miércoles, 11 de enero de 2017

¿De qué me sirve?

Un proyecto que hace aguas cada vez por más sitios, unos jugadores que dejan mucho que desear sobre el campo y unos puntos que no suben a la clasificación. Tenemos muchos frentes abiertos y parece que el mercado de invierno no es que vaya a traer muchos refuerzos... Habrá que solventar el resto de la temporada con los jugadores que tenemos en la plantilla. Puede ser que cada vez más nos acerquemos a la zona de descenso y los partidos que vienen no son precisamente enfrentamientos fáciles. ¿Estamos realmente con los pies en el suelo sobre todo lo que está pasando? Recordemos que nuestros objetivos, con la plantilla y la inversión en la misma, era estar como mínimo en Europa League y aspirar a la Champions League como objetivo final. Evidentemente, esos objetivos ya no son ni remotamente probables y nos hemos planteado un objetivo nuevo: no descender. ¡Qué triste que hayamos llegado a esto en solo unos meses!

Podemos buscar culpables dónde queráis. En la dirección deportiva, por no haber fichado a los jugadores correctos o por sobrevalorar jugadores que no valían aquello que se pagó por ellos. Puede ser que nuestros jugadores no estén los suficientemente implicados en el 
proyecto y no vean el peligro cerca. Puede ser que Peter Lim sea el culpable de haber llevado a un club aspirante a estar entre los 10 mejores, a posiciones de peligro de descenso. Puede ser que todo esto sea verdad y que algo mal hayamos hecho desde un principio. Pero, ¿ganamos algo buscando culpables y no soluciones? ¿Ganamos algo diciéndole a nuestros jugadores lo perros que son o a nuestro director deportivo lo triste y pésimo que es su trabajo? Si no buscamos soluciones y ponemos claramente las cartas sobre la mesa, sin darnos cuenta, nos hundiremos. 

Señores, que somos un equipo de Segunda División, que nuestro juego no nos hace capaces ni de ganarle al colista. Hemos pagado millonadas por jugadores que andan sobre el campo cuando perdemos; hemos visto en un proyecto la salvación y nos han metido en la ruina deportiva. Puede que hayamos dejado de tener deudas pero, ¿y la imagen deportiva? ¿Esa quién la arregla? ¿Quién le paga al aficionado de a pie su abono para ver a su equipo andar sobre el campo y no sudar la camiseta?. Recordad que quien paga el sueldo de esos jugadores, no es el señor Peter Lim en su totalidad, porque sin la afición que acude al campo, el Valencia y su dueño no serían más que dueños de una empresa fantasma.

Somos algo más que negocios, algo más que números y deudas, algo más que aspiraciones a un campo nuevo o a nuestra primera Champions. Yo aspiro a algo más grande que ver trofeos en nuestras vitrinas o estrellas que las quiera fichar todos los equipos del Europa. Aspiro a ser la envidia de muchos clubs del mundo por tener a una afición unida en las buenas y en las malas; aspiro a ver a mis jugadores dejarse la piel en cada partido pese a que el resultado sea bueno o malo. Aspiro a decirle a mis hijos "mira, lo hemos pasado mal, muchos nos criticaron y se bajaron del burro, pero mira dónde estamos ahora, en los más alto. Los que criticaban, ¿dónde están ahora?". Aspiro a caminar con orgullo con mi camiseta, sin tener que preocuparme por lo que piensen, con quién me cruce, porque será un orgullo vestir mis colores en las buenas  y en las malas. 

No pido títulos, ni estrellas, ni contratos millonarios, ni estadios que dejen con la boca abierta a medio mundo. No quiero que Cristiano y Messi se peleen por venir al Valencia. No quiero balones de oro ni Pichichis, si todo eso no me sirve para ir con la cabeza alta orgullosa de mis colores. Si somos una afición dividida por al opinión de una maldita grada de animación. Si tengo títulos y no tengo unión en la grada, ¿de qué me sirven?. Si el dueño del club no ve más que rentabilidad económica y no sentimiento , ¿de qué me sirve ganar Ligas?  Si mis jugadores se creen por encima del escudo que defienden, ¿de qué me sirven las estrellas? Para que quiero millones, si tengo pobreza futbólistica. 

Unámonos ahora, ahora que las cosas van mal, que vean que en las malas seguimos sacando pecho por lo nuestro. No estaremos sacando números para la historia,pero estaremos diciéndole al futuro "no te preocupes que volveré con fuerza". No tendremos la mejor plantilla, pero con esa tenemos que afrontar el año, no vale de nada criticarla y tirarla por el suelo. No estaremos en Champions, pues luchemos por no bajar y el año que viene aprendamos de los errores. Nos tacharán de mala afición si nos quejamos y si nos conformamos también lo harán, digámosle a esos que nos critican "¿donde esta tu sentimiento por este club? Si no lo tienes, ¿qué te atreves a criticarme?". Cuando lo elegí, nadie me dijo que fuera fácil vivir siendo valencianista y aun así no me arrepiento de haberte elegido. Porque puede que ahora no me merezcas, pero probablemente sea, cuando más me necesites. 


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