miércoles, 16 de noviembre de 2016

O salimos del pozo o nos ahogamos en un mar de dudas...

Después del parón liguero y con las ideas bastante frías en la cabeza, se pueden sacar una serie de reflexiones que van mucho más allá del partido del domingo contra el Granada. Está más que clara la necesidad de sacar los tres puntos, no solo de cara a la clasificación (que ya es bastante penosa), sino también de cara a la imagen que puedan tener los aficionados y de cara a los próximos encuentros.

Estamos en un punto de inflexión, bastante hemos pasado ya como para hundirnos a las primeras de cambio. Llega el mercado de invierno y se acercan los rumores de posibles fichajes a la vuelta de la esquina. Dejemos todo eso de lado, da igual quién suene para venir o quién parezca que se va a ir. Ahora es el momento y estos son los jugadores con los que tenemos que asumir los siguientes encuentros. No podemos vivir en un "quizás" y en un constante “y si…”. Pensar que podríamos tener un plantilla mejor no va a mejorar los jugadores que tenemos e infundir miedos sobre aquellos que puedan salir, no va a mejorar los resultados.

Hemos dejado pasar demasiados puntos, como para seguir en esa dinámica. Hemos sufrido demasiados cambios, tanto en estilo de juego como en visión de los entrenadores. Ha llegado la que parece puede ser una etapa de estabilidad en el vestuario y en el banquillo: aprovechemos la calma. Aprovechemos que estamos en el camino correcto para hacer las cosas bien y con sentido, sin pensar en el futuro y mirando atrás solo para mejorar los errores cometidos y tomar impulso.

Tomemos impulso para subir en la tabla, para ganar partidos y encarrilar victorias; para sumar puntos y dar alegría a esa gente que da igual la hora que sea y el frío o sol que haga, que estará entrando por las puertas de Mestalla con la idea que, esta vez sí, su equipo se llevará la victoria. Estamos en el buen camino, no dejemos de mirar hacia delante, porque si miramos hacia atrás solo perderemos tiempo valioso para mejorar y seguiremos cometiendo los mismos errores que nos han llevado a estar en una posición en la tabla en la que hay que mirar demasiado abajo para encontrarnos.

No tendremos estrellas pero tenemos jugadores que lo dan todo y una afición que nunca falla, ya lo hemos demostrado en muchas ocasiones; los nuestros no serán Messi ni Neymar ni  Suárez pero tenemos a Enzo que tiene lo necesario para plantarles cara y decir "a mi afición no se le vacila así, eso lo haces en tu campo". No poseeremos balones de oro, pero los nuestros tienen ganas, fuerza, coraje y más cojones que un fénix, para resurgir de sus cenizas cuando ya hemos ardido en la batalla. Hemos perdido muchas batallas esta temporada, batallas en las que éramos favoritos para llevárnoslas, pero la guerra todavía no ha terminado y si nos creemos que podemos hacerlo, volveremos al sitio de donde no debimos salir nunca.

Pero si no salimos del sitio donde entre unos y otros no hemos metido, nos hundiremos en un mar demasiado oscuro para salir. Este es el momento y el partido contra el Granada es el primer paso para un nuevo rumbo. Ahora es el momento y el domingo es el día. El día para demostrar que cuanto más oscuro parece el camino, más ganas hay que ponerle para levantarse y seguir caminando.

Nunca solo, porque Mestalla nunca falla y siempre acompaña, sea donde sea y pase lo que pase. Porque el que camina junto aquel a quien siempre deseó caminar, no es el camino largo, ni la senda tortuosa, solo son pruebas que se superan para llegar a la meta y decir orgulloso: costó llegar pero lo conseguí.


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