miércoles, 24 de diciembre de 2014

La curva de la discordia

Antes de empezar quiero dejar claro que no tengo nada en contra de la Curva Nord ni estoy a favor o en contra de su existencia, simplemente quiero dejar en el aire algunos de los temas que últimamente se llevan debatiendo en muchas redes sociales.  

Por todos es sabido la variedad de opiniones en lo referente a la curva más popular de Mestalla: la Curva Nord. Creada como una grada de animación, nacida de la fusión de algunos grupos ya conocidos como Yomus y Gol Gran, esta grada ha traído muchas discrepancias en cuanto a su importancia en el seno valencianista.

En los partidos, son ellos quien llevan la voz cantante, nunca mejor dicho, a la hora de animar. Sí que es verdad que en los encuentro en los que el resultado no está de cara, son los primeros que no dejan que Mestalla se quede en silencio y se dejan la voz hasta que concluye el partido. En los partidos donde los goles llegan y la afición del resto del campo se anima, ellos son uno más entre el griterío que acompaña a jugadores en el transcurso del partido. Las discrepancias llegan a la hora de valorar la importancia o necesidad imprescindible de la presencia de la Curva en todos los partidos para que haya ambiente de fútbol en Mestalla. Muchas son las referencias de que sin dicha curva, Mestalla estaría completamente callada y solo se oiría el sonido de las pipas. Esta afirmación es demasiado dura para ser cierta y deja en un lugar demasiado elevado la necesidad de que la Curva Nord anime cada partido. Es cierto que ayudan a que Mestalla se anime, pero en partidos como hace varias jornadas, donde hubo una callada durante algunos minutos, se pudo ver que no son tan imprescindibles como quieren hacer ver y que Mestalla también sabe animar sin ellos, claro está que no de la misma manera. Cuando ellos aparecen Mestalla se anima más y el ambiente sube varios grados, claro está, son necesarios.   

Otro de los temas candentes en lo referente a esa grada de animación son las supuestas preferencias en cuanto a la adquisición de entradas o los precios de los desplazamientos a partidos fuera. En esto la Curva Nord goza, según dicen,  del amparo del club, bien sea por dicha necesidad ya comentada de una animación en los encuentros en los que jugamos de visitante o bien sea por otro motivo distinto. Lo bien cierto es que con un pase a un precio realmente irrisorio, a algún sector de la grada ché le indigna que tengan también preferencia a la hora de entradas o del precio de las mismas, frente a otras partes del campo que adquieren su pase a un precio más elevado.

Ante esto el club debería, en no tan humilde opinión, si son ciertas estas afirmaciones,  poner al alcance de todo valencianista con pase, las mismas accesibilidades a la hora de adquirir entradas o desplazamientos como lo hacen con dicha curva. De esta manera conseguiríamos poner al alcance de todo el mundo la posibilidad de desplazarse a un precio accesible a animar al Valencia, que es en realidad lo que importa y por lo que nos sentimos valencianistas. Si le damos demasiada importancia a lo que recuerdo, es una parte más de Mestalla, estaremos dejando en sus manos un trabajo demasiado importante como es la animación de un equipo, tan solo limitándonos a que lo haga esa curva, mientras todo Mestalla calla y contempla. Remando todos a uno conseguiríamos más que dividiéndonos por quién es más importante y quién anima más. 

Es bien cierto que en los procesos difíciles, bien sea la venta del club, los grandes partidos, la creación de tifos que dejan Mestalla sin palabras, la defensa ante las críticas provenientes de la Meseta, etc. ellos son los primeros en arrimar el hombro y defender los ideales de un club que todos compartimos y que todos sentimos. No son una grada aislada, recuerdo que todos sentimos los colores como ellos. Aunque pertenezcamos o no a dicha curva, todos tenemos los mismos sentimientos por el escudo, sentimos los colores como ellos y nos alegramos del triunfo del Valencia como ellos, aunque tal vez no lo demostramos o no defendemos como ellos estas ideas, siendo ellos la cara visible del valencianismo. Dicha defensa  les hace importantes pero no imprescindibles ni mucho menos vitales en Mestalla. Es necesario que todos nos unamos a su apoyo para poder hacer más grande el nombre del Valencia.

En ningún momento en este artículo he hablado de violencia ni actos delictivos al referirme a esta grada puesto que creo que, como en todos los lados, algunos casos aislados hacen englobar como violentos a todos y eso tampoco es justo. En esta grada se incluyen gente de todo tipo, algunos de ellos manchan el escudo del Valencia con comportamiento nada deseables pero no por ello se ha de tachar como violenta a una grada que hace mucho por el Valencia aunque algunas acciones, como ya he expuesto, no sean compartidas.

No debemos olvidar que todos somos parte de una afición, nadie debe quedar excluido ni debe exigir más de la cuenta por animar unos colores, porque los sentimientos no se compran con dinero ni la afición se mide en cánticos. Si tenemos el placer de tener una afición donde se encuentre gente con ganas de animar como los pertenecientes a esta curva, sepamos explotar dicho potencial. No nos sintamos imprescindibles sino importantes. No queremos ser más cuanto todos somos. Y sobre todo, no queramos llamar más la atención que el escudo que nos representa.


Ante todo, sempre amunt Valencia!


#JuntsTornem 

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