miércoles, 17 de diciembre de 2014

#JuntsPatim

Si algún valencianista sufría problemas de corazón espero que no viera el partido de ayer porque se llevaría más de un susto. O mejor dicho, se pasaría sufriendo 90 minutos porque no hubo tiempo para relajarse. Llegábamos con un 1-2 a favor tras salir de Vallecas pero nos confiamos demasiado en que el Rayo no nos daría problemas que decidimos cambiar el esquema de juego y sacar una defensa que nunca antes había jugado junta y así nos fue...

A los pocos minutos de empezar el encuentro metimos el primer gol, obra del omnipresente Alcacer,  y nos empezamos a relajar. Total, 3-1 en el cómputo global de la eliminatoria, el Rayo no tendría tiempo de reacción, ya estábamos en octavos… y lo que pasa siempre que, zasca! el Rayo se puso las pilas y se colaba como quería entre una defensa que hacía aguas y ante un portero completamente vendido a merced del delantero. Dos goles seguidos no hacía plantearnos que no todo iba a ser tan fácil. 1-2, se llegaba a la igualada de la eliminatoria pero el Rayo quería más y nosotros seguíamos sin enterarnos de que otro gol nos dejaba fuera de la Copa del Rey y, como no, ese gol llegó antes de terminar la primera parte. 1-3. Ya estábamos fuera por una empanada primera parte y sin apenas capacidad de reacción. Y con ese resultado nos fuimos al descanso. La grada se empezaba a vaciar, no podía estar pasándonos otra vez, la historia no podía ser tan cruel con nosotros. Ese resultado nos dejaba en casa ya en 16º en el único título al que aspirábamos este año.

La segunda parte debía empezar con un cambio de aires desde el banquillo y así lo hizo Nuno que realizó los 3 cambios en el descanso, sacando a la artillería pesada y poniendo toda la carne en el asador. En los primeros compases de la segunda parte se vio que los cambios y el descanso habían servido para lavar la cara al equipo y salir con hambre de gol. Y llegó el 2-3 pero eso no era suficiente, teníamos que meter otro más para poder pasar y que el Rayo no metiera ninguno porque nos íbamos a la calle. Y ese gol temido llegó. 2-4, nos hacían falta dos goles a falta de 25 minutos para el final. La gente en las gradas se comía las uñas, los dedos y alguno de los nuestros perdió los papeles sobre el campo y le dio al Valencia la quinta expulsión en lo que va de Liga. Algunos ni miraban, otros se tapaban la cara ante las llegadas del Rayo. Y llego el primero de los dos goles necesarios. 3-4, solo un gol más y estaríamos dentro de los octavos.

Llegaban las ocasiones pero el gol parecía no querer entrar, hasta esa jugada. Esa jugada donde Mestalla casi se cae. 4-4. Ya lo teníamos, ya estábamos en octavos pero todavía quedaban 15 minutos y el Rayo no bajaba los brazos ni se daba por vencido. La grada se moría de los nervios. Pasaban lentamente los minutos. Mirábamos en marcado y los segundos parecían no pasar y el Rayo acechaba el área. Y llegó el descuento, el maldito descuento y el cuarto árbitro quiso hacernos ver los fantasmas del pasado. 5 minutos de añadido y el fantasma de M’bia ya rondaba Mestalla. No podía pasarnos de nuevo. Un gol del Rayo nos dejaba fuera. El tiempo de descuento cumplido pero el árbitro no parecía querer pitar, el pánico se mascaba en Mestalla. Muchos hacía tiempo que ya no miraban el partido. Última jugada, saque de banda en esa banda maldita pero se oyó el silbido del árbitro que nos hacía despertar de la pesadilla. Esta vez no nos quedábamos fuera, esta vez pasábamos pero sufriendo como nunca. A este Valencia le gusta vernos sufrir.

Tras el partido algunas ideas quedaban claras. No podemos salir confiados con un 1-2 y confiarnos más aun por meter en los primeros minutos, porque el rival te puede sorprender como nos pasó anoche y ponernos el miedo en el cuerpo hasta rozar la eliminación con la punta de los dedos. La defensa de ayer debe de ser mirada con lupa. Cancelo no es un jugador para el Valencia al igual que Filipe. Al que pida pruebas, por favor, que se mire el partido de ayer porque son claras. La expulsión de Rodrigo es una clara pérdida de los papeles, dejando a tu equipo con un jugador menos a falta de los últimos minutos para el final, en una agresión completamente innecesaria. Espero que Nuno le deje las cosas claritas a este jugador de que eso no lo puede volver a repetir porque perjudica al equipo. 

Nuevamente Piatti fue decisivo y deja claro que es una de las piezas claves de este Valencia. Negredo estuvo efectivo en las recuperaciones de balón y se le vio robusto en las acciones de ataque del Valencia. André Gomes y De Paul soberbios en todas las acciones en las que tocaban el balón. La actuación de Yoel ayer fue sencillamente discreta y cuanto menos puntualizable: pudo hacer algo más en alguno de los goles y se le vio muy inseguro bajo los palos, ademas de que las estadísticas no juegan a su favor en cuanto tiros a puerta. El equipo ayer fue efectivo a raíz de los cambios y si algunos de los que salieron ayer querían demostrar que se merecen minutos, ayer sencillamente perdieron la oportunidad de demostrarlo. Los suplentes que ayer salieron dejaron en evidencia porque no tienen minutos en el equipo: simplemente porque no están al mismo nivel que el resto.

El partido de ayer también nos hace plantearnos algo a la afición: si sufrimos del corazón, debemos cambiarnos de equipo o no ver los partidos del Valencia, porque a este Valencia le gusta vernos sufrir. Ayer fue un ejemplo claro de lo que es tener el corazón en un puño y lo que se siente cuando se te sube el corazón a la garganta. Pero tras todo esto la afición aguantó y animó hasta el final a su equipo demostrándole que en las buenas y en las malas siempre estará a su lado porque… 

#JuntsTornem pero también #JuntsPatim

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