martes, 6 de diciembre de 2016

Tocados y hundidos...

Sinceramente, el partido del domingo era tan previsible que creo que todos sabíamos cómo acabaría aunque no quisiéramos asumirlo. La segunda parte demostró que el Valencia no sabe apenas defender un resultado a favor y por eso hemos perdido tantos puntos en los minutos finales, bien sea de la primera parte o del partido. No hemos aprendido a defender un resultado y por eso estamos donde estamos, marcando puntos en la zona de descenso y con pocas opciones de que esta situación mejore.

La verdad es que el problema no es solo querer defender un resultado corto con un rival atacando constantemente, sino querer hacerlo desde el minuto uno de la segunda parte, donde ni siquiera llegarte al área del Málaga creando peligro, sino que te encerraste en tu campo a verlas venir. Los jugadores no se daban cuenta de que cada vez las ocasiones se acercaban más al área y que cada vez las oportunidades de empatar estaban más cerca.

Me quedaba sin voz en la grada de Mestalla en la jugada del empate chillando que alguien fuera a presionar al del Málaga que centra solo, sin que nadie le haga la presión, a placer para ponerla donde quiere, en el jugador que está esperándola en el área sin que nadie le cubra como es debido. La actitud en la primera parte es mejorable pero aun así decente, pero no se mantiene todo el partido y por esos se pierden puntos. Estamos donde estamos porque no sabemos aguantar ni ver las ocasiones de peligro.

Esta situación no sé dónde puede terminar, o mejor dicho, no quiero pensar donde podemos estar cuando termine la Liga. Me gustaría pensar que tenemos capacidad de reacción, pero es que tras muchas caídas, sigo sin ver que estos jugadores sean capaces de sacar esto adelante. Es cierto que los cambios de Prandelli no fueron buenos en la segunda parte y dejaron el partido en manos del Málaga para empatar el encuentro, pero es que tampoco se ve en ellos un espíritu de autocrítica y capacidad de mejora.

Veo muchas caras largas a la salida de los partidos empatados y perdidos, pero no veo garra y ganas de salir a comerse al rival cuando empiezan los partidos. Veo frases de dolor en las ruedas de prensa de los jugadores pero no veo ocasiones que finalicen en goles ni veo al rival sufrir sobre el campo cuando juga contra nosotros. Nos hemos convertidos en juguetes rotos en manos de nuestros rivales, que cada uno que pasa nos deja más desmontados de lo que estábamos y un poco más bajo en la clasificación.


Ya no sé dónde llegaremos. Ojalá nos acordemos de esto la temporada que viene y suspiremos pensando en lo que podía haber pasado y de lo que aprendimos. Ojalá dentro de un par de jornadas miremos hacia abajo y digamos “allí estuve, pero salí”. Hemos pasado de dar miedo, a dar pena. Teníamos en Mestalla un fortín donde nadie sacaba puntos; lo hemos convertido en un mercado donde los regalamos. Hemos pasado de ser temidos a ser el hazmerreír de muchos. ¿Cómo hemos llegado a esto?. Que cada uno saque sus propias conclusiones. 


2 comentarios:

  1. En fin... Sigo perdiendo vida en cada partido del Valencia C.F y me cuesta ser optimista. :(

    ResponderEliminar