Como en casi
todo, llega un momento en que es necesario poner punto y final a una etapa. Ayer
tras la derrota en Sevilla en un partido donde no solo el equipo de la capital
andaluza pasó sin pena ni gloria los 90 minutos, sino que la imagen del
Valencia hacia predecir que algo sencillamente se estaba acabando. 94 minutos
en los que el Valencia no chutó a puerta ni un solo tiro y donde nada
funcionaba.
La alineación
inicial sorprendió hasta el más nunista por la baja de Jaume tras ser nombrado
el mejor portero de la Liga. Nuno parece ser que había decidido acabar su etapa
en el Valencia dando que hablar, caldeando a la afición y ganándose la fama de
oportunista, entrenador sin ideas y manejado por impulsos. Sin ninguna luz y
con demasiadas sombras, el Valencia se enfrentó al Sevilla y tuvo que pasar
gran parte del partido con un jugador menos tras la expulsión por doble
amarilla de Joao Cancelo. Se convertía en el sexto año que el Valencia acababa
con un jugador menos en el Ramón Sánchez Pizjuan, pero esto no iba a acabar
ahí.
Javi Fuego
dejaría al Valencia con nueve con una entrada fruto de la desesperación. Tras esto
y el partido desastroso que sellaron los jugadores del Valencia, Nuno
abandonaba el césped del Pizjuan con la cabeza baja, con los ojos vidriosos y,
al contrario de lo que todos esperaban, con una idea ya meditada. Se puede
decir que todo estaba decidido, todo lo tenía planeado antes de empezar el
partido y estaba a punto de hacerse público.
Nada más
pitaba el árbitro, una noticia empezó a rondar por todos los medios y redes
sociales. Parecía que Nuno finalmente habría tomado la deseada decisión que
ansiaban los valencianistas y había
dimitido. La rueda de prensa del técnico luso dejaba claro que la decisión
estaba tomada y había sido comunicada a Peter Lim. Pero nada más lejos de la
realidad.
Realmente todo
hace pensar que los informes desfavorables que la presidenta había recibido
sobre el cuerpo técnico de Nuno, habían hecho proceder a Peter Lim a la cesión
del entrenador, que en ningún momento habría presentado la dimisión sino que habría
tomado el camino había la puerta por la que cortésmente se le había invitado a
salir. Todo estaba pactado, no había nada más que hacer, no tenía fuerzas para
seguir con esta situación irreversible.
Una etapa se
acaba, para mí, la etapa más irregular del conjunto valencianista en los
últimos años. Tras la clasificación de la temporada pasada y tras una gran etapa,
esta ha sido un auténtico jardín de los horrores donde Nuno no ha dado pie con
bola en ninguna decisión, ni deportiva ni extradeportiva y ha llevado al equipo
al camino de las derrotas, el mal juego y las sombras deportivas. Irregularidades,
cambios innecesarios e incomprensibles, descartes de jugadores clave, desconfianza
de la plantilla, malos resultados y una clasificación para los octavos
pendiente de un hilo demasiado fino para continuar. Estas han sido las tumbas
que Nuno se ha ido cavando a medida que pasaban las jornadas.
Ahora hay que
enmendar esta situación, con un margen de mejora largo pero con un tiempo de
reacción corto. Ahora no hay excusa de que hay un incompetente sentado en el
banquillo. Ahora la solución y las ganas la tienen que poner los que saltan al
terreno de juego y los que ahora tienen que dar la cara. No hay margen de error
ni posibilidad de fallar porque no solo Nuno cometía errores, los jugadores al
no creer en el entrenador, no daban la mejor imagen de ellos mismo. O al menos
eso hay que creer…
Todo está en
vuestras botas, en vuestras camisetas y las ganas que demostréis del amor por
el sentimiento que defendéis. Ahora es vuestro momento. Tenéis la oportunidad
de demostrar que el verdadero problema ya se ha ido y que todo lo que se
necesitaba era un cambio en las riendas. Tenéis el importante trabajo, solo
vosotros podéis sacar esto hacia adelante. Pero no estaréis solos, siempre
estará con vosotros la mejor afición del mundo. La que ha aguantado las peores
derrotas, los peores fallos y las mayores desilusiones. La que pese a todo eso,
se siente orgullosa de que vosotros llevéis su ilusión y sus sentimientos. Ahora
todo está en vuestras manos. Cambiad el rumbo y devolved la ilusión a aquellos
que siempre os han defendido y, sobre todo, callad la boca a aquellos que solo
quieren vernos hundidos.