jueves, 10 de diciembre de 2015

A mala Champions, buena Europa League...

Anoche el Valencia ponía fin a su andadura de este año por Champions tras perder contra el Lyon 0-2 y sin importar mucho la victoria del Gent ante el Zenit que dejaba a los chés en territorio de UEFA Europa League. Poco trofeo para los valencianistas que tras una fase de grupos sin pena ni gloria, se jugaban la clasificación en la última jornada no dependiendo de ellos mismos para clasificarse, sino de la derrota del Gent ante el ya clasificado Zenit. Ni un resultado ni otro llegó y el Valencia se tenía que conformar con seguir su andadura por Europa en la Europa League para, quién sabe, si resolver su particular revancha contra el Sevilla.

Tras la destitución de Nuno, el equipo dirigido por Gary Neville, que ayer hacía su presentación oficial ante su propia afición, dio un espectáculo con claros y sombras en muchas fases del partido. En el encuentro tuvo una clara importancia la figura del árbitro que anuló un gol legal a Mustafi tras una falta inexistente y que hizo un recital de tarjetas amarillas para los locales. No obstante, el equipo tampoco supo imponer su juego ofensivo en la primera parte, donde bajo los brazos en muchos compases del partido, haciendo posible las llegadas al área del Lyon.

Tras una jugada entre líneas a la espalda de la defensa, el delantero ponía el balón en las redes de Jaume haciendo el 0-1 en Mestalla. Tras esto y la victoria momentánea del Gent, el Valencia no tenía otra tarea que intentar la heroica y esperar que el Zenit le echara una mano ganándole al Gent. Pero el partido terminó con el 0-2 para los franceses que sin jugarse nada, arruinaron la última noche Champions de los valencianistas.

El partido de anoche estuvo marcado por la vuelta a la convocatoria de Negredo y De Paul tras la marcha del técnico luso, en los planes del cual no entraban estos dos jugadores. De Paul salió de titular y dio destellos de calidad, presión y buenos pases al hueco. Con los cambios, Neville quiso dar entrada al delantero español que fue recibido por el estadio de Mestalla entre una gran ovación tras su extraña retirada de las convocatorias durante meses y su reaparición tras su operación de apendicitis.

A la espera del sorteo de los octavos de final que se celebrará el lunes próximo, el Valencia ya sabe cuáles puede ser sus rivales en la siguiente fase. Entre ellos destaca el Bayern de Guardiola, el Manchester United del español Juan Mata, el Olympiacos griego, el Oporto de Iker Casillas, el Nápoles de Pepe Reina, la Lazio italiana o el conocido Basilea. Entre estos se encuentra el próximo rival de los ches, donde figuran bestias caídas de la Champions como el Bayern o el Manchester United y otros viejos conocidos de la competición como la Lazio o el Basilea que ya fue eliminado en cuartos de final con una remontada épica 5-0 tras tener tres goles en contra.

Ahora solo queda esperar, seguir mejorando y rectificando errores que todavía persisten de la era Nuno para poder afrontar la UEFA Europa League con ánimos renovados, estilo de juego claro y sin fisuras así como dando continuidad y descanso a figuras claves. Emocionarnos es algo que también es necesario recuperar. Que la afición vuelva a ilusionarse con este equipo, con las victorias y con volver a ser lo que nunca debimos dejar de ser: el mejor entre los mejores.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Boa viagem Nuno...

Como en casi todo, llega un momento en que es necesario poner punto y final a una etapa. Ayer tras la derrota en Sevilla en un partido donde no solo el equipo de la capital andaluza pasó sin pena ni gloria los 90 minutos, sino que la imagen del Valencia hacia predecir que algo sencillamente se estaba acabando. 94 minutos en los que el Valencia no chutó a puerta ni un solo tiro y donde nada funcionaba.
La alineación inicial sorprendió hasta el más nunista por la baja de Jaume tras ser nombrado el mejor portero de la Liga. Nuno parece ser que había decidido acabar su etapa en el Valencia dando que hablar, caldeando a la afición y ganándose la fama de oportunista, entrenador sin ideas y manejado por impulsos. Sin ninguna luz y con demasiadas sombras, el Valencia se enfrentó al Sevilla y tuvo que pasar gran parte del partido con un jugador menos tras la expulsión por doble amarilla de Joao Cancelo. Se convertía en el sexto año que el Valencia acababa con un jugador menos en el Ramón Sánchez Pizjuan, pero esto no iba a acabar ahí.
Javi Fuego dejaría al Valencia con nueve con una entrada fruto de la desesperación. Tras esto y el partido desastroso que sellaron los jugadores del Valencia, Nuno abandonaba el césped del Pizjuan con la cabeza baja, con los ojos vidriosos y, al contrario de lo que todos esperaban, con una idea ya meditada. Se puede decir que todo estaba decidido, todo lo tenía planeado antes de empezar el partido y estaba a punto de hacerse público.
Nada más pitaba el árbitro, una noticia empezó a rondar por todos los medios y redes sociales. Parecía que Nuno finalmente habría tomado la deseada decisión que ansiaban los  valencianistas y había dimitido. La rueda de prensa del técnico luso dejaba claro que la decisión estaba tomada y había sido comunicada a Peter Lim. Pero nada más lejos de la realidad.
Realmente todo hace pensar que los informes desfavorables que la presidenta había recibido sobre el cuerpo técnico de Nuno, habían hecho proceder a Peter Lim a la cesión del entrenador, que en ningún momento habría presentado la dimisión sino que habría tomado el camino había la puerta por la que cortésmente se le había invitado a salir. Todo estaba pactado, no había nada más que hacer, no tenía fuerzas para seguir con esta situación irreversible.
Una etapa se acaba, para mí, la etapa más irregular del conjunto valencianista en los últimos años. Tras la clasificación de la temporada pasada y tras una gran etapa, esta ha sido un auténtico jardín de los horrores donde Nuno no ha dado pie con bola en ninguna decisión, ni deportiva ni extradeportiva y ha llevado al equipo al camino de las derrotas, el mal juego y las sombras deportivas. Irregularidades, cambios innecesarios e incomprensibles, descartes de jugadores clave, desconfianza de la plantilla, malos resultados y una clasificación para los octavos pendiente de un hilo demasiado fino para continuar. Estas han sido las tumbas que Nuno se ha ido cavando a medida que pasaban las jornadas.
Ahora hay que enmendar esta situación, con un margen de mejora largo pero con un tiempo de reacción corto. Ahora no hay excusa de que hay un incompetente sentado en el banquillo. Ahora la solución y las ganas la tienen que poner los que saltan al terreno de juego y los que ahora tienen que dar la cara. No hay margen de error ni posibilidad de fallar porque no solo Nuno cometía errores, los jugadores al no creer en el entrenador, no daban la mejor imagen de ellos mismo. O al menos eso hay que creer…

Todo está en vuestras botas, en vuestras camisetas y las ganas que demostréis del amor por el sentimiento que defendéis. Ahora es vuestro momento. Tenéis la oportunidad de demostrar que el verdadero problema ya se ha ido y que todo lo que se necesitaba era un cambio en las riendas. Tenéis el importante trabajo, solo vosotros podéis sacar esto hacia adelante. Pero no estaréis solos, siempre estará con vosotros la mejor afición del mundo. La que ha aguantado las peores derrotas, los peores fallos y las mayores desilusiones. La que pese a todo eso, se siente orgullosa de que vosotros llevéis su ilusión y sus sentimientos. Ahora todo está en vuestras manos. Cambiad el rumbo y devolved la ilusión a aquellos que siempre os han defendido y, sobre todo, callad la boca a aquellos que solo quieren vernos hundidos.


miércoles, 25 de noviembre de 2015

Ridículo europeo...

Esto ya no tiene ni pies ni cabeza y la paciencia se termina. Ayer otra noche más donde el Valencia salió a pasearse por el estadio y donde nuevamente el entrenador dio otro espectáculo en la rueda de prensa. Cuando ves que tu equipo no funciona, haz cambios para mejorar lo que tienes sobre el terreno de juego, no empieces a presionar en el minuto 80, perdiendo 2-0, cuando te juegas el pase a los octavos de final.

Luchando el año pasado por clasificarnos para la Champions y llegas para hacer este cuadro por Europa. ¿Para esto hemos llenado estadios, hemos llevado en volandas al equipo? ¿Esta es la recompensa a meses sufriendo por arañar cada punto? ¿El fruto a tanto trabajo es este? Pues si esto es a lo que aspiramos, qué pocas alegrías le vamos a dar a los nuestros. Pero luego la grada exige demasiado y es impaciente…

Lo de ayer fue otro error de todos, no se salva nadie. Desde el entrenador hasta el último jugador que no corrió lo suficiente para mejorar la imagen pésima y ridícula que lleva dando el Valencia los últimos partidos. Pero la noche de ayer no se acababa con el pitido del árbitro. Llegaba nuevamente el show de Nuno. Y le llamo show porque es el único sitio donde puede encajar el circo que hace cada vez que sale al terminar un partido. Y al parecer este tío ve un partido distinto al de todo el mundo o nos quiere tomar el pelo y reírse de nosotros.

Si tras un 2-0, habiendo hecho seis tiros a puerta contados, jugándote clasificación de la Champions en la última jornada y no solo dependiendo de ti, sino de que otros pierda, si después de esto puede salir y decir que “con este juego ganaremos” es de no conocer la vergüenza. Sales a reírte de los que hemos hecho posible que este sentimiento sea más grande de lo que tú puedas llegar a imaginar nunca. Y de mi sentimiento no se ríe nadie y nadie sale al campo a pasear mi camiseta dando una imagen paupérrima, inútil e inservible. Porque para hacer lo que hicisteis ayer, mejor os quedáis en el vestuario u os volvéis a vuestra casa. Pero mi camiseta, mi escudo y mi sentimiento no se tiran por el suelo ni se pasea por Europa con la imagen que habéis dado vosotros.

Debería daros vergüenza a todos salir y hacer declaraciones para continuar nuevamente en la misma senda. Y todo esto nos pasa porque nadie del vestuario tiene la valentía de salir a dar la cara y decir verdaderamente cómo están las cosas. Salid en rueda de prensa y exigid responsabilidades desde el que calienta el banquillo y debe salir el primero, hasta el capitán que luce el brazalete y tira por el suelo un escudo.

Y ahora nos toca sufrir en la última jornada, sin depender de nosotros y viendo de reojo que el Zenit nos haga el favor de ganarle al Gent para no quedarnos fuera de los octavos de final por no saber hacer los deberes antes y esperarnos a los últimos compases para ponernos las pilas. Y menos mal que era el grupo fácil que sino, ni la Europa League la jugaríamos este año. Aunque con esta imagen, mejor ni jugarla porque para este circo mejor nos quedamos en casa y dejamos de hacer el ridículo.

Y ahora me dirijo a la cabeza de turco, al hombre que lleva la batuta y que debe de ver, como vemos el resto de la gente que miramos el fútbol, que algo no funciona. Algo hay en algún punto de esta enredada madeja de hilos que no va bien. Señor Nuno, mi paciencia para no faltarle al respeto al dirigirme a usted ha llegado a un límite en que ya ni pierdo el tiempo en decirle que se vaya. Porque la decencia como entrenador la pierde en cada declaración que hace; en cada utopía y mentira que suelta por su boca cada vez que es capaz de justificar la imagen que da su equipo sobre el césped. El término entrenador se le queda tan que grande e incluso el término de coherencia y respeto hacia unos colores que usted defiende siendo entrenador… por el momento.

Si tuviera decencia, coherencia, valor, sentimiento de culpa, autocritica, visión de juego, humildad, vergüenza y muchas otras cosas más de las que carece, le pediría perdón a la grada por haberle hecho perder la ilusión, cogería sus bártulos y saldría por la puerta sin armar jaleo y con la cabeza gancha. Pero usted carece de todo esto y por eso sigue calentando el banquillo, sigue con sus discursos de que va a cambiar las cosas y sigue pesando que estamos en la senda correcta. Y así nos va…

Señor Peter Lim, solo le diré que si esto no lo soluciona usted ya, pronto nos olvidaremos que el cabeza de turco es Nuno y será otra cabeza la que pidamos. Porque la paciencia del aficionado que va al campo a ver espectáculo y se encuentra con esto, tiene un límite. Así que si no quiere oír otro nombre el que pida Mestalla que se vaya, más le vale encontrar una solución rápido. Hasta entonces… #NunoVeteYa


domingo, 22 de noviembre de 2015

@Nuno, ¿por qué no te vas?

Visto lo visto ayer creó, queda clarísimo que algo no funciona. Después de hacerle un 1-5 al Celta en su propio campo y jugar de manera decente, avisas de que no vas a volver a jugar nuevamente así, viene Las Palmas y te toca la carita con todos los dedos de la mano. Suavecito nos la tocaron ayer y podemos dar gracias que no estuvieron acertados de cara a gol y que tenemos un porterazo bajo palos que nos salva mucho que sino, estaríamos hablado de una merecedora victoria para los visitantes.

No hay actitud sobre el campo, no hay regularidad en el sistema de juego, ni ganas ni ideas en el vestuario. No solo señalar al entrenador, que lo suyo no tiene remedio ya, sino también a los jugadores que bajan el ritmo de juego en el minuto 7 de partido y con un 1-0 a favor. Lo que debería ser una inyección de moral para buscar más goles, se transforma en una cuesta abajo y en un dominio casi aplastante del equipo rival. Esto no tiene remedio aparente y la paciencia de muchos se acaba.

Ayer como dice Nuno “Mestalla fue soberana”. Si realmente creyeras eso, te irías por donde viniste, con la cabeza gacha y sin rechistar, no volverías al discurso de siempre. Entérate Nuno, no vas a convertir los pitos en aplausos porque no sabes cambiar eso. No vas a reconciliarte con la grada porque ya está cansada de escuchar lo mismo siempre y de no ver nada que cambie sobre el césped. La afición está cansada de que hayas llevado el terreno personal a lo futbolístico. De que sigas poniendo a Santi Mina que por lo que veo ha hecho más méritos de jugar que De Paul. Que sigas creyendo que puede ser posible un cambio de actitud. Eso no te lo crees tú, no intentes colárnosla a nosotros, hombre.

Ya está bien de tanto pitorreo y de tanta palabra bonita. Sé consecuente con tus resultados, con tu irregularidad y con tus cambios de juego sin sentido. Con que equipos de media tabla se crezca contra ti y te pasen por encima. Que llegues a sufrir contra equipos que van colistas en la Liga y que equipos humildes te den una lección de fútbol y de cómo plantear un partido. Que pases vergüenza ajena de ver que un Gent te enseña a tocar el balón. En todos los partidos te salvan unos u otros. Cuando no es Jaume es un gol de pura chiripa cuando no estás haciendo nada. Pero ayer el empate no te salva, Nuno. Ayer te pone en el ojo del huracán porque Mestalla ya no puede más.

Si no hay ganas sobre el campo, Mestalla se harta y llegan los pitos. Y no se trata de una afición impaciente sino de una afición que vio ayer que lo de Balaídos fue un espejismo. Que pensar que se había encontrado la senda correcta fue solo algo temporal, porque ayer vimos al equipo volver a las andadas de jugar con desidia sobre el campo, sin ritmo, sin saber qué hacer y sin ideas.

Y como máximo responsable de esto tienes que tomar medidas, Nuno. Pero no lo vas a hacer y ahora llegará el Zenit, el Barça, el Sevilla, el Lyon y te volverán a tocar la carita y tú volverás a salir en rueda de prensa a decir lo mismo de siempre. Volverás a jugar con Santi Mina y dirás que cuentas con toda la plantilla. Volverás a decir que vas a ganar el partido y plantearás el partido a la defensiva y mal. Volverás a decir que Mestalla cambiará su actitud y llegará el Sevilla te crujirá vivo y volverás a oír el “Nuno vete ya” hasta que por fin te vayas. Pero mi pregunta es, ¿por qué no es usted consecuente? @Nuno, ¿por qué no te vas?


jueves, 5 de noviembre de 2015

Jaque mate...

La vergüenza que pasamos ayer los valencianistas que nos pusimos delante de la televisión a ver el fútbol fue clamorosa. Bueno y la que pasaron los que se fueron a Bélgica ni me la imagino… Vimos un equipo que se hacía pequeño, que no creaba ocasiones de gol y que, por si fuera poco, se iba de Bélgica con una derrota, complicándonos la vida para pasar y con una imagen lamentable. Los jugadores ayer no solo no crearon juego ni ocasiones, sino que no dieron la garra necesaria para ser merecedores de nada. Ayer no se salvó nadie de las críticas y mucho menos lo que representan la camiseta que muchos amamos y llevamos en el corazón.

Si empezamos a criticar hoy no se salva nadie, Jaume el único que no puedo decirle nada porque que iba a hacer ayer si las veía venir como todos los valencianistas. Me hierve la sangre al pensar que hemos dejado pasar la oportunidad de estar tranquilos pensando que estamos matemáticamente clasificados para los octavos de final de Champions pero es que visto el esperpento de partido de ayer, no sé si vale la pena quedarnos fuera ya, para no pasar más ridículo en fases posteriores.

Las bandas ayer eran un coladero. Ni Gayá, que está muy por debajo del jugador de la pasada temporada, ni mucho menos Barragán, que ayer no se acordaba ni de sacar los saques de banda. Maldita vergüenza que esta gente sea capaz de salir a defender mi camiseta. De la defensa para mi ayer el único decente fue Mustafi y muy discreto. Santos no está ni estará a un nivel óptimo hasta que no pasen meses.

El centro del campo, vistas las declaraciones de nuestro excelentísimo capitán, vio un partido completamente distinto. El señor Parejo estaría jugando al Fifa si se atreve a salir en rueda de prensa y decir que han creado ocasiones y que lo han dado todo sobre el campo. ¿Pero qué ocasiones? ¿Todo en el campo? Pero si no has sudado la camiseta… Si hasta el minuto 80 no fuisteis capaces de crear un mera ocasión de gol. No creasteis juego ni Parejo ni Javi Fuego que menos temporadita os estáis marcando campeones, menuda temporada. Feghouli iba a ráfagas pero nada del otro mundo.  

Y bueno si ya hablamos de la delantera apaga y vámonos. Alcácer ni está ni se le espera pero es el final de eslabón de una cadena… Si el centro del campo no funciona ¿cómo va a funciona Alcácer que va a medio gas? Y qué decir de Santi Mina… en fin… un jugador de ese nivel no se merece saltar al campo pero claro, Negredo no quiere jugar, ¿verdad señor Nuno…?

Hemos llegado al final de la cuestión o al principio depende de por dónde lo miremos. Nuno. ¿Qué le digo al señor Nuno? Esta persona que se hace llamar entrenador… pues poca cosa que no le haya dicho ya. Que el partido de ayer no es que esté mal planteado, que eso ya es costumbre, es que en la segunda parte no sé si usted vio el mismo partido que el resto de valencianistas pero no puede salir a decir que la segunda parte ha sido mejor que la primera. Evidentemente si la primera fue un 0, la segunda un 0,1. Eso no es mejora, eso es vergüenza y de la buena. Ni Nuno mismo se cree lo que dijo ayer de Negredo o sí depende de cómo lo miremos. ¨Yo siempre he contado con aquellos que quieren quedarse¨ Indirectamente diciendo que se quiere ir… Tal vez se quiera ir porque Nuno se tiene que quedar ¿no? O ahora la culpa de perder ayer también es de Negredo…

Parémonos a reflexionar. ¿La culpa de Nuno o de los jugadores? No señores, la culpa de todos y cada uno de ellos. Desde Nuno, por seguir defendiendo lo indefendible y siendo incapaz de sentar a aquellos que no llegan al rendimiento, hasta el capitán que no es sincero y dice que han creado ocasiones. ¿A quién quieres engañar Parejo?

Y esta situación hay que remediarla y ya. Y esto implica tomar las riendas y poner cada cosa en su lugar. No puedes cambiar la plantilla entera, pues tira al que se hace llamar entrenador, porque no tiene ideas para mejorar esto ni actitud para mandar a la grada a los que salen al campo a pasearse. Esa es la primera medida y luego un par de gritos a esos tíos que salen al campo a verlas venir.

Y ahora llega Balaídos… Menuda nos espera… Y me da igual si ganamos allí de pura chiripa o si de repente nos aparece la Virgen y hacemos un buen partido. Lo de ayer hace necesaria la toma de medidas drásticas ya. Lo de ayer es una vergüenza lo mires por donde lo mires. No podemos aguantar esa vergüenza ni en Europa ni en ningún sitio.


Y si no se toman, Mestalla se vaciará, llegarán los pitos, los abucheos y las malas caras. Y no será culpa de una afición impaciente sino de un afición harta de pasar vergüenza y saber que su equipo no juega a nada. Y lo peor de todo es que quienes tienen que ver que esto no va bien son capaces de salir en rueda de prensa y pintar un paisaje idílico de que todo va bien. Aquí nada va bien y se necesita un cambio y el cambio es que ya nadie confía en el tipo que hay en el banquillo y por eso debe irse, porque no juega a nada y no sabe cómo cambiar esto. 


lunes, 2 de noviembre de 2015

Vuelven a salvarte...

Nuevamente tras un partido desastroso en la primera parte, donde el Levante te pasó por encima completamente, en la segunda parte, los jugadores (que no tu sistema de juego) vuelven a salvarte la cabeza, cuando Mestalla ya pedía tu cabeza en una caja. Un penalti cuanto menos riguroso, lanzado a la perfección por Alcácer que volvía reencontrarse con el gol y te ponía por delante en el marcador cuando el Levante te ahogaba en tu área. Y gracias a un error de Juanfran puedes hacer el 2-0 y destrozar las esperanzas del Levante de remontar. Llegó el 3-0, obra de un grandísimo Bakkali, un resultado que no representó para nada el juego del partido pero se reflejaba en el luminoso de Mestalla. Y tú pensabas que con el resultado ampliamente a favor, tendrías a Mestalla contenta y que no era posible que esta vez te llevarás pitos en vez de aplausos, pero te equivocaste.

Mestalla es soberana y después de salvar muchas Jaume bajo palos y tras ir, nuevamente y ya no sorprende, perdido sobre el campo, Mestalla volvió a cantar “Nuno vete ya”. Mestalla se ha posicionado y no precisamente de tu lado. Mestalla quiere la vuelta de Negredo y tus incoherencias diciendo que eres el primer interesado en que Negredo vuelva a jugar ya no se las cree nadie. ¿Cómo puedes querer que un jugador vuelva si lo castigas en la grada? ¿Cómo puedes creerte que la gente no sabe que no quieres a Negredo en el equipo? Tienes 30 millones sentados en la grada y todo por una rabieta de niños pequeños que ha forzado un pulso de que gane el mejor.

Vas a tirar por el suelo a un jugador con proyección como De Paul. Se lo llevarán otros y como siempre, veremos en la lejanía como ese jugador explota y está lejos de nuestro alcance. Pero tú sigue con tus discursos que ya nadie se cree, sigue diciendo que convertirás los pitos en aplausos. Lo único que podría convertir los pitos en aplausos sería que en la próxima de derrota o en el próximo partido donde no ofrezcas nada a la grada, seas coherente y digas “señores yo me voy porque veo que esto no funciona”. Pero no, sigue pensando que esto lo puedes cambiar pero lo haces solo, acuérdate. Ya no te queda nada Nuno, ya quedan pocos que crean en ti.

Ahora te llega la Champions, más te vale no tenernos sufriendo hasta la última jornada en Mestalla, porque entonces aunque le ganes al Lyon la gente volverá a cantarte que te vayas, que ya no es creíble que las cosas vayan a cambiar porque solo es un espejismo. Podemos hacer un partido bueno, pero en el siguiente metes a gente que no tiene confianza y el sistema de juego se va al garete. Pones a jugar a gente sin continuidad y pasa lo que pasa. Todos los progresos se van abajo cuando vuelves a cambiarlo todo de nuevo.

Cada partido que pase será para ti un últimátum, no para que te tiren, que eso ya no está en las manos de la grada, sino para que la gente se harte de soportar sistemas de juego sin sentido, partidos nefastos sobre el campo y ver como un equipo sin orden ni concierto sale al terreno de juego a correr tras un balón sin nada claro. Puede que en otro partido Jaume te salve los papeles o vuelvas a ganar 3-0 pero solo aprende una cosa: no es el resultado sino el espectáculo que ofreces sobre el campo lo que la gente juzga luego.


lunes, 26 de octubre de 2015

Nuno, game over...

Vaya, vaya Nuno, parece que la idea de que tu cabeza ruede va extendiéndose más. Los que antes confiaban en tí, ahora abren los ojos y se dan cuenta de tu incompetencia. Y es que lo tuyo no tiene nombre ni justificación.

Lo tuyo es de Cuarto Milenio, se lo cuento a Iker Jiménez y ni se lo cree. No tienes vergüenza ni la conoces. Juegas con el sentimiento de mucha gente y no tienes la poca vergüenza de salir y dar la cara como un entrenador sensato, sino que haces el mismo discurso de siempre. Ya te lo dije, por mi te puedes ir tú y tus discursos moralistas rumbo a Portugal sin billete de vuelta.

No sabes plantear partidos importantes como el de ayer, no sabes ver que hay jugadores que no deben salir de iniciales y sigues poniendo a los mismos una y otra vez, mandando a la grada a jugadores necesarios, jugando sin sistema de juego claro, sin rumbo ni ideas.

Entérate, no estamos en pretemporada, no estamos jugando amistosos... Que yo creo que sigues pensando que seguimos preparándonos, porque no tiene sentido tanto cambio de sistema, tanta prueba. Y esto demuestra que no tienes manera de sacar esto a flote, que no tienes ni idea de cómo plantear los partidos.

No sé cuanto tiempo durarás aquí, si te tendremos que aguantar aňos o si se hará justicia y te tirarán pronto, pero lo que si tengo claro es que eres un incompetente de los pies a la cabeza. Se acabó el juego Nuno, estamos hartos de tantas promesas y de pocos hechos. No vemos resultado que inviten a la esperanza y lo de ayer fue la enésima gota que colmó el vaso.

No es que ayer perdieras, es que ayer hiciste un ridículo espantoso sobre el campo y faltaste al orgullo de esa gente que siente la camiseta como nadie. No hiciste nada, desde el minuto uno se veía que nos podían caer un capazo y no fue así porque tenemos un portero que te salva en mucha ocasiones.

Ni mereciste el empate ni mereciste salir en rueda de prensa porque nada más llegar al vestuario tendría que haberte dado vergüenza salir a defender lo indefendible...y aún así lo haces.

Sales y buscas el lado bueno del peor partido del Valencia en muchos aňos. Y te quedas más agusto que un arbusto. Vete a tu casa hombre, ya esta bien de burlarte de nosotros.

Ya no tienes más oportunidades para mi y ya no te invito a salir, te empujo a que salgas, a que te vayas, a que no vuelva. Game over Nuno...


martes, 20 de octubre de 2015

Te sobra mucho, te falta autocrítica...

Nos lo jugamos todo esta noche. Nos jugamos continuar en un sueño que nos ha costado mucho por conseguir o volver a llorar como siempre. Esta noche hemos de salir a morder desde el principio porque lo único que podemos es ganar aunque claro, seguro que sale Nuno y dice que el empate es un buen resultado, nada me sorprende ya de este hombre. Un día te sale diciendo que han hecho un buen partido cuando han jugado de pena que otro día te dice sus descartes sin sentido son lo mejor para el Valencia... Especialidad de Nuno: decir cosas sin sentido alguno.

No hay nada ya que me sorprenda de este hombre, ni sus planteamientos, ni sus descartes, ni sus intervenciones en rueda de prensa ni nada de nada. Pero vamos, que nos podemos esperar cualquier cosas en el partido de esta noche. A lo mejor se le ocurre sacar a De Paul de titular para dejar claro que cuenta con él o poner a Barragán de delantero. Y lo peor es que se cree que lo hace bien y que la grada no tiene derecho a quejarse. Entérate Nuno, antes de que tú llegaras a este club, la afición formaba parte de este sentimiento que tú ni siquiera puedes imaginar.

Descartas a Negredo, no convocas a De Paul, ahora suenan fichajes que solo tú conoces y que serán experimentos fallidos como Filipe Augusto... Estas cosas que nadie entiende y que tú haces. Y por mi parte, esta noche si ganas, seguirás siendo el mismo calientabanquillos que hace jornadas porque el juego que desarrollas es pésimo, aburrido y monótono. No sabes sacar rentabilidad a jugadores por explotar y tiras por tierra a jugadores con mucha calidad, solo porque, como Negredo, salen a una rueda de prensa y te dicen verdades como puños que pensamos y compartimos gran parte de los aficionados del Valencia. Te sobra mucho y te falta autocrítica.

Después de la segunda parte contra el Málaga, en la que medio Mestalla estaba durmiendo y el otro medio miraba el móvil, me demostraste que tu juego no vale la pena por mucho que ganes 3-0 porque no juegas a nada. Y más te vale, por el bien de tus oídos, esta noche llegar al minuto 90 de partido con un resultado a favor y dando buen juego, porque sino volverás a oír el sonido del viento, esos pitos que tú puede que no entiendas pero que te mereces desde el minuto 1. Para mi la calidad como entrenador la perdiste el día que te quedaste sentado en el banquillo sin saber hacer nada cuando el equipo iba como pollo sin cabeza por el campo, corriendo sin sentido y perdiendo. Desde ese día, para mi no mereces el honor de estar sentado en ese banquillo, de salir por ese túnel de vestuarios, de ser entrenador de mi equipo y ni siquiera, de representarme a mi. Porque para mi, no estás al nivel de este sentimiento y no lo estarás por mucho que esta noche ganes.

Para ser representante de esta ilusión tienes que saber pedir perdón a una afición que te anima desde el minuto 1, que se deja la garganta en cada segundo de partido, que acude a Mestalla para llevar en volandas a su equipo y que luego se encuentra con un juego pésimo y con derrotas inexplicables. Para ser alguien, tienes que dar a la grada antes de pedir nada. Tienes que saber hasta dónde es de grande el sentimiento que entrenas y hasta dónde representas la ilusión de miles de personas. Y para mi, nada de esto lo has hecho ni creo que lo hagas, así que para mí, sigues teniendo la puerta abierta para irte cuando quieras.

Más allá de todo esto, esta noche nos enfrentamos a un partido importantísimo, sin margen de error si queremos aspirar a la siguiente fase de la Liga de Campeones para seguir luchando por un sueño que anhelamos desde hace muchos años. Esta noche como siempre, Mestalla seguirá llevando al Valencia al lugar donde se merece, pese a todo y por encima de todos, porque más allá de las críticas hay un sentimiento que lo resiste todo y que lo defiende todo. Que esta noche Mestalla sea ese fortín, que los jugadores se dejen la piel en el campo y que podemos seguir soñando con que algo grande puede ser posible.



lunes, 5 de octubre de 2015

Elige la puerta y vete...

Somos un barco sin rumbo, sin capitán y sin destino. Vamos a la deriva por un mar de dudas. Nadie se ha impuesto en este equipo para marcar el camino a seguir y así nos van las cosas: sin poder encarrilar tres victorias seguidas, dando un pésimo espectáculo y con un equipo sin orden ni concierto...

¿Y así queremos ser algo? Lo único que somos es el hazmereír de aquellos que juegan contra nosotros y blanco fácil para los equipos que llevan malas rachas para sacar puntos contra nosotros. En enfrentamientos directos, no sacamos la garra, metemos uno y nos conformamos cuando queda mucho partido por delante.

No tenemos un estilo de juego y nuestro carácter en el campo deja mucho que desear. Y para más inri, si esto no fuera poco, el capitán del barco parece que no quiere sacar esto a flote y llegar a buen puerto. No quito culpa a los jugadores pero la imagen del entrenador no acompaňa.

Que vergüenza es ver a tu entrenador en el minuto 70, perdiendo, sentado en el banquillo, sin ideas, impasible ante el resultado. Por lo menos, levantate, pega cuatro gritos, pon orden, demuestra que alguien manda, que quieres mejorar sino ¿cómo no quieres que pidamos tu cabeza, si la cara visible se muestra así?

No hay autocritica, ni espiritu de cambio ni plan de mejora. Tenemos un calientabanquillos que esto no lo va a sacar adelante porque no tiene ni la personalidad ni el carácter para llevar un equipo en una situacion así... Y sino, a las pruebas me remito.

Con un equipo a priori, de entre los 5 mejores de La Liga, estas con 9 puntos de 21 posibles, sin dar buen fútbol y sin ideas. Yo no pido tu cabeza ya Nuno, yo pido que te vayas, por donde viniste, porque si no quieres manejar el barco y no tienes ideas, mejor deja que otro se ponga al mando y reconduzca esto a buen puerto, ahora que no es demasiado tarde.

Tachadme de oportunista, de impaciente o de lo que queráis, pero con una plantilla así no podemos dar la imagen que dimos ayer en San Mamés... Pero esto se pasará cuando volvamos a ganar en casa y se olvidará el ridículo hasta que volvamos a perder como ayer por no saber plantear el partido y por no tener entrenador.

"Valvelde le gana a Nuno el duelo en los banquillos" leía ayer en un titular... Es que ellos tiene entrenador o por lo menos lo intenta, nosotros tenemos una gramola que solo sabe varias frases "lo hemos hecho mal, estamos muy tocados", "cambiaremos esta situación", "hay margen de mejora"... Estoy hasta el pirri de tus discursos.

La próxima vez que salgas a una rueda de prensa, cambia el discurso y di "me voy seňores porque esto no sé cómo cambiarlo" En ese momento, me levantaré y te aplaudiré porque por una vez habrás sido coherente.

Hasta entonces, pido que te vayas porque no eres entrenador para el Valencia y porque no tienes pruebas que te avalen para poder confiar en ti (entrar en Champions de rebote, sufriendo y pudiendo haber entrado directo si no hubieramos jugado bien solo las últimas jornada, no me vale).

Mestalla es grande, tiene muchas puertas, utiliza la que más te guste... Yo te la abro y bon vent i barca nova...


lunes, 28 de septiembre de 2015

Más Mustafis...

Lo primero que se pide cuando llegas a un club grande es compromiso con la camiseta que vistes, sentirla como tuya, formar parte de una ilusión que se comparte más allá de la alegría del fútbol; que va más allá que la pasión por un deporte: es una forma de entender la vida. Es lo que más se le pide a un jugador que llega para formar parte de un grupo y lograr cosas grandes para el escudo que defiende.

Existen muchos que se han dejado la piel por nuestra camiseta y son recordados con cariño por la afición valencianista. Cuando los nombras, la gente recuerda esos grandes momentos que dieron y que vivieron en Mestalla. Nombres como Villa, Silva, Kempes, Aimar, Cañizares, Albelda, Baraja… Son muchos los que año tras año se añaden a la lista de viejas glorias. Y seguramente, cuando las cosas van mal, son de los que más se acuerda la grada.

Entonces es cuando llegan frases como “eso Villa seguro que lo hubiera metido”, “como Silva nadie crea juego”, “Cañizares se hubiera parado ese penalti”. Esta y miles de frases aparecen cuando los resultados no acompañan y posiblemente esta gente fue en su momento criticada en sus momentos malos, pero supo dejar huella por la manera de defender la camiseta que sudaban. No quiere decir que ellos lo hicieran todo bien, sino que lo que hacían por el escudo superaba las malas rachas por las que pudieran atravesar. Y pasaron los años y fueron recordados…

Tener esa actitud sobre el campo les costó a muchos ganarse el gran lujo de ser capitán del Valencia y llevar con orgullo el brazalete de nuestra señera. Y desde aquí, quiero hacer un llamamiento para que el próximo en unirse a esta lista y llevar ese brazalete sea el alemán que ha demostrado más compromiso que muchos otros en el vestuario. Se necesitan más jugadores como Mustafi cuando los resultados no acompañan.

Jugadores que sean capaces de decir “las cosas no van bien, pero vamos a modificarlas porque nosotros las hemos creado”. Jugadores que asuman que las cosas no van bien y se dejen la piel en el campo por revertir la mala situación. Jugadores que agradezcan a la grada cuando el apoyo es el máximo y el que necesitaban. Jugadores que no se dejen vender por dinero, que sientan el fútbol como una pasión y no como un negocio.

Jugadores que sepan valorar lo que los aficionados hacen por el equipo y sepan salir al campo como si de la última batalla se tratara. Este tipo de jugadores es lo que se necesita cuando los resultados no acompañan. Porque puede que las cosas no vayan bien, pero las actitudes dicen mucho de un jugador y actitudes como la de Mustafi dicen mucho de un jugador que pase lo que pase, sale al campo, defiende y suda la camiseta como el que más.


No necesitamos conformismos, necesitamos 
garra y lucha por sacar los máximos puntos posibles. No necesitamos discursos populistas sino críticas de aquello que no funciona y soluciones de lo que no va bien. No necesitamos mercenarios, necesitamos jugadores comprometidos y con ganas de hacer cosas grandes. Que traigan más Mustafis y entonces habremos creado un gran equipo, y sobre todo, un equipo con un gran fichaje: el compromiso que a muchos les falta. 




miércoles, 23 de septiembre de 2015

Ya está bien...

Se oyen tantas cosas en la prensa y diversos medios que ya es difícil distinguir lo que es real de lo inventado. Pero las cosas solo hay más que mirarlas para darse cuenta de que hay algo muy raro que no va bien. No es normal que a estas alturas, con la gran aportación de dinero y la plantilla que tenemos, estemos cosechando empates y lo que es peor, conformándonos con ellos. Las derrotas llegan y no se ve un cambio en el estilo de juego ni en la actitud de nadie de club y eso enfurece. 

Nunca he sido de pedir cabezas, pero creo que es un buen momento para buscar responsables, recordar cuáles son sus compromisos y mostrarles la puerta de la calle si no están dispuestos a cumplirlos. No queremos escuchar más discursos populistas, ni propuestas de mejorar a la larga, ni discursos de que todo va bien y que es una situación temporal que se arreglará. Nuestro estilo de juego no es de Champions y quien niegue esto es que no ha visto jugar al Valencia los últimos partidos. No es ser oportunista, sino realista y sincero con la realidad actual. Si no se juega a nada, no se puede conseguir nada. Y así nos va, a base de empates, de debates en todos los aspectos y de búsqueda de culpables porque las soluciones no se atreve nadie a buscarlas. 

En Valencia siempre hemos sido tachados de afición exigente, pero es que, a fin de cuentas, no es ni la presidencia, ni los jugadores, ni el entrenador quien lleva a este club a lo más grandes. Son miles de valencianistas que creen cada mañana que el cambio es posibles, que volver a ser grandes no es un sueño inalcanzable y que defender los colores por encima de las dificultades es un honor. Pero esto ha de ser agradecido con cambios y con esfuerzo que no se ve por ningún lado. No se puede tachar a la grade de querer tirar a Nuno, cuando el entrenador saca un estilo de juego que ni convence a nadie ni da resultados. Entonces la grada tiene todo el derecho a quejarse, porque no es solo una vez, son muchas las que no han funcionado las ideas del entrenador y sigue poniendo a los mismos que no dan resultados y sigue con los discursos de que estamos en el camino de la mejora. 

Si seguimos conformándonos con estos discursos, a final de temporada, los seguiremos oyendo, cuando estemos eliminados de la Champions, luchando en los últimos partidos por meternos en la fase de clasificación de Champions y, posiblemente, ofreciendo un espectáculo mediocre para los que de verdad se merecen un respeto: los valencianistas que han estado siempre. 

Que cada uno haga su propia autocrítica, que salgan los defensores de Nuno y digan que somos oportunistas los que ahora criticamos lo que antes alabábamos. Las cosas se alaban cuando van bien pero cuando van mal hay que mejorarlas y los discursos de Nuno en la sala de prensa no ayudan a entonar el "mea culpa" y sacar la cara cuando las cosas no van bien. Puede cada uno opinar lo que quiera pero al fin de cuentas, quien se lleva los palos de todas estas derrotas y empate somos los que sentimos los colores como nuestros. 

Porque podrán poner más o menos dinero nuestras arcas, podremos tener mejores o peores estrellas, podremos llenar los campos más o menos, pero a fin de cuentas ¿qué espectáculo estamos dando sobre el césped? Ninguno señores, ninguno. 

Que se levanten del banquillo los que solo lo calientan, que salgan de los despachos los que solo llenan sus bolsillos y que salgan al césped solo aquellos que tengan una actitud sincera para defender la camiseta que llevan puesta. Solo entonces estaremos dando gloria a un sentimiento y hasta que sigamos con los ojos vendados y sin ceder a cosas evidentes, seguiremos tropezando con las mismas piedras, con los mismos resultados y sin avanzar hacia esa meta que nos propusimos y que ahora con estos resultados, estamos dejando cada vez más lejana...

lunes, 21 de septiembre de 2015

Capacidad de reacción...

Se piden resultados y no se ven los frutos del esfuerzo. Se pide una actitud sobre el campo que solo se da en los últimos minutos de los encuentros o cuando el rival ya nos lleva una diferencia de goles. Críticas empiezan a florecer en el entorno valencianista y no sin motivo. Después de cerrar el año pasado con uno de los mejores arranques de la Liga de nuestra historia, empezamos esta temporada con malos resultados. Mestalla, que antes era nuestro baluarte, donde nadie conseguía arañar ni un solo punto, ahora no ganamos ni con el factor campo. 

Hemos ido perdiendo fuelle a medida que pasaban los meses y tras cerrar el mercado de fichajes como el segundo equipo que más ha gastado (después del Manchester City), los millones no se ven por ningún lado. El pasado sábado la grada valencianista empezó a dictar sentencia contra alguien por los pésimos resultados conseguidos. Seis puntos de doce posibles. Empates contra rivales asequibles y dando un espectáculo cuanto menos ridículo en Mestalla. La grada se buscaba los pañuelos en los bolsillos, buscaba la ubicación del banquillo y tildaba como culpable de todo esto a Nuno. 

La figura que maneja los hilos de la plantilla era el señalado el pasado fin de semana y los aficionados pedían su cabeza con gritos de "Nuno vete ya". Esto no es nuevo en Valencia y es bien sabido que tras rachas como la actual de malos resultados y escaso juego, los aficionados son críticos con los suyos y el primero en ser tachado como culpable es el entrenador. Y la realidad no se aleja mucho de esa visión. 

El planteamiento de muchos partidos por parte de Nuno deja entrever una mediocridad en una plantilla a priori de Champions, que se deja puntos en campos de equipos inferiores a nivel de plantilla y que no sabe como cortar el juego ni crear ocasiones de gol. Dejando a fichajes en el banquillo, con planteamiento sin fundamentos en muchos encuentros y con el rendimiento de muchos jugadores puesto en duda, las críticas a Nuno era sabido que no tardarían en llegar. Que cada uno juzgue si es o no el culpable, lo que está claro es que los resultados no llegan y se han de buscar soluciones en tiempo de ya.  Se debe de buscar una reacción en todas las áreas para conseguir revertir esta situación, puesto que empiezan una serie de semanas con partidos intersemanales de liga, donde debemos empezar a sumar puntos y encuentros de Champions que tras la derrota contra el Zenit no se puede permitir otro tropiezo más. 

Se busca capacidad de reacción, capacidad de revertir partidos en situaciones complicadas; capacidad de sacar desde el minuto uno la garra para llevarse el partido; capacidad para sacar puntos sea cual sea el rival y no mermar las fuerzas en ningún momento. Dejemos de buscar culpables y busquemos soluciones. Dejémonos de debates en posiciones, de si los fichajes deben o no jugar. Dejemos de poner en duda la calidad de los nuestros y busquemos alternativas a las deficiencias que podemos ver sobre el campo. Si existen jugadores que no deben jugar, saquemos a otros que puedan dar un rendimiento mejor. Porque hemos dado todo por llegar a donde estamos, perder ahora lo que tenemos solo sería caer en una espiral demasiado profunda. 

Porque quien se rinde en lo poco, en lo mucho es superado. Esto se puede revertir pero las reacciones tienen que llegar ya y sino, es entonces, cuando Mestalla tendrá razón en pedir cabezas en bandejas de plata. Porque cuando algo no se mejora cuando se ve que no está bien, es cuando no se hace verdadera autocrítica y es cuando los culpables deben salir para que las cosas puedan ir mejor. Que cada uno busque sus propios culpables, pero entre todos busquemos las soluciones. 



lunes, 7 de septiembre de 2015

No llenemos bolsillos, llenemos estadios...

Viendo los precios de los abonos para la Champions y viendo como está la economía global de Espaňa, no me sorprende que las colas en Mestalla no sean noticia. No todos podemos permitirnos gastarnos ese dinero para acudir a unos partidos, así que la mayoría de los mortales, los veremos por la televisión.

Esto me ha llevado a una reflexión, no solo del Valencia sino del fútbol en general. El fútbol lo hemos convertido, entre todos, en una máquina de hacer dinero y hemos dejado en un segundo plano el espectáculo y la gente que disfruta con ello.

Miro otras ligas, no menos importantes que la espaňola, y el precio de las entradas es la mitad de lo que cuesta un partido básico en nuestra liga. O empezamos a rebajar los precios o los estadios empezarán a llenarse de aire. Habrá mucho dinero en las arcas del club, mucha gente viéndolo en casa y los estadios estarán vacíos. El verdadero espectáculo lo estamos matando a golpe de talonario.

La ilusión de llevar un niňo al fútbol por primera vez la matamos a golpe de billete de 20 euros (en los mejores casos). Vamos a perder tantas cosas por lucrar al club que al final seremos un mero banco donde 11 jugadores juegan con un balón sin nadie en el campo.

Miremos a aquellos que están en las gradas, aquellos que sueňan con ver a su equipo en su estadio. Pensemos en los miles de valencianistas que desearían poder asistir a la fase de clasificación con sus familias pero no puede porque los precios rozan la órbita que no pueden ni soňar tocar. Pensemos en los valencianistas que tras llevar en volandas a su equipo hacia donde solo los mejores llegan, ahora se ve lejos de verlo jugar en su casa la mejor competición del mundo.

Dejemos de llenar bolsillos, empecemos a llenar estadios y corazones de personas que ven el fútbol como una pasión y una forma de vivir más allá del dinero.



sábado, 5 de septiembre de 2015

No queremos ser más segundos...

Leyendo la portada de Superdeporte me he quedado ligeramente sorprendida con las palabras de Nuno. Veo poca exigencia en sus palabras y mucho conformismo. Si todos los años aspiramos a ser terceros o cuartos ¿qué sentido tiene nuestra lucha diaria por mejorar? ¿O es que no queremos ser mejores? Cada día hay que exigirse más para no tener siempre los mismos límites, pero en sus palabras veo conformismo. Valencia no es un sitio donde el conformismo sea visto con buenos ojos.
Aquí se exige lo máximo, se lucha por ser el mejor entre los mejores y cuando realmente se hace balance a fin de año, se ve que las metas eran altas y que los resultados han valido la pena.

No importa si pierdes batallas en el camino de la guerra, lo importante es luchar en cada batalla como si fuera la última. Sin conformismos, sin pensar que el rival es mejor que tú, sin salir al campo a ver qué pasa sino saliendo a morder desde el principio. Veo un punto de miedo a fracasar y el miedo solo hace más grande al enemigo, le da una ventaja que antes no tenía, el hecho de saber que nuestras aspiraciones son siempre las mismas.

Si vamos con esa mentalidad podemos tropezarnos, pensar que quedar terceros o cuartos no sea una alegría a fin de cuentas, porque podemos conseguir algo más que no nos permitimos soñar. Sabemos que hay equipos fuertes, tal vez mejores que nosotros, pero quién dice que con esfuerzo no se pueda ser mejores que ellos. ¿Estamos a principio de Liga y ya nos ponemos límites? Nuestra meta es el cielo, donde la gloria solo la tocan los mejores. No podemos conformarnos, no debemos pensar que somos menos que otros, sino luchar por lograr lo que otros tal vez logran fácilmente y a nosotros nos cuente más.

No me gusta vernos como un equipo ligado a ser sombra de otros, porque hubo una vez, que cuando nadie confiaba en nosotros y nos veía como rivales, a priori, asequibles, dimos un golpe sobre la mesa y sin un equipo con grandes estrellas, nos convertimos en los mejores. ¿Por qué este año no puede ser así? Solo hace falta esfuerzo y convencimiento de que lo podemos hacer. Pero palabras conformistas y con límites no ayudan a que esto se cumpla y así no vamos a ningún lado. Vamos a repetir año tras año la agonía de no saber si entraremos en Champions, si nos meteremos directamente o tendremos que jugárnosla en la clasificatoria, si seremos cuartos o nos tocara jugar la Europa League. Seremos otra vez ese equipo aspirina que aprovechan otros equipos para tomar puntos cuando juegan contra nosotros. Y todo porque somos incapaces de creernos que lo podemos lograr.

La meta esta solo donde nuestra mente nos permita soñar. Permitámonos soñar, sin límites pero sabiendo que el camino no será fácil y que tendremos que luchar más que otros para llegar allí. Y si no logramos los objetivos, sabremos al menos que nos hemos esforzado por conseguirlo y que la lucha ha merecido la pena el hecho de estar terceros o cuartos. Porque como dijo El Flaco “no queremos ser más segundos”


jueves, 3 de septiembre de 2015

Estamos de vuelta...

Tras el correspondiente periodo de descanso, tras meses en la sobra y después del periodo de vacaciones, volvemos a la normalidad de la rutina. Con la rutina, vuelve la magia del fútbol. Vuelven los domingos de partido, vuelven los fines de semana repletos de fútbol, vuelven las cenas con amigos, los derbis y los clásicos. Vuelve la Liga. Y como no, vuelve las ganas por pisar cada fin de semana el templo que vio cosechar las grandes hazañas de nuestros colores. Vuelven las ganas por ver a los nuestros hacer grandes cosas cada sábado y lograr victorias cada domingo. Vuelven las ganas por ir a Mestalla cada fin de semana. Pero este año con un aliciente más si cabe. 

Porque este año tenemos algo más por lo que luchar. Algo más por lo que levantarnos cada día orgullosos de los colores que hemos elegido y que llevamos dentro de nuestro corazón. Tenemos un motivo más para vestir con orgullo la camiseta que los nuestros defienden sobre el campo. Porque tras mucho sufrimiento, tras muchas derrotas y caídas, tras muchos comentarios sobre nuestro rendimiento, volvemos al sitio de donde nunca debimos salir. Porque somos de Champions y eso nadie nos lo puede quitar. Hemos luchado mucho para llegar hasta aquí, hemos perdido batallas pero la guerra la hemos sabido luchar hasta el final. Hemos pedido guerreros en la batalla, pero nuestro ejército no ha menguado en número, porque nuevos soldados se han unido a nuestra causa. Porque el premio de jugar la Champions tras años soñándola, es mucho más grande que todo esto. Porque ningún jugador es más grande que un equipo y ningún nombre nos representa más que el llamarnos valencianistas. 

Porque si cuando dicen Paco, tu respondes Alcácer. Si cuando dicen duende te imaginas a Piatti. Cuando dicen bomba, buscas a Negredo. Cuando gritan fuego, piensas en nuestro centro del campo. Porque para ti Alves se llama Diego y no Dani. Porque para ti el Dios se puede llamar Mustafi y no Messi. Porque para ti la magia significa André Gomes y no Cristiano… Si a ti también te pasa esto, no te alarmes. No tienes algo terrible, tiene el don de llamarte valencianista.

Este año volveremos a disfrutar de la magia de los partidos entre semana, de volver a oír en Mestalla ese himno que nos pone la piel de gallina. Y porque no, nos permitimos el lujo de soñar cosas grandes para esta temporada. Será un año duro, pero no podemos darnos por vencidos, debemos luchar como solo nosotros sabemos para poder lograr lo que tanto nos ha costado conseguir. Porque llegar aquí es tan solo el premio del esfuerzo, pero la meta no tiene fin para un equipo que sueña con lograr colocarse entre los mejores. 

Ahora nuestros nombres resuenan en los espacios deportivos pero recordad de dónde venimos. Recordad lo que fuimos. Recordad que en la sombra nos hemos hecho grandes y cuando nadie hablaba de nosotros, hemos conseguido nuestras mejores victorias. Que todo este remolino mediático no nos haga perder el objetivo que hace tiempo nos planteamos: llegar lo máximo posible sin importar lo que la gente pueda opinar de nosotros. 
Porque este viaje lo hemos emprendido para no mirar atrás pero nunca cabe olvidar que el pasado sigue ahí para recordarnos que nada es fácil pero tampoco imposible si alguien se esfuerza en conseguirlo. 

Bienvenida magia del fútbol. Bienvenidos goles, victorias, derrotas y empates. Bienvenidos a la mejor fiesta que se haya podido conocer. Bienvenidos al lugar donde todo sueño se puede cumplir y donde las mejores estrellas bajan a la tierra a correr tras un balón. Bienvenidos a algo mágico. Bienvenidos al lugar donde ser valencianista es un orgullo y vestir la señera es el mejor honor. Bienvenidos a Mestalla, el lugar donde los sueños se cumplen. Bienvenidos al territorio donde no importa la edad para disfrutar, donde pequeños y grandes correan los nombres de unos humanos que al pisar el césped se convierten en estrellas. Este lugar solo quien lo vive, lo comprende. Porque el fútbol es magia y la magia existe para siempre. Hemos vuelto…  




lunes, 1 de junio de 2015

La ilusión de un sueño cumplido...

Cuando pisas por primera vez Mestalla es una experiencia que no se puede describir. Es como pisar el templo que tantas alegrías te ha dado y ves como en ese momento formas tú parte de ellas. Ese mágico momento en que ves rodar el balón por el césped y ves a tus ídolos tan cerca que casi los puedes tocar. He visto las caras de niños, con la ilusión pintada en los ojos al entrar en Mestalla e ilusionarse hasta por el color de las paredes, por lo grande que es y por creerse tan cerca de ese sueño que todo niño posee de poder un día jugar en ese estadio como lo hacen sus ídolos.

Pocos pueden decir haber pisado ese césped vestidos de corto y poder hacer ese sueño realidad. Llevo dos años pudiendo jugar un partido entre esa gran familia que hacemos el Voluntariado del Valencia CF. Pasa el año y todavía no me creo que vaya a cumplirlo otra vez…

Te preparas como si de una final de Champions se tratara. Entras en los vestuarios motivadísimo, con tu mochila, tus botas, tu camiseta del Valencia y te sientas donde tus ídolos se preparan cada partido y entonces los nervios empiezan a correr. Te vas vistiendo y te das cuenta de lo cerca que tienes correr por esas bandas, tocar ese balón y soñar que las gradas están llenas de mucha gente corea tu nombre.

El viernes pasado pude cumplirlo de nuevo. Y esa ilusión fue igual o más que la del primer año que pude hacerlo realidad. Me sentí como si la magia del fútbol me inundara de la cabeza a los pies. En el túnel de vestuarios ya no podía mirar hacia otro lado que hacia ese césped que estaba a segundos de pisar, a segundos de poder decir que otro año más, yo jugué en Mestalla y pude cumplir el sueño que muchos solo pueden imaginar.

No puedo describir que se siente al tocar el balón, al correr por ese césped, al celebrar un gol junto a tus amigos y al poder cumplir un sueño que desde niña habitó en mi cabeza. No hay palabras para describirlo, hay que vivirlo para poder saber qué se siente... Solo me queda dar las gracias. Gracias a los que han hecho posible esto, a los que nos conceden cada año a mis grandes compañeros y a mí el placer de jugar una pachanga entre amigos en ese templo que nosotros respetamos y amamos tanto como el escudo al que representamos.

Desde aquí aprovecho para decir que me siento orgullosa de formar parte de algo tan grande como el Voluntariado del Valencia CF porque en cada partido me demuestran que la grandeza del fútbol es algo más que un balón corriendo por el césped, es un sentimiento que miles de personas hacen posible y que el sentirse parte de unos colores no tiene precio.

Gracias chicos, por ser vosotros los coparticipes de este gran sueño de jugar en Mestalla. Por cada uno de los que el viernes pasado volvió a cumplir el sueño de jugar en nuestro estadio. Gracias porque un día nos juntamos y sé que algo invisible nos unirá pasa siempre. Gracias a todos esos locos bajitos y locas con tacones que formar parte de esa enorme familia de azul que es el Voluntariado del Valencia.


Ahora podremos decirles a nuestros hijos que nosotros jugamos allí un día y que pudimos sentir la magia de esas gradas, el sentimiento de sudar una camiseta que respetamos y amamos y la grandeza de formar parte del mejor equipo del mundo. 


domingo, 24 de mayo de 2015

Acaba la Liga, empieza el sueño...

Sufriendo como siempre pero dando la cara como nunca. En las grandes citas el Valencia no falla y, aunque a lo largo de la temporada hemos perdido puntos importantes, en la recta final nos hemos dejado la piel por lograr ese objetivo que llevábamos planteándonos desde que empezamos la temporada. La Champions debía ser para la próxima temporada el premio a un año mágico, con mucho esfuerzo y sacrificio dejado por el camino. Ahora miramos atrás y vemos que nada ha sido fácil pero solo a base de ser un equipo donde todos somos una piña, hemos podido acabar entre los mejores de nuestra liga.

El equipo lucha junto y cuando sufre, sufre unido. Si alguien de nosotros se queda atrás, aminoramos nuestra marcha para ir con él, porque el Valencia jamás camina solo por muy largo y difícil que sea el camino. Nos han querido dejar por el camino pero nosotros hemos sabido continuar nuestros pasos con la idea clara de que el objetivo se conseguiría. Y ahora nos encontramos ya aquí, en la meta de una carrera donde todo esfuerzo ahora merece la pena. Luchar por algo que sientes y sobretodo sufrir por algo que amas solo hace el sabor de la victoria un poco más dulce. Ahora ya no nos acordamos de los minutos sufridos o de los puntos perdidos, solo empezamos soñar con lo que podemos conseguir la próxima temporada. Europa nos espera y la Champions es el premio a un año mágico y donde solo se pone el comienzo a una época que acaba de empezar.

Acabamos la Liga con un partido de infarto no apto para cardíacos. Dependíamos de nosotros mismos pero jugábamos contra un equipo que se jugaba el descenso en la última jornada. El Almería siempre dio primero pero supimos devolver los golpes en el momento preciso hasta que los nervios nos entraron en el cuerpo al ver que el Sevilla ganaba y la Champions se esfumaba de nuevo. Pero la historia no podía ser tan cruel con nosotros. Después de luchar tanto no podíamos quedarnos fuera de Europa en la última jornada. Y entonces llegó él.

Llegó el que llega siempre, al que se le espera y no se le ve venir. Al que cuando no está se le echa de menos y cuando llega te das cuenta de lo importante que es para el equipo. El 9, el hombre que lleva un gol en las venas. Entonces llegó Paco y Almería se convirtió en Mestalla. No importaba que el Sevilla hubiera ganado, nosotros hacíamos nuestro trabajo y ya éramos cuartos de nuevo. Y la fiesta se desató en las gradas donde cientos de valencianistas había ido a arropar a los nuestros, pero la afición del Valencia es mala. Ayer vimos intercambio de bufandas entre unos que subían al Olimpo y otros que bajaban al destierro… pero lo malos viven en Mestalla. Esta losa de ser una afición violenta nos acompañará siempre pero jamás se dirá que no ha había partido fuera de casa donde el Valencia haya estado solo. Eso no interesa decirlo. Pero, ¿qué importa eso ahora? ¿Dónde están aquellos que decían que no lo conseguiríamos? Han desaparecido, solo quedamos los que confiamos siempre.

La Champions era nuestra pero toda buena noticia tiene siempre un sabor amargo y todos sabemos quién sufrió ese duro sabor anoche. Nuestro parapenaltis se rompía y su rodilla decía adiós durante nada menos que 6 meses. Ese ligamento ayer decidió que no todo podía ser tan bonito y que tenía que romperse… y se rompió. Pero nada más allá de la realidad para ver cómo es un equipo. Todos arroparon a Diego Alves, el equipo entero y hasta la grada se rompía ese ligamento con él. Hasta el mismísimo Peter Lim ayudó a nuestro portero a moverse por el aeropuerto de Valencia dando la imagen de que pese a lo que muchos quieran decir, aquí todos sumamos y todos estamos al mismo nivel.


Ahora ya está la meta cumplida, por lo tanto, empecemos a trabajar por lo que nos depara la siguiente temporada. Se baja el telón de un año duro pero donde hemos cumplido los objetivos pese a las muchas batallas que nos ha deparado el camino. Que nadie me diga que el Valencia no se ha merecido estar donde está porque está donde nunca debió salir. Empezamos el sueño, un sueño llamado Champions… 



viernes, 8 de mayo de 2015

Volamos a territorio comanche...

Los retos, como retos que son, tienen un final que aparece después de momentos duros y de luchar mucho por lograrlos. Hay de los que se rinden porque el camino no es tan fácil como se esperaban o simplemente porque no les merece la pena luchar. Luego están los que, pese a esas dificultades, ponen todas las fuerzas necesarias para lograr conseguir llegar a la meta. Y la meta cada paso, cada día, está más cerca y lograrlo es el sueño de todo aquel que la carrera empezó.

Muchos creyeron que no eran retos, sino sueños, y como tales no se podían cumplir, pero nosotros sabemos que los sueños solo mueren cuando muere el soñador y si era imposible, solo significaba que costaría un poco más conseguirlo. Muchos nos dejaron por el camino, algunos se unieron cuando las cosas iban bien pero en los malos ratos desaparecían como la niebla cuando sale el sol. Solo aquellos valientes que continuaron saben lo que cuesta saborear ese placer de estar donde casi nos encontramos ahora. Rozamos la meta con las puntas de los dedos, solo nos quedan un par de pasos para llegar a nuestro objetivo y poder saborear el placer de haber conseguido lo propuesto. No hemos ido solos, siempre hemos tenido un gran apoyo. Porque cuando rodaba la pelota, miles de personas empezaban a soñar con que esta vez sí, nadie iba a romper este sueño.

Al principio supimos que los retos propuestos eran ambiciosos y eso hizo que muchos nos tacharan de soñadores y de proponernos por encima de nuestras posibilidades. Cuando fuimos demostrando que no somos menos que aquellos que tienen estrellas que ganan millones, entonces empezaron a aparecer manos extrañas que sacaban rojas cuando no eran, partidos de sanción ante jugadas dudosas, penaltis que no existían… y todo pasaba delante de nosotros con la impotencia de no poder hacer nada por remediarlo. Pero seguimos luchando.

Si nos pitaban un penalti injusto, entonces metíamos dos goles y asuntos solucionado. Si nos anulaban goles claramente legales, se metía otro y no pasaba nada. Por eso llegar al objetivo es tan importante para nosotros, porque nos hemos dejado muchas fuerzas por el camino y hemos luchado contra demasiados gigantes que nos querían quitar el medio. Los más fuertes han sufrido para plantarnos cara e incluso alguno ha resultado vencido contra nosotros. Porque no somos invencibles pero nadie es más que nosotros en una guerra en igualdad de condiciones. Esto es fútbol, el azar entra en juego cuando rueda la pelota y todo puede pasar en 90 minutos, desde la más clara victoria hasta la más decepcionante derrota.

Algunos han tratado de borrar un escudo con demasiada historia para ser borrado, pero a base de sacrificio y de sacar mucho pecho por aquello que sentimos, hemos salvado lo que no hay palabras para definir el orgullo que se siente. Porque si el Valencia es un equipo, el equipo lleva como estandarte 11 jugadores que saltan al terreno de juego para representar a miles de corazones que en ese mismo instante están sintiéndose parte de esa camiseta.

Es tan mágico el fútbol, es tan mágico ser valencianista que podemos buscar palabras para definirlo pero solo el que lo siente como suyo sabe lo que es. Nunca intentes cambiar lo que siente tu corazón porque aunque en las derrotas te critique, simplemente es porque espero más de ti, pero nunca me aparto de ti, aunque no me veas, estaré apoyándote en las buenas y en las malas porque las grandes ilusiones ni miles de caídas pueden hacerlas olvidar para siempre y aquellas cosas que descansan en el corazón permanecen para siempre.


Un murciélago anida en el mío y en el de miles de valencianistas que este sábado confían en que asaltes el Bernabeu, ese territorio donde suceden las cosas más paranormales del mundo (penaltis, expulsiones, goles que no son…) pero confiamos en que des ese golpe sobre la mesa para callar esas bocas que hablan sin saber. Y si no es así, estaré igual de orgullosa de ti, porque solo se rinde el que tiene miedo a intentarlo y de miedo en Valencia estamos claramente curados. Porque sabemos de sobra que el miedo solo hace al lobo más grande de lo que es… 


martes, 28 de abril de 2015

Un murciélago de Champions....

Dijeron que no llegaríamos a nada y ahora estamos mirando a muchos desde arriba. Dijeron que soñábamos cosas imposibles y ahora estamos donde algunos criticaban que no llegaríamos. Hemos sido tachados de muchas cosas, de muchas mentiras y de muchos rumores pero solo a base de hechos, hemos demostrado que cuanto más se habla de algo, más se envidia lo que se está a punto de lograr. Ellos hablaban que estábamos acabados y demostramos que nunca nos van a callar por mucho que lo deseen. Dijeron que este equipo jamás sería grande y ya estamos dando paso al frente para volver a ser lo que fuimos. Las plantillas son solo la base de algo que cobra perfección cuando el estadio se llena de gente. Sin la grada el fútbol no es nada y sin Mestalla el Valencia pierde sentido.

Ayer demostramos lo que es la fiesta del fútbol, que ni la presión de los rivales que te siguen en la clasificación ni los malos augurios sobre nuestro juego, pueden acabar con un sueño que empezamos a principio de temporada y que queremos lograr ahora. Mestalla empieza a ver el final en esa meta que se planteó un día y ve que la luz está cada vez más cerca. Estamos a punto de rozar con los dedos ese objetivo que durante esta temporada hemos hecho tanto por lograr.

Somos solo el principio de algo que no tiene final, porque cuando André Gomes coge un balón, Mestalla empieza a soñar. Porque cuando Alves está bajo malos, todo respiramos tranquilos. Porque cuando Otamendi defiende, nadie piensa en la derrota. Porque cuando Gayá surca la banda o Fegholi hace maravillas, todo Mestalla sueña con esos viejos tiempos. Porque cuando Alcácer cuela un gol, la magia cobra vida en el teatro de los sueños. No somos nadie decían… y tal vez sea porque hay palabras para describir lo que somos.

Este objetivos Champions anoche empezó a hacerse material. La victoria de anoche hizo que el valencianista se creyera que este año sí, la Champions no se nos iba a escapar. Nos quedan cinco finales y dos de ellas en nuestro estadio. Es el último empujón para una aventura mágica con un grandísimo y merecido premio. Ahora no podemos fallar y no podemos dejar de ser uno para que, esos que no creían separados y derrotados, vean nuestra victoria con sus propios ojos.


No somos nadie decía… lo somos todo para aquellos que confían que los buenos momentos se saborean mejor cuando has luchado duro por ellos. Que las mejores victorias se dan en las ocasiones en las que te has esforzado al máximo por lograrlas. Ahora es el momento de poner al valencianismo en ese lugar que otros se han empeñado en borrarlo. Porque si tú y yo vivimos esto como nuestro, nadie podrá acabar nunca con la ilusión que nace en el corazón de un murciélago. 

martes, 14 de abril de 2015

El blanquinegre manda en Valencia...

Ayer quedó bien claro quién manda en la capital del Turia. Realmente el blanco y el negro es el color que gobierna Valencia y el fútbol que vimos ayer lo demuestra claramente. Quien me diga que este equipo no se merece estar en Champions, se equivoca pero muy mucho.

Dicen que los árbitros van en nuestra contra… pues toma tres goles para ganarle al Levante. Dicen que Otamendi se merecía la tarjeta… pues la victoria dedicada para ese incompetente que decidió no quitársela. El Sevilla le empata al Barça… nosotros le ganamos al Levante y fuera el sueño sevillista de adelantarnos. Nuestra plantilla es corta, dicen… toma partidazo de Cancelo y Soso. No tenemos centro del campo, decía… André Gomes demuestra la clase de jugador que es con un partidazo de los suyos. Los demás equipos tienen jugadores mejores, decían… Javi Fuego no se puede llamar jugador, porque está por encima de ese nombre.

Negredo no sabe meter goles más que de cabeza… toma golazo. Alcácer está en mala racha… Del Bosque, observa lo que te pierdes. Parejo no merece la selección… si fuera del Madrid o del Barça sería titular. Sin Gayá el Valencia no tiene desborde por las bandas… que se lo digan a la defensa del Levante anoche. Este equipo empieza a decaer… toma golpe sobre la mesa. Siempre quejándose de los árbitros y no ganan los partidos en el césped… los tres goles de ayer creo que nos los regalaron. Valencia no tiene equipo de Champions… pues los puntos no demuestran lo mismo. Somos un equipo dentro y fuera del vestuario y ayer en gol de Álvaro Negredo se pudo ver claramente, todos sufrimos cuando uno de los nuestros lo pasa mal.

Si alguien pretende hundir este barco valencianista que coja armas más potentes porque nada puede destrozar este equipo. Ni las críticas, ni los que venga de fuera ni los que metan broncas desde dentro, podrán hacer que este sueño no se cumpla. Ayer íbamos a pinchar, decían… pues nada, 3 goles y a casa. Venga, ahora que me digan que no somos de Champions cuando esta liga nos han robado más veces la cartera que en el metro de Madrid en hora punta. Este equipo se ha ganado estar donde está a golpe de superar grandes dificultades y a grandes corruptos e incompetentes por el camino.

No ganaremos la Liga, pero hemos ganado a miles de inútiles que por el camino nos han ido poniendo piedras. Esta temporada podríamos haber hecho mucho pero también mucho menos si nos hubiéramos hundido con cada robo. Así que el mérito de este equipo es doblemente importante. Este equipo representa a una afición y a una ciudad que pese a que muchos quieran negarlo, ha sufrido mucho para llegar donde está. Esto es solo el principio de algo todavía más grande… Ahora este equipo no tiene límite por mucho que algunos hayan querido trazar una ralla para que no pasemos.

Contra más límites nos pongan, más barreras romperemos. Contra más nos critiquen, más golpes de autoridad daremos sobre la mesa. Contra más nos roben, más demostraremos que sabemos resurgir de los problemas. Contra peor hablen de ti, más orgullosa me sentiré de haberte elegido. Porque solo criticamos aquello que envidiamos, aquello que nos gustaría tener. Yo te elegí y nunca me fallaste, ahora que me necesitas y algunos se olvidan de ti, yo estaré aquí para dejar tu nombre en el lugar donde solo los grandes llegan.

Este artículo es para ti, seguramente no vas a leer esto o quién sabe tal vez te topes con esto y te dé por leerlo. Para ese que ahora lo está pasando mal y no ve la luz en ese oscuro túnel. Crack, algún día volverás a ser el gigante que fuiste. Resurgirás de tus cenizas porque los grandes nunca se hacen pequeños aunque la vida le de palos demasiado grandes. Lo de ayer es obra tuya también y aunque no nos veas todos estamos a tu lado. Eres enorme y estamos contigo A.N 7


AMUNT!

viernes, 10 de abril de 2015

Nos quieren quitar del medio...

Ayer se puedo ver claramente como no somos un equipo que quieran verlo arriba de las tablas de clasificación y como por nuestro juego no lo pueden conseguir, pues recurren a errores arbitrales inexplicables para robarnos. Sí, sí señores, he dicho robar, porque no hay otra manera de calificar el increíble error que tuvo ayer el colectivo arbitral. Me parece de una vergüenza inexplicable que un linier perfectamente colocado en su posición “no vea” el fuera de juego en el que mete Adúriz el gol del empate. Vamos, lo vio Valverde y estaba en el banquillo, lo vio hasta el que no estaba viendo el partido, menos el tío que estaba con una bandera en la banda. Ese, que casualidad, pero no lo ve. Venga hombre, que a equipos humildes les robéis y a otros les regaléis partidos es de juzgado de guardia. Y por los menos, si lo hacéis, hacedlo más disimulado, porque lo de ayer, clama al cielo.

Ahora solo nos queda quejarnos, porque qué vamos a hacer, si todo juega en nuestra contra. A Otamendi le sacan la roja y predigo que le caerán de dos a tres partidos, pero si vistiera otra camiseta, por esa misma acción no le hubiera caído ni la amarilla y quieras que no esas cosas cabrean. Si dijeras que es la primera vez que nos pasa, pues la dejarías correr, pero es que esta liga parece que nos han tocado todos los árbitros de pandereta. Cuando no es un penalti inexistente, es una falta con roja que no era. Cuando no es un fuera de juego, es un gol mal anulado. Y qué casualidad que siempre pasa cuando estamos escalando posiciones. 

Me parece de vergüenza que estas cosas no salgan a la luz si no le pasa a un Madrid o a un Barcelona. Si estas cosas llegan a pasar en coliseos como los madridistas o los culés, hoy nos hubiéramos despertado con todas las portadas repletas de imágenes desde distintos ángulos comprobado que verdaderamente el gol no debió subir al marcador. Pero como somos el Valencia, a nosotros nos pueden robar que no pasa nada, si total, los grandes ya nos pasan, que más dará un robo más.

Esta liga es corrupta y quien me niegue esto es que realmente no ha visto los partidos de esta temporada. Está repleta de sinvergüenzas que solamente dejan su mano torcer hacia equipos superiores y a los inferiores les pueden robar cualquier partido porque sus quejas jamás serán oídas. Ya puedes poner la repetición doscientas veces que no hay manera de comprender como puñetas ese tío no lo ve. Y esto ya es de escándalo. Que me digan que es casualidad que te piten semejante robo cuando te vas a poner por delante del Atlético, porque no me lo creo.

Pero que estos mangantes se piensan que por estas cosas nos vamos a venir abajo… Pues están muy equivocados. Ayer ganaron una batalla pero la guerra todavía no ha terminado. Hoy estamos muy cabreados, pero no nos hemos dado por vencidos. Si nos ponen dificultades, es porque nos ven tan fuertes como para vencerlos. Si quieren quitarnos del medio, les daremos razones para que se traguen sus palabras y sepan que plantamos cara a todo y a todos. Hoy quizá crean que han ganado pero los que luchan con las armas correctas nunca pierden, mientras que los que roban constantemente, al final, acaban perdiendo las grandes batallas.

Porque ya nos pueden pitar penaltis, fueras de juego, rojas que no son o anularnos goles legales, seguiremos luchando por lograr los objetivos propuestos. Porque no somos el Madrid y el Barcelona pero quitarnos del medio va a costar más de lo que se piensan. Porque la historia que hemos cosechado y los sueños que nos hemos propuesto ni doscientos sinvergüenzas en sus despachos ni una panda de árbitros va a poder destruir.

Y ahora si quiere, que venga el señor de las multas y me diga que lo que estoy haciendo no es legal. Que ese señor venga ahora a decir que en las gradas hay insultos y cánticos insultantes… Si la Liga fuera más justa, esos gritos se reducirían a la mitad. No nos centremos tanto en las gradas y centrémonos más en que errores como los que ayer se produjeron no se vuelvan a producir porque de las misma manera que la violencia y el insulto rompe el espíritu del fútbol, errores y robos como los de ayer rompen la verdadera esencia del deporte que amamos.