miércoles, 24 de diciembre de 2014

La curva de la discordia

Antes de empezar quiero dejar claro que no tengo nada en contra de la Curva Nord ni estoy a favor o en contra de su existencia, simplemente quiero dejar en el aire algunos de los temas que últimamente se llevan debatiendo en muchas redes sociales.  

Por todos es sabido la variedad de opiniones en lo referente a la curva más popular de Mestalla: la Curva Nord. Creada como una grada de animación, nacida de la fusión de algunos grupos ya conocidos como Yomus y Gol Gran, esta grada ha traído muchas discrepancias en cuanto a su importancia en el seno valencianista.

En los partidos, son ellos quien llevan la voz cantante, nunca mejor dicho, a la hora de animar. Sí que es verdad que en los encuentro en los que el resultado no está de cara, son los primeros que no dejan que Mestalla se quede en silencio y se dejan la voz hasta que concluye el partido. En los partidos donde los goles llegan y la afición del resto del campo se anima, ellos son uno más entre el griterío que acompaña a jugadores en el transcurso del partido. Las discrepancias llegan a la hora de valorar la importancia o necesidad imprescindible de la presencia de la Curva en todos los partidos para que haya ambiente de fútbol en Mestalla. Muchas son las referencias de que sin dicha curva, Mestalla estaría completamente callada y solo se oiría el sonido de las pipas. Esta afirmación es demasiado dura para ser cierta y deja en un lugar demasiado elevado la necesidad de que la Curva Nord anime cada partido. Es cierto que ayudan a que Mestalla se anime, pero en partidos como hace varias jornadas, donde hubo una callada durante algunos minutos, se pudo ver que no son tan imprescindibles como quieren hacer ver y que Mestalla también sabe animar sin ellos, claro está que no de la misma manera. Cuando ellos aparecen Mestalla se anima más y el ambiente sube varios grados, claro está, son necesarios.   

Otro de los temas candentes en lo referente a esa grada de animación son las supuestas preferencias en cuanto a la adquisición de entradas o los precios de los desplazamientos a partidos fuera. En esto la Curva Nord goza, según dicen,  del amparo del club, bien sea por dicha necesidad ya comentada de una animación en los encuentros en los que jugamos de visitante o bien sea por otro motivo distinto. Lo bien cierto es que con un pase a un precio realmente irrisorio, a algún sector de la grada ché le indigna que tengan también preferencia a la hora de entradas o del precio de las mismas, frente a otras partes del campo que adquieren su pase a un precio más elevado.

Ante esto el club debería, en no tan humilde opinión, si son ciertas estas afirmaciones,  poner al alcance de todo valencianista con pase, las mismas accesibilidades a la hora de adquirir entradas o desplazamientos como lo hacen con dicha curva. De esta manera conseguiríamos poner al alcance de todo el mundo la posibilidad de desplazarse a un precio accesible a animar al Valencia, que es en realidad lo que importa y por lo que nos sentimos valencianistas. Si le damos demasiada importancia a lo que recuerdo, es una parte más de Mestalla, estaremos dejando en sus manos un trabajo demasiado importante como es la animación de un equipo, tan solo limitándonos a que lo haga esa curva, mientras todo Mestalla calla y contempla. Remando todos a uno conseguiríamos más que dividiéndonos por quién es más importante y quién anima más. 

Es bien cierto que en los procesos difíciles, bien sea la venta del club, los grandes partidos, la creación de tifos que dejan Mestalla sin palabras, la defensa ante las críticas provenientes de la Meseta, etc. ellos son los primeros en arrimar el hombro y defender los ideales de un club que todos compartimos y que todos sentimos. No son una grada aislada, recuerdo que todos sentimos los colores como ellos. Aunque pertenezcamos o no a dicha curva, todos tenemos los mismos sentimientos por el escudo, sentimos los colores como ellos y nos alegramos del triunfo del Valencia como ellos, aunque tal vez no lo demostramos o no defendemos como ellos estas ideas, siendo ellos la cara visible del valencianismo. Dicha defensa  les hace importantes pero no imprescindibles ni mucho menos vitales en Mestalla. Es necesario que todos nos unamos a su apoyo para poder hacer más grande el nombre del Valencia.

En ningún momento en este artículo he hablado de violencia ni actos delictivos al referirme a esta grada puesto que creo que, como en todos los lados, algunos casos aislados hacen englobar como violentos a todos y eso tampoco es justo. En esta grada se incluyen gente de todo tipo, algunos de ellos manchan el escudo del Valencia con comportamiento nada deseables pero no por ello se ha de tachar como violenta a una grada que hace mucho por el Valencia aunque algunas acciones, como ya he expuesto, no sean compartidas.

No debemos olvidar que todos somos parte de una afición, nadie debe quedar excluido ni debe exigir más de la cuenta por animar unos colores, porque los sentimientos no se compran con dinero ni la afición se mide en cánticos. Si tenemos el placer de tener una afición donde se encuentre gente con ganas de animar como los pertenecientes a esta curva, sepamos explotar dicho potencial. No nos sintamos imprescindibles sino importantes. No queremos ser más cuanto todos somos. Y sobre todo, no queramos llamar más la atención que el escudo que nos representa.


Ante todo, sempre amunt Valencia!


#JuntsTornem 

martes, 23 de diciembre de 2014

Una Navidad de Champions

Se acaba el año y, como siempre, toca hacer balance de los acontecimientos que han ocurrido este año. Se cierra un año ilusionante, emocionante y lleno de esperanza para el futuro de nuestro Valencia. Se cierra un año donde, tras la venta, se ha podido formar un equipo lleno de juventud, ganas de títulos y mucha fuerza a la hora de afrontar los partidos importantes. Los buenos fichajes, las grandes esperanzas salidas de la cantera y los buenos resultados en Liga nos han hecho colocarnos en puestos Champions al acabar el año.

Concluimos 2014 estando entre los mejores de la Liga, peleando por un lugar entre los mejores de Europa para poder lograr el objetivo de clasificarnos para el gran torneo que enfrenta a los mejores del mundo: la Liga de Campeones.

El año ha sido movido en muchos aspectos. Hasta que no se cerró la venta todo era incertidumbre en torno a nuestro escudo y especulaciones en cuanto a la veracidad de las mil y una ofertas que rondaban el futuro del Valencia. Y al final llegó y aquí estamos, concluyendo un año entre los mejores, con una de las plantillas más competitivas y completas de nuestra liga, sin que nos regalen nada y siendo una piña, siempre juntos.

Hay muchas cosas en nuestro club que mejorar, pero el año se ha acabado con muy buen sabor de boca y con expensas a que el año que en breve empieza siga por el mismo camino o mejor que concluye este. Nuestra plantilla es envidiable en España y posiblemente en muchas ligas europeas. Nuestros jugadores suenan como recambios para los grandes de Europa pero ellos se quedan en Valencia porque ya no tenemos necesidad de vender.

Este ha sido el año de Alcácer, el año que nuestro 9 y el futuro 9 de España ha explotado toda la dinamita que corre por sus venas y que focaliza en sus botas para demostrar a todos que las grandes leyendas se forjan en la oscuridad. Ha sido el año de un Valencia que aspira a ser mejor cada día y que ha tenido el mejor apoyo que se puede desear cuando las cosas se están construyendo: la mejor afición del mundo.

La afición ha remado a una para defender al Valencia por encima de aquellos que criticaban cada paso de los nuestros. Ha llenado campos en días de calor, en días de lluvia y en partidos importantes no ha callado hasta el pitido final. Cuando las cosas iban mal, seguían animando, porque cuando menos me merezcas posiblemente sea cuando más me necesites. Cuando los resultados eran buenos, la alegría se pintaba en las caras de todos los valencianistas, sin importar la edad, todos sentíamos lo mismo: que los mejores momentos se volvían a revivir. Cuando todo parecía cuesta arriba y los malos resultados, las críticas y los reproches mesetarios empezaban a aflorar, Mestalla animaba como solo ella sabe hacer y Valencia se rendía ante un equipo que, pese a las dificultades, ha sabido demostrar que cuanto más se le critica, más fuerte vuelve a retomar los pasos hacía un solo objetivo: colocarse entre los mejores.

Este año que empieza solo es necesario seguir estos pasos, mejorando los fallos y repitiendo aquello por lo que un día nos sentimos orgullosos de llamarnos valencianistas. Porque da igual la edad, el lugar donde te encuentres o los kilómetros que te separen de Mestalla, cuando juega el Valencia, todos somos uno y todos sentimos el mismo orgullo, las mismas ganas y la misma ilusión de volver al lugar de donde nunca debimos salir: entre los mejores.

Los mejores nos esperan tras la vuelta de las Navidades así que volvamos con más fuerza, con más ganas y con más ilusión de que el futuro 2015 será nuestro año, donde haremos cosas grandes y donde demostraremos que la bestia valencianista solo estaba en letargo, porque una leyenda nunca muere para siempre.

Recordad siempre un escudo nos une, unos colores nos hacen iguales, no hay diferencias en nuestra camiseta porque un murciélago corona nuestro escudo. No existe más templo que Mestalla ni más pasión que el rodar de un balón en un estadio mágico.

No existe más confianza que Alves bajo palos, ni más magia que André Gomes tocando el balón en el centro del campo. La fortaleza de Otamendi nos protege de nuestros enemigos, la rapidez de Gayá nos abre fronteras y la calidad de Fegholi nos ayuda a ser mejores. Mustafi y Orban son nuestro mejor escudo y Negredo, Rodrigo y Piatti son los reyes que llevan las mejores jugadas para los nuestros. De Paul es el paje que lleva cada pase infalible a las botas de nuestro único Alcácer, killer y mago de goles. Javi Fuego es la delicadez del centro del campo y Parejo es el regate hecho persona. 
No hay mayor alegría que un gol de Alcácer ni más sueño que una Champions en Mestalla.


Feliz Navidad valencianistas y recordad, los sueños solo terminan cuando se hacen realidad.

#JuntsTornem 

miércoles, 17 de diciembre de 2014

#JuntsPatim

Si algún valencianista sufría problemas de corazón espero que no viera el partido de ayer porque se llevaría más de un susto. O mejor dicho, se pasaría sufriendo 90 minutos porque no hubo tiempo para relajarse. Llegábamos con un 1-2 a favor tras salir de Vallecas pero nos confiamos demasiado en que el Rayo no nos daría problemas que decidimos cambiar el esquema de juego y sacar una defensa que nunca antes había jugado junta y así nos fue...

A los pocos minutos de empezar el encuentro metimos el primer gol, obra del omnipresente Alcacer,  y nos empezamos a relajar. Total, 3-1 en el cómputo global de la eliminatoria, el Rayo no tendría tiempo de reacción, ya estábamos en octavos… y lo que pasa siempre que, zasca! el Rayo se puso las pilas y se colaba como quería entre una defensa que hacía aguas y ante un portero completamente vendido a merced del delantero. Dos goles seguidos no hacía plantearnos que no todo iba a ser tan fácil. 1-2, se llegaba a la igualada de la eliminatoria pero el Rayo quería más y nosotros seguíamos sin enterarnos de que otro gol nos dejaba fuera de la Copa del Rey y, como no, ese gol llegó antes de terminar la primera parte. 1-3. Ya estábamos fuera por una empanada primera parte y sin apenas capacidad de reacción. Y con ese resultado nos fuimos al descanso. La grada se empezaba a vaciar, no podía estar pasándonos otra vez, la historia no podía ser tan cruel con nosotros. Ese resultado nos dejaba en casa ya en 16º en el único título al que aspirábamos este año.

La segunda parte debía empezar con un cambio de aires desde el banquillo y así lo hizo Nuno que realizó los 3 cambios en el descanso, sacando a la artillería pesada y poniendo toda la carne en el asador. En los primeros compases de la segunda parte se vio que los cambios y el descanso habían servido para lavar la cara al equipo y salir con hambre de gol. Y llegó el 2-3 pero eso no era suficiente, teníamos que meter otro más para poder pasar y que el Rayo no metiera ninguno porque nos íbamos a la calle. Y ese gol temido llegó. 2-4, nos hacían falta dos goles a falta de 25 minutos para el final. La gente en las gradas se comía las uñas, los dedos y alguno de los nuestros perdió los papeles sobre el campo y le dio al Valencia la quinta expulsión en lo que va de Liga. Algunos ni miraban, otros se tapaban la cara ante las llegadas del Rayo. Y llego el primero de los dos goles necesarios. 3-4, solo un gol más y estaríamos dentro de los octavos.

Llegaban las ocasiones pero el gol parecía no querer entrar, hasta esa jugada. Esa jugada donde Mestalla casi se cae. 4-4. Ya lo teníamos, ya estábamos en octavos pero todavía quedaban 15 minutos y el Rayo no bajaba los brazos ni se daba por vencido. La grada se moría de los nervios. Pasaban lentamente los minutos. Mirábamos en marcado y los segundos parecían no pasar y el Rayo acechaba el área. Y llegó el descuento, el maldito descuento y el cuarto árbitro quiso hacernos ver los fantasmas del pasado. 5 minutos de añadido y el fantasma de M’bia ya rondaba Mestalla. No podía pasarnos de nuevo. Un gol del Rayo nos dejaba fuera. El tiempo de descuento cumplido pero el árbitro no parecía querer pitar, el pánico se mascaba en Mestalla. Muchos hacía tiempo que ya no miraban el partido. Última jugada, saque de banda en esa banda maldita pero se oyó el silbido del árbitro que nos hacía despertar de la pesadilla. Esta vez no nos quedábamos fuera, esta vez pasábamos pero sufriendo como nunca. A este Valencia le gusta vernos sufrir.

Tras el partido algunas ideas quedaban claras. No podemos salir confiados con un 1-2 y confiarnos más aun por meter en los primeros minutos, porque el rival te puede sorprender como nos pasó anoche y ponernos el miedo en el cuerpo hasta rozar la eliminación con la punta de los dedos. La defensa de ayer debe de ser mirada con lupa. Cancelo no es un jugador para el Valencia al igual que Filipe. Al que pida pruebas, por favor, que se mire el partido de ayer porque son claras. La expulsión de Rodrigo es una clara pérdida de los papeles, dejando a tu equipo con un jugador menos a falta de los últimos minutos para el final, en una agresión completamente innecesaria. Espero que Nuno le deje las cosas claritas a este jugador de que eso no lo puede volver a repetir porque perjudica al equipo. 

Nuevamente Piatti fue decisivo y deja claro que es una de las piezas claves de este Valencia. Negredo estuvo efectivo en las recuperaciones de balón y se le vio robusto en las acciones de ataque del Valencia. André Gomes y De Paul soberbios en todas las acciones en las que tocaban el balón. La actuación de Yoel ayer fue sencillamente discreta y cuanto menos puntualizable: pudo hacer algo más en alguno de los goles y se le vio muy inseguro bajo los palos, ademas de que las estadísticas no juegan a su favor en cuanto tiros a puerta. El equipo ayer fue efectivo a raíz de los cambios y si algunos de los que salieron ayer querían demostrar que se merecen minutos, ayer sencillamente perdieron la oportunidad de demostrarlo. Los suplentes que ayer salieron dejaron en evidencia porque no tienen minutos en el equipo: simplemente porque no están al mismo nivel que el resto.

El partido de ayer también nos hace plantearnos algo a la afición: si sufrimos del corazón, debemos cambiarnos de equipo o no ver los partidos del Valencia, porque a este Valencia le gusta vernos sufrir. Ayer fue un ejemplo claro de lo que es tener el corazón en un puño y lo que se siente cuando se te sube el corazón a la garganta. Pero tras todo esto la afición aguantó y animó hasta el final a su equipo demostrándole que en las buenas y en las malas siempre estará a su lado porque… 

#JuntsTornem pero también #JuntsPatim

domingo, 14 de diciembre de 2014

Contra todo y contra todos...

Después de una racha negativa de 4 partidos sin ganar, el Valencia llegaba a Mestalla para enfrentarse al segundo de los tres partidos seguidos contra el Rayo. En Copa, habíamos salido de Vallecas con un 1-2 a nuestro favor para enfrentar este próximo martes la vuelta de la Copa del Rey. Pero antes de ese partido teníamos que enfrentarnos al mismo rival en Liga. El partido empezaría con una renovación de la alineación por las bajas de Parejo por lesión y Alcacer por sanción tras la roja recibida. Ante estas bajas, Nuno daba entrada a De Paul en la alineación inicial dejando a Rodrigo en el banquillo y con la pareja Piatti-Negredo en la delantera.

La primera parte fue suficiente para que el Valencia cerrara el partido tras dos goles de Soso, uno a centro perfecto de Barragán desde la banda y el segundo resolviendo la parada del portero tras el remate de cabeza de Negredo. 
Pero aún faltaba por llegar la magia de Duende. Piatti se marcó una jugada colándose entre la defensa para poner el balón de nuevo en las redes y dejar el marcador final. Con 3-0 acabó la primera parte y el partido. Una buena primera parte de los nuestros para despejar las dudas de los anteriores partidos donde el juego no fue del todo bueno y para demostrar que en casa nos crecemos más.

La afición tuvo que animar desde el minuto uno ante el silencio de la Curva. La afición sabía el descontento de los suyos ante las nuevas normas y por eso pidió que se demostrara que no es necesario insultar para animar a un club y que para nada somos una afición violenta como algunos pretenden mostrar.

Mestalla nuevamente demostró que sabe llevar en volandas a su equipo y que todos animamos a una. En la cara de los niños se dibujó una sonrisa cuando la Curva finalmente se unió y empezó a animar. Sencillamente eso demuestra la necesidad de que todos rememos en una misma dirección y la necesidad de que pese a las diferencias que nos separan, encontremos lo que nos une: los sentimientos por unos colores, la pasión por un escudo y el sentir por una camiseta.

La segunda parte sencillamente se puede definir en una frase: la cegada arbitral. Al parecer el árbitro, al estar el partido más que sentenciado, decidió tener un poco de protagonismo y empezó a repartir amarillas a diestro y siniestro. A dejar de pitar faltas dignas de roja, a inventarse faltas donde eran inexistentes y, nuevamente, a expulsar a otro jugador del Valencia. Esta vez le tocó a André Gomes. Ya van cuatro expulsiones en lo que llevamos de liga, algunas de ellas cuanto menos injustas… Es para hacérselo mirar, queridos colegiados. El arbitraje fue espantoso en la segunda parte y Mestalla supo reaccionar a ello. Sin insultos pero sí con una pitada y un descontento hacia el colectivo arbitrar.

Claramente ayer pudimos ver que si alguien esperaba que en Mestalla se soltaran improperios por parte de la Curva, se quedaría con las ganas. Si ayer alguien pesaba que los nuestros tropezarían otra vez, no saben realmente cómo salimos de las malas rachas. Nosotros salimos a base de goles, nadando contra todo y contra todos los que se interponen en nuestro camino y demostramos lo que somos sobre un terreno de juego, a base de goles y teniendo el apoyo de la mejor afición del mundo.

Contra viento y marea el Valencia sabe salir de los malos momentos, aprender de los errores y sufrir junto con los suyos. Todavía hay muchas cosas que pulir, pero ayer fue un paso hacia delante para encontrar nuestro sitio. 
Algunos desaparecidos volvieron, como es el caso de Soso que no llevaba una buena racha últimamente. Barragán por fin dio un centro al lugar indicado y Negredo se marcó un gran partido con muchas recuperaciones y muchos cortes de balón aunque no llegó de nuevo el gol. El Duende Piatti volvió a sacar magia con su velocidad y su capacidad de colarse entre la defensa y demostró que es un delantero que está para ganarse un puesto entre los grandes que forman los goleadores valencianistas.

Contra todo y contra todos aquí estamos. Ni con rojas, ni con expulsiones, ni con tildarnos de violentos y agresivos, ni con silenciar nuestras gradas acabarán con nosotros. Porque ser valencianista es pelear contra las dificultades, es hacerse fuerte en las adversidades, es sacar pecho contra los que te critican, es nadar a contra corriente para llegar al premio. Pero ser valencianista, sobre todo, es un orgullo y eso solo quién lo siente lo comprende.  


#JuntsTornem 


lunes, 8 de diciembre de 2014

Autocrítica 2.0

Ya que quienes tienen que hacerla no la hacen, seré yo quien plasme las impresiones que últimamente da este Valencia. Quiero que quede claro desde el principio que todo lo que voy a decir no es por menospreciar al Valencia ni siquiera por criticar a este club, sino simplemente para dar pinceladas sobre el estado y sobre la necesidad inmediata de un cambio. No todo va mal pero hay cosas que podían ir mejor. Eso es la diferencia entre crítica destructiva y autocrítica. Que en una solo se quiere destrozar a quien se la das y en la otra solo pretendes que todo sea mejor.

Últimamente no jugamos a nada. Llevamos un par de partidos que no nos enteramos de la película, hasta que nos cuelan un gol y reaccionamos como por arte de magia. Es necesario que el rival esté acechando la portería y nos meta un gol para darnos cuenta de que tenemos que jugar a algo porque si no, aún seguimos pensando que estamos en el túnel de vestuarios a punto de salir. No hay esa garra con la que salía el Valencia a principio de temporada que se comía al rival los 15 minutos iniciales. Ahora esos minutos son nuestra peor pesadilla porque si el rival empieza enchufado y presionando, nos entra el miedo en el cuerpo y ya no nos sale nada.

Otra cuestión son los cambios. Yo no sé si a Nuno no se lo han explicado o es que a este hombre le gusta ver sufrir al Valencia porque espera al minuto 25 de la segunda parte, con el equipo sin casi ocasiones de gol y con un fútbol pésimo, para mover el banquillo y hacer los primeros cambios, es muy estresante. Si el equipo está mal, reacciona antes, que sino luego llegan los lamentos en sala de prensa de que nos merecíamos más. Tal vez si moviéramos antes el banquillo, los lamentos y palabras bonitas en sala de prensa no serían necesarias. No tenemos que salir con superioridad sino con seguridad de que podemos hacer un gran partido y con ganas de poder lograrlo. No salir con “haber que sale” porque nos pasa lo que estamos viendo los últimos partidos, que no sale nada, que sufrimos por arañar un punto, que nos la cuelan en el último minuto o que se nos aparece la Virgen y remontamos un partido perdido tras no habernos enterado en todo el partido. Que lo mejor de muchos partidos sea el resultado es de vergüenza para un Valencia tan completo.

Tenemos un equipo joven, nuevo y que muchos de ellos no llevan una rodada en Primera, vale, pero eso son los que, con más razón, tenían que salir con más ganas todos los partidos. Esos son los que tenían que querer comerse cada balón y luchar cada pase y sin embargo, caminamos por el campo como si de un paseo en barca se tratara.
Algunos merecen descanso ya, porque no se enteran de la misa la mitad. Rodrigo al banquillo unos partidos y demos oportunidad a jugadores como De Paul que está en un buen momento. Negredo ayer por fin coló la primera, ya era hora, pues aprovechemos esas ganas de gol del Tiburón. La expulsión de Alcácer, sin comentarios, vergonzosa, de juzgado de guardia, para meter al árbitro en la nevera pero para siempre, clamoroso error arbitral. Como dijo alguno que yo me sé “pitan en contra de algunos y siempre a favor de los mismos”. Feghouli también deja de estar fino estos últimos partidos, pues se le sienta y se les da su lugar a otros como Vezo.

Y luego está el mágico Caso Joao. Barragán es Barragán. Un tío que te hace un centro bien entre todos los partidos de su carrera y tras doce roja directas, trece centros al tercer anillo de Mestalla, diez home run y varias roturas de cadera por el desborde del rival por su banda. Joao tiene que jugar. Es un jugador que de la noche a la mañana una mano negra se ha posado sobre él y le ha apartado de toda convocatoria con la única explicación inexplicable de “Barragán y Cancelo son mejores” Que venga Dios y lo vea, porque ni Nuno se cree esa afirmación.

Esos cambios, esas matizaciones, esos ligeros retoques y PUM! Tal vez veamos otro Valencia. No es pedir mucho: cambios a tiempo, presión, ganas, garra y hambre de gol. Justo lo que teníamos a principio de temporada y que hemos perdido.

Nuno, que sea yo quien tenga que decir todo esto y que tú no seas capaz de verlo y trasmitirlo a la afición es un poco preocupante. Yo no te voy a tirar a los leones ya, confío en tu poder de reacción para poder sacar esto adelante y cambiar los errores, pero los cambios se tienen que ver ya, que nos descolgamos  de los sitios Champions y los tiempos de reacción se acaban. No voy a pedir que te tiren, no sería justo y sería mesetario hacerlo, pero poder de reacción y autocrítica sí. Cambios a tiempo, presión, ganas y hambre de gol. Puntos clave se nos están esfumando, campos fáciles nos están ahogando y partidos claros los estamos perdiendo. O reaccionamos ya o los grandes nos comen.

Vamos a estar ahí, animando aunque las cosas no salgan bien pero las críticas no son destructivas sino que las hago porque sé que lo sabéis hacer mejor. Nunca me apartaré de vuestro lado aunque todo parezca negro, siempre caminaré junto a vosotros. Tal vez ahora una autocrítica a tiempo sea una victoria en el futuro. Tal vez poner remedio a un problema ahora sea tener un triunfo luego. Tal vez una reacción a tiempo es un premio a largo plazo. Reaccionemos pero reaccionemos juntos. Todos remamos en la misma dirección, no permitamos que estos resultados nos separen, pero rememos. Confío en vuestra reacción pero la autocrítica tiene que llegar y los cambios se tienen que ver.


#JuntsTornem 

lunes, 1 de diciembre de 2014

La tragedia del descuento...

Un partido pasado por agua. Un partido ansiado por todos. Era un rival difícil, complicado que nos plantaría cara, pero teníamos la gran suerte de jugar en nuestro estadio. Nuestra afición nos respaldaría desde el inicio del partido y sería el jugador número 12 sobre el campo.

El partido empezó con ocasiones para ambos equipos aunque el Valencia era más sólido en defensa y dejaba pocas ocasiones claras para el conjunto catalán, que usaba la calidad de un Messi ausente y de un Neymar desconocido. Los primeros compases de partido dejaban denotar que el conjunto ché tenía más ganas de sacar las garras y devorar a la bestia blaugrana. Pero los goles no llegaban y los 45 minutos terminaban con una buena imagen del Valencia pero con 0-0 en el marcador. Empezaba la segunda parte y más de lo mismo. La solidez en defensa dejaba al Barcelona con muy pocos tiros a puesta y con casi ninguna ocasión clara de gol pero ya conocemos al destino. Este no es justo con el 
Valencia y llegó el descuento… esos 3 minutos fatídicos en los que los nuestros se llevaron la peor parte. Gol de Messi a falta de 10 segundos. Y los nuestros se derrumbaban sobre el césped mientras los culés los celebraban como si fuera una Champions.


Claramente ayer el destino volvió a ser injusto con el Valencia. Ayer el resultado no plasmó la realidad de un partido disputado. Ayer el juego del Valencia supo plantar cara a todo un campeón de campeones, sin miedo, sin temor sino con ganas y con coraje. Las ocasiones llegaron pero no fueron definitivas ni acabaron entre las redes. Los pases llegaban pero las ocasiones se encontraban con la mala puntería de los nuestros o con las manos de Bravo. Anoche los cambios tardaron en llegar y llegaron tarde. Pero los nuestros se lo dejaron todo en el césped.
Hubo muchas luces y pocas sombras en territorio valencianista. La sombra más grande se plasmó en el marcador. Un gol en el último minuto nos hacía cosechar nuestra primera derrota en casa con inmensa suerte inmerecida. Negredo no estuvo acertado de cara a puerta y las ocasiones no acabaron en gol.

Si hay que señalar a un jugador sobresaliente sin ninguna duda llevaría  el nombre de NICOLAS OTAMENDI. Lesionado, cojeando pero el tío acabó el partido sin pedir el cambio y subiendo a rematar cada córner, bajando a defender cada contragolpe y metiendo la pierna para cortar todos los balones. La pareja André Gomes- Barragán ayer también jugo a la perfección dejando detalles de calidad sobre el campo y volviendo loco tanto el centro del campo como el desborde por las bandas y los cortes de balón de las subidas culés.

Los nuestros hicieron un partido para ganar y se llevaron una dura derrota. La imagen de desolación sobre el campo a todos nos recordó a ese gol de Mbia en el último minuto en esa semifinal de Europa League. Como siempre, las injusticias se ceban con nosotros. No hay que bajar la cabeza, porque hoy nos tenemos que sentir orgullosos de llamarnos valencianistas. Le hemos plantado cara a todo un Barça y ha tenido que ser en el descuento cuando nos marquen. Tal vez el fútbol sea injusto pero nosotros hemos de sentirnos orgullosos más que nunca de formar parte de esta afición y sentir los colores de este escudo.

Hoy más que nunca, gracias mamá por hacerme valencianista. Por vestirme y enseñarme estos colores. Por formar parte de esta afición. Por poder vivir noches como la de ayer y no perder la fe en este equipo. Gracias Valencia por hacerme sentir orgullosa de ti. En las buenas y en las malas, siempre a tu lado.


No quiero terminar sin acordarme de alguien que ayer trágicamente perdía la vida en el río Manzanares por culpa de un par de cobardes que, escondidos detrás de un escudo y de una camiseta, dejaron sin padre a un niño. Sin duda, esta gente no merece mi reconocimiento pero si esa persona que ayer fallecía. El futbol es pasión, no es muerte. El fútbol es competencia, rivalidad pero nunca es motivo de perder la vida. Da igual la camiseta que vistamos, los colores que sintamos y la rivalidad que haya entre nosotros, es solo fútbol a fin de cuentas. Jamás debemos permitir llegar a semejantes extremos. DEP Jimmy.

#JuntsTornem 

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viernes, 28 de noviembre de 2014

Retomemos la senda...

Los últimos partidos han demostrado que esta liga no va a ser tan fácil como parecía al principio de la temporada. Cuando lo ganamos todo, nos parece que las cosas van a salir siempre bien. Pero cuando los resultados empiezan a no ser buenos y los nuestros juegan como anteriormente, es cuando los fantasmas del pasado vuelven a aparecer y nos entra el miedo de que los primeros compases de liga fueran solo un espejismo de un Valencia mejor.

Perdimos contra el Levante, a priori un rival asequible, haciendo un partido sin muchas luces y con demasiadas sombras. No salimos con hambre de gol y el escaso juego nos llevó a la segunda derrota fuera de casa. Este camino no es que este Valencia necesita, Mestalla puede ser nuestro amuleto, pero fuera de casa hay que cosechar victorias desde ya. No podemos permitirnos más partidos como el de la semana pasada, porque no tendremos una segunda oportunidad para continuar en los puestos de arriba.

Este domingo es un partido de altura. Pisa Mestalla el rival más temible entre los grandes. Tiene grandes estrellas, pero no acaban de brillar como se esperaba. Tienen gran equipo, con muchos títulos, pero no acaba de despegar como hace algunas temporadas. Si pudimos ganarle al vigente campeón de Liga, ¿el Barça se nos va a atragantar? Mestalla es nuestro amuleto, solo hemos empatado en casa y lo demás han sido victorias. Estoy segura que este domingo no va a ser menos. El partido de la semana pasada ya no lo podemos cambiar pero si podemos aprender de los errores cometidos para no volver a cometer en este partido.

Con el Barça hay que salir enchufados desde el minuto uno hasta el final del partido, sin despistes, sin bajones de cabeza, porque en ellos nos pueden hacer mucho daño y no habrá tiempo para reaccionar. Tenemos que tener la mente puesta en cada pase, en cada control y en cada toque, porque cualquier error nos puede suponer una desgracia que no queremos conocer.

El Valencia no tiene miedo a nadie ni a nada, el Valencia está entre los grandes porque se lo merece, sin ayuda de nada ni de nadie. Por méritos propios ha llegado a estar donde solo los grandes llegan. Con jugadores entregados ha conseguido reunir en una plantilla: juventud, talento y ganas de títulos. No todos pueden decir lo mismo de los suyos. Sintámonos por tanto orgullosos de este equipo que tenemos, porque puede que nos hayamos caído, pero eso no significa que no vayamos a levantarnos.

Nos vamos a levantar ya para poner de nuevo el camino hacia arriba, y nuestro primer verdugo va a ser el Barça en casa. Mestalla estará llena hasta la bandera y esos jugadores que se dejarán la piel en el campo tendrán el apoyo de la afición que nunca defrauda y que nunca deja a los suyos caminar solos, por muy mal que hagan las cosas. 

Porque cuando perdemos, estamos con los nuestros. No los criticamos, simplemente sabemos que lo pueden hacer mejor y les exigimos lo máximo, porque tenemos entre los nuestros algunos de los mejores jugadores que jamás un equipo ha podido reunir.

Con todas estas cosas, el Barça no podrá competir. Podrá tener a Messi igualando a Zarra, pero nosotros tenemos a Alcacer recuperado y con ganas de enchufarle algunos goles a Bravo; puede que tengan a Suárez pero nuestro Negredo es un tiburón que muerde más fuerte y tiene más hambre de gol; puede que tengan a una gran defensa, pero la nuestra con Otamendi y sus secuaces no tiene nada que envidiarle.

Si se la colamos con Mathieu, ¿este domingo va a ser menos?

#JuntsTornem 

viernes, 21 de noviembre de 2014

El Tiburón asoma la aleta...

A escasos días para el derbi y amansadas las aguas entre las directivas de ambos clubs, la noticia de ayer hacía saltar las alarmas en territorio ché: el pilar, el killer, el cazagol del Valencia notaba ayer molestias en los isquiotibiales y se retiraba del entrenamiento siendo duda para el domingo próximo.

Las dudas creían en el seno valencianista, no por Alcacerdependencia, sino porque el valenciano era una pieza clave para Nuno a la hora de confeccionar su alineación para el derbi. Era un contratiempo inesperado, pero de repente en Paterna empezó a sonar la banda sonora de Steven Spielberg y el Tiburón empezó a asomar la aleta entre la concentración.

Negredo está preparado para ser titular. Está preparado para estar a la cabeza de la saga valencianista a la caza del gol como la presa más ansiada. Está recuperado de su lesión y tiene ganas de surcar los mares de la liga dando caza a todo aquel que se interponga en su camino. Oyendo esa melodía, Nuno se tranquilizó y todo apunta a que el 
Tiburón podría ser titular en la alineación del próximo domingo contra el Levante.

Es la oportunidad de ver a Negredo desde el minuto uno de partido, llevando los compases del encuentro desde el inicio. Es una gran responsabilidad suplir el puesto del gran Paco Van Basten pero seguro que Negredo estará a la altura de las circunstancias y nos regalará un partido emocionante de cara al derbi y dará grandes jugadas y goles a la afición que llenará las gradas visitantes a pesar de todo lo que ha pasado.

No debemos confiarnos, no será un rival fácil, pero debemos ir con la cabeza bien alta por ser quien somos, por defender la ciudad que defendemos, por llevar los colores que portamos en nuestra camiseta y por representar al escudo que llevamos bordado en nuestro corazón, por siempre y para siempre.

El domingo La Charca será blanquinegra, el domingo la bestia valencianista inundará la capital del Turia para animar a su equipo. El domingo los sapos sentirán el mordisco del murciélago. El domingo seremos uno como siempre hemos sido uno y llevaremos a nuestro equipo donde se merece: de nuevo entre los grandes.


#JuntsTornem 

viernes, 14 de noviembre de 2014

Dejaremos seca la charca...

Todavía queda más de una semana para el clásico derbi entre el Valencia y el Levante y los ánimos ya están tan caldeados como si restaran pocas horas para el inicio del encuentro. La culpa la tienen el precio de las entradas para los visitantes. 15 euros era la cuota fijada por los clubs valencianos para sus correspondientes derbis pero el Levante ha decidido tomar sus propias decisiones y poner las entradas al precio que les sale de su hermosa cola de sapo renacuajo: 30 euros, el doble, nada más y nada menos.  Y en los tiempos que corren... 

Esto ha indignado a toda la afición valencianista puesto que este acto solo demuestra que las ganas de ganar dinero están en este club por encima de los intereses de los aficionados. La verdadera razón: ¿miedo de que no se les oiga si ponen las entradas de los visitantes a 15 euros? ¿Temor de que su estadio no tenga suficiente capacidad para tanto valencianista? ¿Tal vez sea terror a la vergüenza de que haya más visitantes que locales? ¿Ganas de tomar las narices? ¿Desafío al Valencia?

Sea cual se la razón, el club ché ha dado un golpe sobre la mesa y ha informado que asumirá la mitad del coste de las entradas para los visitantes y que no acudirá al palco del Ciutat de Valencia por respeto a sus aficionados. Olé y olé. Amadeo Salvo y el Valencia entero ha levantado su mano y ha dicho "para chulo, yo". 

No contentos con esto, en una hora se agotaron las escasas entradas puestas a la venta en las taquillas de Mestalla, por lo que muchos aficionados han decidido que verán el partido en los alrededores y que harán que se les oiga dentro del futbolín que llaman ellos estadio. Allí estaremos, animando a nuestro equipo que es lo que mejor sabemos hacer. 

Esto solo demuestra que un club no lo hace grande las ansias de ganar dinero, sino el estar al lado de su afición en los momentos malos y saber apoyarle cuando las cosas no salen bien. Esto hace grande al Valencia y ridículo al Levante.

Pero que podemos esperar de un club envidioso y sin afición. Un club repleto de un batiburrillo de gente sin amor 
por escudo y sin sentimiento de colores. Que podemos esperar de un club que lo único que sabe hacer es menospreciar al rival pero desconoce lo que es apoyar a su equipo. Un club en cuyas vitrinas solo reside el polvo desde hace años y las ligas de segunda. Cuya historia se resume en ser el segundo equipo de Valencia detrás de la sombra blanquinegra que preside la ciudad desde siempre y para siempre. 

Que se preparen en la charca porque no dejaremos que los sapos croen más de la cuenta. Que preparen para quedarse secos porque pensamos llegar la charca hasta los límites que nos permitan y los alrededores estarán más llenos de gente que en todos los partidos de su historia.

No es amor lo que sentís, es envidia y la envidia solo hace pequeño aquel que la siente. El ridículo delante de toda 
España ya lo habéis hecho. Ahora esforzaros, por los menos, en no hacerlo sobre el campo, porque sino vuestra poca historia y vuestro escaso respeto habrá quedado estimado en nada.

Los sapos no nos van a callar ni nos van a hacer menguar en los ánimos hacia nuestro colores. Porque al Valencia cuanto más difícil se lo ponen, más empeño pone en sacarlo adelante. Cuantos más obstáculos hay en su camino, más fuerza pone en superarlos. Vosotros sois solo una piedra en el camino, una piedra que nos hará caer sino que nos hará darnos cuenta de los errores que nunca debemos cometer: dejar a un lado los sentimiento de la gente y el sentir del fútbol por el afán de ganar dinero a costa de un sentimiento. 

No jugamos la misma liga y, por lo tanto, no nos parecemos en nada. Compartimos ciudad pero solo uno de nosotros tiene una historia que contar. No somos nada el uno con el otro pero tengo una cosa clara: no quiero ser como tú. 


#JuntsTornen 

lunes, 10 de noviembre de 2014

No somos invencibles...

Tarde lluviosa sobre la capital del Turia. Tarde de mucho frío y ambiente de fútbol alrededor del estadio. Ni el frío ni el mal tiempo puede parar la pasión por unos colores.

Los leones visitaban Mestalla con ganas de asaltar el coliseo valencianista y llevarse la primera victoria de cualquier equipo en ese campo. Los valencianistas saltaron al campo con ganas de seguir en la racha de victorias en casa que les mantuviera en el segundo puesto. Los dos equipos necesitaban los puntos y los nuestros tenían más calidad sobre el campo en los primeros compases el partido.

La primera parte fue monótona con arranques de los nuestros por las bandas, desborde por el centro del campo y varias ocasiones falladas que podían decantar la balanza por el lado local. La segunda parte fue similar, con grandes jugadas del club ché y ocasiones claras para los leones en los minutos finales. El Valencia no dejó salir a los leones de su medio campo y desbordó por las bandas con la velocidad de Gayá y André Gomes. Con la solidez en la defensa comandada por Otamendi, la zaga valencianista no sentía peligro cuando los leones rugían hacia el área y la portería sentía la tranquilidad de Diego Alves bajo palos.

Divertidos 45 minutos de juego pero sin goles para ninguno de los dos conjuntos. Llegaron los 90 reglamentarios y el árbitro pitó el final con un reparto justo de puntos para ambos equipos.
Gran trabajo de los nuestros con un equipo robusto y sólido en defensa, creador de juego en el centro del campo y letal a falta de gol en la delantera. La gran ovación de la noche se la llevó Piatti al ser cambiado por la bomba Negredo que va teniendo minutos en la recta final de su recuperación. El tridente está todavía por afilar pero aspìra ser  una delantera letal. 

Partido reñido donde nos faltó el último pase a la hora de crear gol. A seguir trabajando esta semana de partidos de selecciones. Próximo rival: Levante. Los granotas reciben a los murciélagos con sed de puntos al encontrarse en zona roja de descenso mientras que los blanquinegres acudirán al Estadi del Llevant con ganas de seguir sumando puntos para no descolgarse de los primeros puestos.

No hay que pesar más allá de los partidos que vienen. Ahora solo vemos una semana para pulir los detalles que nos deja el partido de ayer. Un partido en el que la grada respondió como siempre sabe hacer: recibiendo a los suyos entre ovaciones y cánticos de apoyo por el gran esfuerzo de las últimas jornadas. 
Nadie nos podrá callar ni nadie nos hará temblar. Porque cuanto más empinada parezca la cuesta, más esfuerzos pondremos por llegar a la cima. Cuanto más duro parezca nuestro rival, más dedicación pondremos en derribarle. 

Cuanto más miedo nos tengan los de arriba, más motivos tendremos para seguir luchando por llegar al lugar de donde nunca debimos salir: los primeros puestos. Este Valencia no quiere ser más un equipo de media tabla y lo está demostrando en estos partidos.

Porque jugamos con 12 jugadores. Porque nuestra afición es el mejor ataque. Porque siempre está arropando a los jugadores.Porque aprendemos cuando algo no sale como queríamos. Porque no somos invencibles pero sí duros de vencer. 

Porque nos habéis dado motivos para soñar con cosas grandes. Hoy más que nunca, orgullosa de haberte elegido. Orgullosa de sentir los colores que tú representas. Orgullosa de que luzcáis esa camiseta. Orgullosa del escudo que está bordado en mi corazón. Orgullosa de llamarme valencianista.

#JuntsTornem


viernes, 7 de noviembre de 2014

Un motivo por el que luchar

Paso firme, sin vacilar y sin mirar atrás. Solo viendo el futuro cercano. Solo concentrándose en el siguiente partido. Con pies de plomo. Con ganas de victorias y sin miedo a la derrota. ¿Quién dijo que en Valencia nos rendimos cuando las cosas nos salen bien? En Valencia sabemos luchar por lo que queremos. Sabemos pelear hasta el final por aquello que nunca debimos perder: estar entre los mejores.

Ahora más que nunca sabemos que este equipo es grande, porque en los malos momentos ha sabido levantarse más fuerte que cuando caía. Ahora sabemos que cuando todo parezca complicado, a base de fuerza, coraje y el apoyo de la mejor afición pensada, todo se puede conseguir. Ahora tenemos esa ilusión de hacer cosas grandes en esta liga. Tenemos esas ganas que el año pasado perdíamos en cada partido que jugábamos. Salíamos al campo sin ánimos, posiblemente porque no teníamos nada por lo que luchar. Hoy tenemos motivos suficientes para llegar Mestalla en cada partido, sin importar la hora ni el rival. No porque las cosas vayan bien, sino porque sentimos que este Valencia merece ser animado en las buenas y en las malas.

Pero este año es diferente. Sabemos que cada punto costará esfuerzo. Que cada victoria tendrá que trabajarse desde el minuto uno hasta el descuento, pero no vamos a desfallecer porque tenemos un equipo que está haciendo méritos para ser campeón. Tenemos un equipo posiblemente envidiable y realmente completo. No tenemos grandes figuras mediáticas pero si jugadores comprometidos con un proyecto y con un escudo, con vista a un futuro prometedor.

Siguiendo en este camino lograremos ser lo que nunca hemos dejado de ser: los mejores. Nunca desapareció esa magia que brillaba en el Doblete. Nunca se extinguió la llama que nos llevó a las finales de Champions. Nunca se esfumó esa alegría que tanto inundaba Valencia en los días de futbol, simplemente no tenía un motivo por el que luchar. Ahora lo hemos encontrado y la bestia ha resurgido de sus cenizas para plantarle cara a campeones de copas y ligas.

Que nadie tenga miedo, pero si respeto. Que nadie se confíe, porque este Valencia tiene ganas de títulos y no va a parar hasta saciarla. Si alguien dudó alguna vez, que retome la confianza. Si alguien pensó que este Valencia había muerto, que mire la bestia en la que nos hemos convertido. Porque a manos de la una afición como la nuestra, con un escudo con tanto sentimiento y con los colores que nos identifican, solo podemos hacer cosas grandes.  

Porque como dijo El Flaco “No queremos ser más segundos


#JuntsTornem 

jueves, 6 de noviembre de 2014

Mestalla: Jaula de leones

En Valencia se respira la sensación de que podemos hacer cosas grandes. El equipo está más enchufado que nunca y la afición está entregada por esos colores que tantas alegrías nos está dando.

Cuando nadie confiaba en nosotros, demostramos al mundo que con humildad y mucho esfuerzo se puede hacer grande a un club que nunca fue pequeño. Cuando todos nos criticaban, demostramos, a base de futbol y goles, que la calidad se demuestra con un balón en los pies. Cuando todos se reían de nuestro club, sacamos pecho por escudo que amamos y forjamos el equipo que hoy en día sigue segundo en la tabla a un punto del líder.

No llamamos la atención, vamos sin prisa pero sin pausa. Paso a paso vamos recogiendo los frutos de mucha constancia, trabajo, amor por los colores y el apoyo de una afición extraordinaria. Los mejores nunca mueren y la bestia valencianista solo estaba durmiendo.

Porque si algo tiene Valencia es sentimiento, orgullo, pasión y amor por los colores que un día de pequeños elegimos  y de los que hoy, todo valencianista confeso,  se siente orgulloso. En Valencia jugamos con ventaja, tenemos LA MEJOR AFICIÓN DEL MUNDO y por lo tanto, metemos el primer gol en cada partido.

Ya sea fuera o en Mestalla, siempre se oyen las gargantas de miles de valencianistas animando a los suyos para demostrarles que por muy lejos que estén, nunca estarán solos.  No jugamos Champions, ni UEFA pero estamos tan entregados como si hubiéramos sido campeones de liga porque la ilusión por estos colores se tiene siempre y se vive para siempre.

Este fin de semana, vuelve la liga al fortín valencianista. Este domingo, los leones quedarán atrapados en la jaula llamada Mestalla. Este fin de semana, seguiremos demostrando que los pequeños golpes de genio se consiguen en grandes estadios como el nuestro.
Mestalla es nuestra fortaleza, los leones tiene que saberlo. La batalla será dura, de eso no cabe duda, pero tenemos los mejores luchadores: jugadores que partido tras partido se dejan la piel en el campo. 

Tenemos al mejor comandante: un entrenador que está haciendo soñar a todo valencianista, sea cual sea su edad. Y sobre todo, tenemos al mejor público imaginable: gargantas llenas de ganas por ver a una Valencia campeón. Jugamos en casa y Mestalla es nuestro amuleto, aquí los leones no rugen, simplemente se someten ante la furia blanquinegra.


Jugaremos con la ayuda de esa afición que llenara Mestalla para demostrar que la pasión por unos colores es eterna, que nada ni nadie puede hacer que desaparezca y para recordar que valencianista se nace, no se hace.

#JuntsTornem 


lunes, 3 de noviembre de 2014

I have a dream...

Si esto es un sueño, que a nadie se le ocurra despertarme. Estar donde estamos solo lo consigo luchando cada día, esforzándose en cada entrenamiento, luchando por cada balón, corriendo cada banda, peleando cada remate, metiendo cada gol, resurgiendo y aprendiendo de las derrotas y celebrando cada triunfo. No somos uno más, somos los mejores.

Tal vez muchos dudaron de nosotros cuando empezamos la liga. Tal vez muchos pensaron que entre el mar de dudas que cubría nuestro club no podía sacarse un equipo luchador pero lo que no sabía es que en Valencia cuanto más imposible parece, más ganas le ponemos para lograrlo. Porque si alguien nos dice que es imposible ya tenemos motivos para intentarlo. Nosotros lo estamos haciendo, luchando cada partido para hacer grande el nombre de este club. Nosotros no saltamos al campo, ni metemos goles, ni entrenamos cada día pero nos dejamos la voz en cada partido, arrimamos en el hombro si las cosas no salen bien, celebramos cada gol como si fuera el último, apoyamos cuando el equipo más nos necesita, nos hace oír en campo rival y vamos a donde juegue nuestro Valencia. 
Porque el Valencia es la señal que nos identifica, es el estandarte que engloba un sentimiento por unos colores y es la alegría de sentirte parte de la mejor afición del mundo.

Porque Mestalla nos es solo un campo, porque el Valencia no es solo un club, por no solo 11 saltan cada fin de semana al terreno de juego, porque no solo este equipo lo componen jugadores sino también miles de almas que cada fin de semana siente la camiseta como el que más, viven el partido como el jugador 12, defienden los colores más allá de las críticas y se sienten orgullosos de un club que pese a las adversidades se mantiene arriba en la tabla, sin un jugadores que valgan millones pero si millones de almas que animaran a estos jugadores cuando las cosas salgan mal. Porque la afición se demuestra en los malos momentos, porque en los momentos difíciles nosotros sabemos enfrentarnos a las críticas pero en los buenos momentos sacamos pecho por aquello que de pequeños aprendimos y de mayores nos hace sentirnos orgullosos de un escudo que merece todo lo mejor.


Valencia somos todos y este escudo lo formamos todos. Gracias Valencia por hacerme sentir orgullosa de haberte elegido. Sabía que no me había equivocado contigo y hoy más que nunca diré orgullosa que el Valencia es una forma de vivir. 

miércoles, 22 de octubre de 2014

Remontar el vuelo...

Cuando los grandes se caen, tiene la obligación de levantarse, porque el esfuerzo se demuestra estando a la altura de las caídas y resurgiendo en los peores momentos. Hoy todos hablan de nosotros. Muchos dicen que ya hemos vuelto donde deberíamos estar (perdiendo), otros dicen que nunca fuimos grandes y lo de hace unos partidos era solo una ilusión. Otros piensan que por fin vamos a ver al Valencia que siempre existe en toda liga, ese que gana contra los grandes pero que deja los puntos en los campos de los de la tabla baja.

Perdimos en A Coruña, no nos salió un gran partido, tal vez ellos fueron superiores… Pero, ¿vamos a criticar ya a un equipo que ha ganado al campeón vigente de liga? ¿Vamos a dar ya dudas de los jugadores que hace una semana tachábamos de héroes? ¿Vamos a bajar ya de la nube y decir que no vamos a ganar nada y que este equipo no tiene futuro? Tenemos esa opción, empezar a llorar y no confiar más en que podemos volver. Podemos empezar a criticar a Nuno, a los jugadores. Podemos echarle la culpa o buscar culpables... Parejo, Diego Alves por lesionarse, André Gomes, Barragán… Podemos tachar de culpable a cualquiera del vestuario pero dentro de una semana… ¿qué haremos? ¿Volveremos a coronarles de cracks cuando ganan 3 partidos seguidos? ¿Volveremos a decir que tenemos la mejor plantilla cuando en casa sigamos sin perder? ¿Volveremos a confiar solo cuando las cosas vayan? Hay que estar en las victorias pero la afición se demuestra estando en los peores momentos.

Hemos demostrado estar en las buenas y en las malas. Hemos demostrado que somos la mejor afición del mundo llenando el campo en la presentación de nuestro equipo solo aspirando a liga y copa. Hemos abarrotado el campo en partidos  a las 4 de la tarde y contra un Córdoba. ¿Y ahora ya nos bajamos del tren que antes nos coronaba campeones de liga y copa?
Pues yo saco pecho por este Valencia. Yo creo que las derrotas no hacen bajar los pies al suelo y nos hace pensar que ganar no siempre será tan fácil, que perder no hará valorar las victorias que vendrán después. Perder solo significa aprender de los errores y en el fútbol perder es simplemente corregir aquello que no ha salido bien y volver a luchar por continuar sumando puntos. Vamos a llevarnos derrotas pero de ellas aprenderemos y tal vez nos hagan ser mejores.

Si en Madrid nos critican y se fijan más en nuestros partidos que en los suyos, es porque nos ven rivales directos por la lucha por los primeros puestos y necesitan minarlos la autoestima para poder sentirse ellos con más fuerza que nosotros. A esos colchoneros les digo, la derrota del otro día os la dedico por los 3 goles que os llevasteis en Mestalla en 13 minutos. Os dedico la derrota porque ahora somos más fuertes y no volveremos a caer en el error cometido en tierras gallegas. A los que os reis, os invito a que seáis prudentes, porque quien ríe el último siempre ríe mejor.
Si duele la caída es porque estábamos muy arriba. Pero no hemos caído en balde, no hemos caído para quedarnos tirados en el suelo y que otros nos pisoteen. Nos hemos caído para levantarnos fuertes, con las pilas cargadas y con sed de victoria. Ahora valoraremos aún más si cabe cada punto y cada gol que saquemos en casa o fuera. Ahora saldremos al campo con ganas de demostrar que hemos aprendido de los errores y que los grandes no se hacen pequeños a base de derrotas sino que se engrandecen de aprender de las caídas.

Temed porque aún podemos ser mejores. En Madrid, en Barcelona, en Sevilla o en cualquier rincón de España tiene que saber que en Valencia hay un sueño y un club mucho más grande que todas las críticas que pueda recibir. Porque no es simplemente un escudo, un club o unos jugadores. Es una afición que defenderá a muerte los colores de su equipo, que viajara donde sea para ver ganar al Valencia y que pase lo que pase, estará al lado de los suyos. Porque como dijo un grande “No merecemos ser más segundos”. 

Nuestro próximo verdugo viene a Mestalla y le conocemos muy bien: Elche. Nunca estarás solo, Mestalla estará llena para ti. Porque puede que ahora no me merezcas pero seguro que es cuando más me necesitas.

AMUNT!

#JuntsTornem



sábado, 11 de octubre de 2014

Gracias fútbol...

No son 90 minutos de fútbol, son 90 minutos de alegría, de tensión, de ilusión y de evasión del mundo que te rodea. Son minutos donde solo un balón, un pase, un gol ocupa las preocupaciones en tu cabeza. Se siente sudando la camiseta, estando en el estadio o viendo el partido desde casa, pero amar el fútbol es entender que es mucho más que un deporte. Es una manera de compartir con los demás las alegrías, los triunfos y las derrotas. Es conocer a gente distinta, de distintos lugares pero con un mismo sentir por unos colores, un escudo y una camiseta. En el fútbol siempre hay rivales, ganadores, vencidos, derrotas y victorias que marcan la vida de uno pero sobretodo está la satisfacción de sentirte parte de una afición que representa los colores de una tierra, un escudo que es la bandera de miles de almas y una camiseta que engalana el corazón de los que verdaderamente amamos el fútbol.

Quien no lo vive, no lo entiende. Quien lo critica jamás entenderá lo que es vibrar 90 minutos, abrazarse con un desconocido en el campo, ir pitando por la calle al ganar un copa, esperar horas y horas en las puertas del estadio a que lleguen los jugadores. No sabrán lo que es salir al patio con ganas de colocar dos chaquetas como límites de portería y que empiece a rodar el balón como si de una Champions se tratará. No sabrán lo que es celebrar un gol corriendo por el campo o tirándose encima unos de otros. No sabrán la alegría de meter el golazo de tu vida y saber que no se volverá a repetir porque ni tú sabes cómo lo has hecho. No sabrán nunca lo que se siente al llegar a casa y contar con todo lujo de detalles la jugada que hiciste en el campo y que para ti fue merecedora del Balón de Oro. No sabrán la ilusión que se siente al recibir un balón como regalo o una camiseta de tu equipo en Navidad. No sabrán la alegría de ver a tu jugador favorito en la tele y querer ser algún día como él. No sabrán lo que es estar en tensión en el sofá de casa mientras tu equipo llega al descuento y le pitan el penalti que supondrá el gol de la victoria. No sabrán lo que es llorar cuando se pierde un título y festejar un triunfo pintándote la cara con los colores, enfundándote la camiseta y sacando todo lo que tengas de tu equipo y salir a la calle.

Quien no lo sabe, tampoco sabe lo que se pierde. Porque conocer la magia del fútbol da la oportunidad de conocer a la gente que rodea un escudo. Da la oportunidad de relacionarte con gente que siente los colores como tú, que vibrar por once jugadores como tú, que se deja la garganta y la voz en cada partido como tú y que simplemente un escudo ha hecho posible que dos personas distintas se unan por un sentimiento común.

Tal vez quien me lea piense que el fútbol es solo 22 tíos corriendo en un campo cuadrado con rallas blancas sobre el césped detrás de un balón. Si lees y piensas esto, entonces no entiendes la esencia del fútbol. Entonces simplemente deja de leer mis entradas, porque yo plasmo mis emociones en unas letras que quien las leen, comparte. Si a alguien mis historias o mis reflexiones no le gusta, simplemente gracias por ser diferente pero déjame a mi seguir siendo igual que muchos más que comparte conmigo un sentir por una pasión llamada fútbol.

Gracias balón por rodar cada fin de semana, gracias fútbol por existir y sobre todo, gracias mamá por hacerme valencianista.

#amunt

sábado, 4 de octubre de 2014

My team of dreams...

Primer prueba de fuego para los nuestros. Llegaba uno de los rivales más complicados de la liga. El actual campeón de la liga pisaba Mestalla. El Atlético de Madrid aterrizaba la capital del Turia. Y no se esperaba lo que le teníamos preparado. Un recibimiento como solo nosotros sabemos hacer. Mestalla se vestía de gala para el primer partido importante contra un rival de altura. Mestalla siempre está cuando su equipo lo necesita y esta vez no iba a ser menos. Un tifo espectacular cubría la grada de Mestalla y un emotivo recuerdo a Kempes engalanaba las gradas de un estadio que se iba a convertir en un fortín para los nuestros. Pero los jugadores también sorprendieron a la afición. En las camisetas un emblema: JUNTS TORNEM. Y cómo volvimos…

Las cosas quedaron claras a los 13 minutos de encuentro. 3-0. El Valencia dominando, demostrando un juego que sella su identidad esta temporada. No nos íbamos a achicar ante el líder sino que le íbamos a plantar cara como nosotros sabemos. Con buen juego, ideas claras, precisión en cada pase y hambre de gol en cada jugada. Con un despliegue de juego y una afición completamente entregada con los suyos, Mestalla fue una fiesta. 3-1. Resultado definitivo tras un gran Diego Alves, que volvió a ganarse el título de Parapenaltis oficial. Un gran partido de los nuestros que nos hace seguir arriba, donde solo los grandes permanecen y donde, a base de esfuerzo, nos estamos labrando un hueco.

Hemos de continuar, no podemos aminorar la marcha. Nuestros rivales simplemente han de saber que estamos aquí. Que hemos llegado para quedarnos entre los grandes y no vamos a dejar de luchar por lograr los triunfos que nos merecemos. Tenemos una gran plantilla que lo da todo en cada partido y en cada minuto. Pero sobretodo, es un orgullo formar parte de la mejor afición del mundo. En las buenas, en las malas, a las 10 de la noche o a las 4 de la tarde, en Bilbao, en Madrid o el Barcelona se han de oír nuestros cánticos, porque la mejor afición del mundo sigue al mejor Valencia de los últimos años. Puede que no tengamos grandes estrellas en nuestro club o tal vez sí pero no hemos pagado millones por ellas. Tenemos lo que todo club desearía tener: ganas de victoria, ilusión por unos colores, orgullo por un escudo y sentimiento por una camiseta. Gracias Nuno por hacernos soñar, gracias equipo por hacernos volver a luchar por lo que no debimos perder nunca.

Que nadie nos diga nunca que lo nuestro es un sueño. Porque los sueños solo mueren cuando se hacen realidad. Porque los grandes solo vuelven para labrar un futuro prometedor. Porque nosotros hemos vuelto para recuperar el sitio y el título que un día perdimos.


#HemosVuelto 






lunes, 29 de septiembre de 2014

Para presumir, hay que sufrir...

Ayer vimos un partido duro en Anoeta donde nuestro equipo sacó un punto tras un encuentro muy disputado por parte de los dos equipos. Visitamos un estado complicado donde las últimas temporadas no había costado sacar un resultado bueno y donde nos habíamos dejado muchos puntos. 

Ayer pudimos ver como el Valencia empezó dominando en el marcador tras una jugada de tiralíneas de los mismos que Gayá ponía al fondo de la red para poner por delante a los nuestros en marcador. Pero, minutos después, la Real Sociedad empataba el encuentro para poner el 1-1 definitivo con un reparto de puntos tras un choque donde ambos equipos tuvieron ocasiones para desequilibrar la balanza a su favor.
Salimos de Anoeta con un punto pero con un buen sabor de boca porque los fuertes aprenden de los resultados difíciles, porque los de arriba también disputan partidos complicados. Por ello no hay que venirse abajo, hay que seguir trabajando y luchando por sacar los máximos puntos posibles, pensando partido a partido. Ahora viene el Atlético a Mestalla y el estadio tiene que ser un fortín, tiene que ser la pesadilla para los rojiblancos y ellos tiene que saber que en Mestalla solo gana el Valencia porque su afición mete el primer gol.

El próximo sábado 4 a las 16h, Mestalla se tiene que llenar como lleva haciendo los últimos partidos porque jugamos con el factor campo y nuestro equipo se viene arriba si ve a una afición entregada con los suyos. Los nuestros no han perdido ningún partido y Mestalla es un talismán que nos dará suerte para sacar un buen resultado que nos mantenga en los puestos altos. No tiene que decaer el ánimo por el empate de anoche, porque solo salimos fortalecidos de ese choque. Nosotros pensamos partido a partido y así hemos ido logrando los triunfos en estas jornadas.

Salimos fuertes ante las adversidades, no somos líderes pero seguimos arriba y seguimos sin dejar tregua a los que se mantiene con nosotros peleando por un puesto entre los mejores. Tal vez ayer solo sacamos un punto pero sabe a mucho más que a eso. Los nuestros, ante las adversidades, se vuelven fuerte y sacan cosas positivas.


Para ser del Valencia hay que aprender a sufrir cada partido, hay que saber que cada minuto vale oro pero sobretodo hay que saber que para presumir de un escudo, hay que aprender a sufrir por él.


viernes, 26 de septiembre de 2014

Hem tornat...

No hay nada como levantarse un viernes, lluvioso sí, pero viernes a fin de cuentas. Saber que se acerca el fin de semana, que ya hace fresquito para sacar las chaquetitas y las sudaderas; saber que ya se ha acabado el verano, sí, que por fin llega el deseado descanso tras una semana un poco agotadora. Pero no hay nada como levantarse LÍDERES.

Señores y señoritas por si no lo habían notado, hoy en Valencia manda alguien, Hoy en España manda el líder. Hoy al mirar la tabla de clasificación hay que mirar a lo más alto para encontrar el nombre del mejor club del mundo. Para encontrar un proyecto que ilusiona a una afición completamente entregada con unos colores que marcan una vida. Hay que mirar a lo más alto para encontrar un escudo que todos llevamos marcado en el corazón y para ver el resultado de un esfuerzo y de un sacrificio de muchos años, muchos lloros y muchos disgustos. Hoy el Valencia se levanta sentado donde se merece, en lo más alto de la más alta liga. Porque hoy nadie nos puede decir que el Valencia es un equipo segundón, Porque hoy nadie nos mira por encima del hombro, o sí, porque han de mirar hacia arriba para encontrarnos. 

Permitámonos soñar pero con los pies en la tierra. Partido a partido este equipo va creando un sueño. Aunque queramos ser cautos ¿quién no se permite volar un poco e imaginarse ya en la plaza del Ayuntamiento? Sigamos este camino y llegaremos donde nos merecemos, con los grandes y con los títulos que todos anhelamos. 

Hoy el valencianista va al trabajo, al colegio o a la universidad con la camiseta de la señera, la taronja o la blanca... La nueva de Adidas, la de Jinko Solar, la de Terra Mítica o la de Metroval, pero hoy se hace alarde de valencianismo y de un sentimiento que va más allá de que hoy seamos líderes. 

El sentimiento va por encima de unos puntos que nos colocan por encima de equipos que se gastan millones en fichajes. Ese sentimiento está reflejado en las caras de los valencianistas que hoy se sienten orgullosos de sentir unos colores, de formar parte de una grada que anoche en Mestalla disfrutaba con su equipo y de sentir como suyos cada gol de los jugadores que se dejan la piel cada partido para dar una licencia para soñar. 

El Valencia tiene un pasado que le precede y le avala, un presente que ratifica los triunfos de sus antepasados y un futuro que pinta muy bien y que hace soñar a su afición entregada en cada encuentro y en cada enfrentamiento.
Somos pasado, presente y futuro, pero sobretodo somos la voz de una ciudad y de un club que hoy se permite soñar. Porque somos líderes con licencia para alcanzar lo que soñemos. Porque somos líderes hoy y tenemos licencia para soñar.

Este Valencia lo avisó y nadie le hizo caso; este Valencia dijo #Tornarem y nadie le escuchó... Pues aquí estamos..A los que nos daban por muertos, hemos vuelto... EL LÍDER HA VUELTO,