miércoles, 25 de noviembre de 2015

Ridículo europeo...

Esto ya no tiene ni pies ni cabeza y la paciencia se termina. Ayer otra noche más donde el Valencia salió a pasearse por el estadio y donde nuevamente el entrenador dio otro espectáculo en la rueda de prensa. Cuando ves que tu equipo no funciona, haz cambios para mejorar lo que tienes sobre el terreno de juego, no empieces a presionar en el minuto 80, perdiendo 2-0, cuando te juegas el pase a los octavos de final.

Luchando el año pasado por clasificarnos para la Champions y llegas para hacer este cuadro por Europa. ¿Para esto hemos llenado estadios, hemos llevado en volandas al equipo? ¿Esta es la recompensa a meses sufriendo por arañar cada punto? ¿El fruto a tanto trabajo es este? Pues si esto es a lo que aspiramos, qué pocas alegrías le vamos a dar a los nuestros. Pero luego la grada exige demasiado y es impaciente…

Lo de ayer fue otro error de todos, no se salva nadie. Desde el entrenador hasta el último jugador que no corrió lo suficiente para mejorar la imagen pésima y ridícula que lleva dando el Valencia los últimos partidos. Pero la noche de ayer no se acababa con el pitido del árbitro. Llegaba nuevamente el show de Nuno. Y le llamo show porque es el único sitio donde puede encajar el circo que hace cada vez que sale al terminar un partido. Y al parecer este tío ve un partido distinto al de todo el mundo o nos quiere tomar el pelo y reírse de nosotros.

Si tras un 2-0, habiendo hecho seis tiros a puerta contados, jugándote clasificación de la Champions en la última jornada y no solo dependiendo de ti, sino de que otros pierda, si después de esto puede salir y decir que “con este juego ganaremos” es de no conocer la vergüenza. Sales a reírte de los que hemos hecho posible que este sentimiento sea más grande de lo que tú puedas llegar a imaginar nunca. Y de mi sentimiento no se ríe nadie y nadie sale al campo a pasear mi camiseta dando una imagen paupérrima, inútil e inservible. Porque para hacer lo que hicisteis ayer, mejor os quedáis en el vestuario u os volvéis a vuestra casa. Pero mi camiseta, mi escudo y mi sentimiento no se tiran por el suelo ni se pasea por Europa con la imagen que habéis dado vosotros.

Debería daros vergüenza a todos salir y hacer declaraciones para continuar nuevamente en la misma senda. Y todo esto nos pasa porque nadie del vestuario tiene la valentía de salir a dar la cara y decir verdaderamente cómo están las cosas. Salid en rueda de prensa y exigid responsabilidades desde el que calienta el banquillo y debe salir el primero, hasta el capitán que luce el brazalete y tira por el suelo un escudo.

Y ahora nos toca sufrir en la última jornada, sin depender de nosotros y viendo de reojo que el Zenit nos haga el favor de ganarle al Gent para no quedarnos fuera de los octavos de final por no saber hacer los deberes antes y esperarnos a los últimos compases para ponernos las pilas. Y menos mal que era el grupo fácil que sino, ni la Europa League la jugaríamos este año. Aunque con esta imagen, mejor ni jugarla porque para este circo mejor nos quedamos en casa y dejamos de hacer el ridículo.

Y ahora me dirijo a la cabeza de turco, al hombre que lleva la batuta y que debe de ver, como vemos el resto de la gente que miramos el fútbol, que algo no funciona. Algo hay en algún punto de esta enredada madeja de hilos que no va bien. Señor Nuno, mi paciencia para no faltarle al respeto al dirigirme a usted ha llegado a un límite en que ya ni pierdo el tiempo en decirle que se vaya. Porque la decencia como entrenador la pierde en cada declaración que hace; en cada utopía y mentira que suelta por su boca cada vez que es capaz de justificar la imagen que da su equipo sobre el césped. El término entrenador se le queda tan que grande e incluso el término de coherencia y respeto hacia unos colores que usted defiende siendo entrenador… por el momento.

Si tuviera decencia, coherencia, valor, sentimiento de culpa, autocritica, visión de juego, humildad, vergüenza y muchas otras cosas más de las que carece, le pediría perdón a la grada por haberle hecho perder la ilusión, cogería sus bártulos y saldría por la puerta sin armar jaleo y con la cabeza gancha. Pero usted carece de todo esto y por eso sigue calentando el banquillo, sigue con sus discursos de que va a cambiar las cosas y sigue pesando que estamos en la senda correcta. Y así nos va…

Señor Peter Lim, solo le diré que si esto no lo soluciona usted ya, pronto nos olvidaremos que el cabeza de turco es Nuno y será otra cabeza la que pidamos. Porque la paciencia del aficionado que va al campo a ver espectáculo y se encuentra con esto, tiene un límite. Así que si no quiere oír otro nombre el que pida Mestalla que se vaya, más le vale encontrar una solución rápido. Hasta entonces… #NunoVeteYa


No hay comentarios:

Publicar un comentario