lunes, 14 de abril de 2014

El orgullo por unos colores

Llevar los colores hasta la muerte. Frase utópica para algunos, pero los que realmente sentimos un escudo sabemos que esto tiene un sentido literal. Nadie cambia unos colores si los siente de verdad.

Es como el amor, si aquel que amo dice que olvida, miente al decir que amo o miente al decir que olvida. Lo mismo pasa con los colores. Nunca se pueden dejar al margen los sentimientos por un escudo. Te puede dar disgustos o alegrías pero nunca renegarás de ellos porque son parte de tu vida.

Cuando vives unos colores, no importa que la gente te diga que tu equipo no vale, porque tú sabes que para ti es un equipo grande, para ti es el mejor equipo. Lo elegiste de pequeño y a marcado tus años, tus historias, has visto los partidos y recuerda cada anécdota que ha ocurrido viéndolos.

A mi me pasa con el Valencia. Recuerdo cada título ganado desde que tengo uso de razón. Recuerdo cada vez que he llorado cuando perdíamos finales, no se lograban los resultados esperados… Pero también recuerdo cuando salíamos a la calle a celebrar ligas, cuando todos los que ahora son grandes nos miraban desde debajo de la tabla de clasificación.

Eso es orgullo por unos colores, no solo los momentos buenos sino también en los malos salir a la calle con la cabeza bien alta y la camiseta de la señera puesta. Cuando todo el mundo critica al Valencia, yo me enfundo mi bufanda y salgo a la calle orgullosa de unos colores.

Lo mejor de formar parte de la afición de un equipo grande es que puedes conocer a gente grande que siente lo mismo que tú. Tener amigos que sienten tus colores, que lloran contigo, que comentan cada partido, cada jugada de tu equipo… Es una experiencia única.

Esto va para cada una de esas personas que al leer esto saben que se siente cuando unos colores dan alegrías; va para toda esa gente que se deja la garganta en Mestalla o viendo el partido desde casa; todos aquellos que llenamos Mestalla en la remontada; aquello que viajaremos a Turín sea como sea si el Valencia llega a la final; los que somos antimadridistas hasta la muerte y que queremos ver al Madrid perder hasta el avión; los que creemos que este Valencia hará cosas grandes porque los grandes nunca mueren, solo permanecen en letargo unos años para que luego despierte la bestia que llevan dentro.

Y para ti, mi fiel crítico y primer lector de esta entrada, no creo que sea necesario decirte quien eres. Gracias por sentir los colores conmigo. Gracias por recordarme que ser valencianista es un honor y un orgullo. Gracias por compartir conmigo el sentimiento de antimadridismo. Gracias porque casi todos los recuerdos que tengo contigo son relacionados con el fútbol y el Valencia y esto significa que las dos pasiones de mi vida están unidas a ti. Gracias porque nunca dejaremos de lado estos colores y porque sabes (solo tu y yo lo sabemos) que llegaremos a Turín y tendremos una anécdota más que contar sobre el Valencia. Esta entrada es tuya, porque lees cada entrada el primero y porque toda ellas irán impresas para ti. 

Todos tenemos en nuestra vida a alguien así, porque unos colores dan emociones pero la gente que forma una afición hace respetable a un club, hace a un club realmente grande.

La inspiración son los sentimientos por un escudo, las emociones las ponen gente como tú.  

 

Pd: NOS VAMOS A TURÍN!


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