martes, 23 de diciembre de 2014

Una Navidad de Champions

Se acaba el año y, como siempre, toca hacer balance de los acontecimientos que han ocurrido este año. Se cierra un año ilusionante, emocionante y lleno de esperanza para el futuro de nuestro Valencia. Se cierra un año donde, tras la venta, se ha podido formar un equipo lleno de juventud, ganas de títulos y mucha fuerza a la hora de afrontar los partidos importantes. Los buenos fichajes, las grandes esperanzas salidas de la cantera y los buenos resultados en Liga nos han hecho colocarnos en puestos Champions al acabar el año.

Concluimos 2014 estando entre los mejores de la Liga, peleando por un lugar entre los mejores de Europa para poder lograr el objetivo de clasificarnos para el gran torneo que enfrenta a los mejores del mundo: la Liga de Campeones.

El año ha sido movido en muchos aspectos. Hasta que no se cerró la venta todo era incertidumbre en torno a nuestro escudo y especulaciones en cuanto a la veracidad de las mil y una ofertas que rondaban el futuro del Valencia. Y al final llegó y aquí estamos, concluyendo un año entre los mejores, con una de las plantillas más competitivas y completas de nuestra liga, sin que nos regalen nada y siendo una piña, siempre juntos.

Hay muchas cosas en nuestro club que mejorar, pero el año se ha acabado con muy buen sabor de boca y con expensas a que el año que en breve empieza siga por el mismo camino o mejor que concluye este. Nuestra plantilla es envidiable en España y posiblemente en muchas ligas europeas. Nuestros jugadores suenan como recambios para los grandes de Europa pero ellos se quedan en Valencia porque ya no tenemos necesidad de vender.

Este ha sido el año de Alcácer, el año que nuestro 9 y el futuro 9 de España ha explotado toda la dinamita que corre por sus venas y que focaliza en sus botas para demostrar a todos que las grandes leyendas se forjan en la oscuridad. Ha sido el año de un Valencia que aspira a ser mejor cada día y que ha tenido el mejor apoyo que se puede desear cuando las cosas se están construyendo: la mejor afición del mundo.

La afición ha remado a una para defender al Valencia por encima de aquellos que criticaban cada paso de los nuestros. Ha llenado campos en días de calor, en días de lluvia y en partidos importantes no ha callado hasta el pitido final. Cuando las cosas iban mal, seguían animando, porque cuando menos me merezcas posiblemente sea cuando más me necesites. Cuando los resultados eran buenos, la alegría se pintaba en las caras de todos los valencianistas, sin importar la edad, todos sentíamos lo mismo: que los mejores momentos se volvían a revivir. Cuando todo parecía cuesta arriba y los malos resultados, las críticas y los reproches mesetarios empezaban a aflorar, Mestalla animaba como solo ella sabe hacer y Valencia se rendía ante un equipo que, pese a las dificultades, ha sabido demostrar que cuanto más se le critica, más fuerte vuelve a retomar los pasos hacía un solo objetivo: colocarse entre los mejores.

Este año que empieza solo es necesario seguir estos pasos, mejorando los fallos y repitiendo aquello por lo que un día nos sentimos orgullosos de llamarnos valencianistas. Porque da igual la edad, el lugar donde te encuentres o los kilómetros que te separen de Mestalla, cuando juega el Valencia, todos somos uno y todos sentimos el mismo orgullo, las mismas ganas y la misma ilusión de volver al lugar de donde nunca debimos salir: entre los mejores.

Los mejores nos esperan tras la vuelta de las Navidades así que volvamos con más fuerza, con más ganas y con más ilusión de que el futuro 2015 será nuestro año, donde haremos cosas grandes y donde demostraremos que la bestia valencianista solo estaba en letargo, porque una leyenda nunca muere para siempre.

Recordad siempre un escudo nos une, unos colores nos hacen iguales, no hay diferencias en nuestra camiseta porque un murciélago corona nuestro escudo. No existe más templo que Mestalla ni más pasión que el rodar de un balón en un estadio mágico.

No existe más confianza que Alves bajo palos, ni más magia que André Gomes tocando el balón en el centro del campo. La fortaleza de Otamendi nos protege de nuestros enemigos, la rapidez de Gayá nos abre fronteras y la calidad de Fegholi nos ayuda a ser mejores. Mustafi y Orban son nuestro mejor escudo y Negredo, Rodrigo y Piatti son los reyes que llevan las mejores jugadas para los nuestros. De Paul es el paje que lleva cada pase infalible a las botas de nuestro único Alcácer, killer y mago de goles. Javi Fuego es la delicadez del centro del campo y Parejo es el regate hecho persona. 
No hay mayor alegría que un gol de Alcácer ni más sueño que una Champions en Mestalla.


Feliz Navidad valencianistas y recordad, los sueños solo terminan cuando se hacen realidad.

#JuntsTornem 

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