todo el partido y por esos se pierden puntos. Estamos donde estamos porque no sabemos aguantar ni ver las ocasiones de peligro.

Esta situación no sé dónde puede terminar, o mejor dicho, no quiero pensar donde podemos estar cuando termine la Liga. Me gustaría pensar que tenemos capacidad de reacción, pero es que tras muchas caídas, sigo sin ver que estos jugadores sean capaces de sacar esto adelante. Es cierto que los cambios de Prandelli no fueron buenos en la segunda parte y dejaron el partido en manos del Málaga para empatar el encuentro, pero es que tampoco se ve en ellos un espíritu de autocrítica y capacidad de mejora.

Veo muchas caras largas a la salida de los partidos empatados y perdidos, pero no veo garra y ganas de salir a comerse al rival cuando empiezan los partidos. Veo frases de dolor en las ruedas de prensa de los jugadores pero no veo ocasiones que finalicen en goles ni veo al rival sufrir sobre el campo cuando juga contra nosotros. Nos hemos convertidos en juguetes rotos en manos de nuestros rivales, que cada uno que pasa nos deja más desmontados de lo que estábamos y un poco más bajo en la clasificación.


Ya no sé dónde llegaremos. Ojalá nos acordemos de esto la temporada que viene y suspiremos pensando en lo que podía haber pasado y de lo que aprendimos. Ojalá dentro de un par de jornadas miremos hacia abajo y digamos “allí estuve, pero salí”. Hemos pasado de dar miedo, a dar pena. Teníamos en Mestalla un fortín donde nadie sacaba puntos; lo hemos convertido en un mercado donde los regalamos. Hemos pasado de ser temidos a ser el hazmerreír de muchos. ¿Cómo hemos llegado a esto?. Que cada uno saque sus propias conclusiones.